Recientemente nuestro presidente Hugo Rafael Chávez Frías ha dicho que tenemos que armarnos, porque las amenazas a nuestro País son cada vez más inminentes; en consecuencia, los que, por nuestra profesión, tenemos conocimientos sobre la materia, estamos obligados a colaborar en dar nuestra opinión técnica sobre tan delicado asunto, máxime si nos sentimos profundamente patriotas plenamente identificados con este noble proceso y determinados, como estamos, de ofrecer la última gota de nuestra sangre en la defensa de nuestro heroico pueblo.
En artículos anteriores, publicados en Aporrea, valiente medio de difusión leal a los principios de la libre expresión; titulados El Cinismo Descarado del Gobierno de U.S.A, parte I y parte II, se esbozaban algunas hipótesis sobre ataques del Imperio a nuestro País, en este Artículo, que vendría a ser una continuación de aquellos, presentamos las ventajas y desventajas que nos ofrecen; por una parte, la conveniencia de la tenencia de aviones de combate (caza), y, por la otra, la utilización de cohetes (misiles).
Analicemos, acto seguido, las ventajas de poseer aviones de combate (cazas).
- El avión constituye un arma disuasiva de primer orden, sobre todo, si es un avión comparable a los mejores del Imperio; tales como los SU 27 rusos, modificados en sus turbinas originales, las AL31F, que tienen un empuje 12.500kgf, por las turbinas AL21Fs, con un empuje de 13.300kgf, con lo cual superaría al F15 del Imperio. También, en esa misma línea tenemos el SU32 y en su máxima expresión el SU34. Si estos aviones se equipan con los cohetes aire a aire (side winder) de última generación que poseen un alcance superior a los del Imperio, estos aviones serían imbatibles. Y, cualquier porta aviones que se acerque, lo va a pensar dos veces antes de despegar sus aviones.
- El avión puede batir varios blancos a la vez, tanto en el aire como en tierra.
- El avión puede en corto plazo salir a batir otros blancos.
- El avión puede extender su radio de acción abasteciéndose en el aire con aviones tanques (nodrizas).
- El avión, en sus ataques puede determinar, de inmediato, el daño causado, para la evaluación de los mismos.
- El avión puede realizar operaciones de reconocimiento sobre blancos y fotografiarlos para posteriores ataques.
Ahora, analicemos sus desventajas:
- Mantener una flota de aviones de caza cuesta mucho dinero, cabe la posibilidad de que sean derribados, con lo cual se pierde un avión y un piloto, ambos no son fáciles de reemplazar en un corto plazo, pues el entrenamiento de un piloto de caza lleva su tiempo, igualmente los aviones son difíciles de reponer.
- El avión exige de un riguroso mantenimiento, se requieren piezas de recambio, que en ocasiones son interferidas por el Imperio y sus lacayos; tal y como sucede con nuestros F16.
- El alistamiento de una escuadrilla de combate (4 aviones) requiere de un tiempo mayor al de un cohete.
- El avión es muy difícil de ocultar en tierra en caso de ataque a sus bases.
- El avión está sujeto a la existencia de facilidades especiales para dirigirlo, llevarlo al blanco, regresarlo y asistirlo en su aterrizaje (radares, ILS., sistemas de guía, etc, etc.)
- El avión de caza requiere de pistas, adecuadas a su peso en cuanto a su extensión, que estén en perfecto estado; y, si estas son dañadas por un bombardeo, estos no podrán operar. Esto impone, desde luego, un despliegue de estas unidades a distintos aeropuertos.
- En nuestro País, ya tenemos una amplia experiencia en el uso de este tipo de aviones y muchas de estas desventajas han sido minimizadas al máximo, hasta el punto, de que nuestra aviación militar es de las más eficientes de América Latina.
Examinemos ahora el manejo de cohetes (misiles).
Ventajas que presenta este sistema:
- Los cohetes son, en algunos casos bastante costosos, pero se pueden construir fácilmente en el País.
- Los cohetes a ser considerados, deben ser móviles; los complejos de misiles fijos son fácilmente destruidos. Los móviles son muy difíciles de ser detectados y por ende de ser destruidos, amén de que siempre constituyen una sorpresa para el enemigo.
- Los cohetes pueden ser lanzados en un tiempo menor con relación al avión; y, en caso de ser derribado o evadido la perdida es mínima en comparación con el avión.
- El cohete no necesita de instalaciones especiales para su lanzamiento, la infraestructura requerida se limita a la parte trasera de un camión para los más grandes (Smerch, Pechora o Tor M1- rusos). Para los medianos se requiere de un vehículo Tiuna o de un jeep (9M133-1, 9M133F Kornet-E-ATMS-rusos); y, para los livianos sólo se necesita el hombro de un soldado (Sam7-rusos y Misagh 2- iraníes).
- Los cohetes de lanzamiento múltiples son sumamente efectivos frente a los cohetes anti-cohetes, pues muchos de ellos darían, irremediablemente, en el blanco.
- Los cohetes también pueden ser lanzados contra naves marítimas enemigas, desde embarcaciones civiles (lanchas, peñeros, etc.), contra helicópteros y naves aéreas volando a baja altura, pues estos ataques no son esperados ni detectados y valorizan el factor sorpresa al máximo; y, por último:
- No se puede derribar fácilmente a un cohete y menos a un grupo de estos.
Antes de concluir debo decir que, igualmente, para el éxito de cualquier operación aérea se requiere de un equipo denominado AWACS. Que no es otra cosa que un avión equipado para proveer y transmitir información sobre blancos aéreos y de superficie y de la situación general, que es vital para los pilotos y operadores de misiles. Sin embargo, estos aviones son sumamente costosos, siendo que, países como Rusia ha construido un helicóptero que suple todas las necesidades de un avión AWACS, con la ventaja de su movilidad, de operar en cualquier terreno adecuado para la operación de cualquier helicóptero y, sobre todo a un precio infinitamente inferior a un AWACS normal, me refiero al helicóptero AWACS Ka-31 radar picket helicopter, de la Kamov Company.
Es recomendable, romper con esa tradición cuarta republicana de adquirir equipos militares en forma muy limitada, que en el fondo no resuelven nuestras amenazas. Hay que pensar que quien tiene apetencias sobre nuestros recursos es nada más y nada menos que el Imperio, en consecuencia, debemos adquirir equipos militares en cuantía suficiente, no sólo para disuadirlo, sino para el caso de que cometan la locura de tratar de invadirnos tengan un arrepentimiento pronto. Nada hacemos comprando 10 helicópteros, cuando el Imperio le ha donado a Colombia 70 helicópteros Blackhawck. Argelia, que es un país petrolero como nosotros y de características similares, ha adquirido 70 Mig 29 y algo más de 30 SU27 sumado a ello un lote considerable de sistemas de misiles superficie aire; igualmente ha hecho Irán, Siria e India.
Nuestras hipótesis de guerra ya no son las tradicionales, para las cuales eran suficientes 24 aviones caza F16, no, ahora nuestras hipótesis están ligadas al Imperio y sus lacayos colaboradores de oficio. Eso si, las compras de equipos militares deben ser hechas en forma secreta, nadie tiene que enterarse de lo que compramos y en que cuantía, pero repito, esta cuantía debe ser suficiente y algo más para cubrir tal amenaza.
Tampoco es recomendable adquirir estos equipos en el Imperio, ni en países que tengan algún tipo de dependencia tecnológica con ellos ( recordar los casos de España y Brasil), ni en países lacayos o que se encuentren bajo la influencia de éste; por ello he hecho referencia a equipos rusos e iraníes, que además de tener tecnología propia, nos transfieren dicha tecnología de manera que en un futuro cercano puedan ser construidos en nuestro País.
Para concluir, debo decir, que espero con mucha humildad, dado mis conocimientos como piloto de caza de la Aviación Militar Venezolana, como oficial de Estado Mayor Aéreo y de Seguridad y Defensa, haber contribuido modestamente con esta pequeña referencia a quienes deban estudiar y decidir sobre este sensible asunto.
En Caracas a los diez días del mes de febrero del año dos mil seis.
Braulio Martínez Zerpa
Coronel de Aviación en retiro y abogado