. 2 En mis tiempos de navegante clandestino sorteé todos los bajos y escollos de las costas venezolanas valiéndome de cartas levantadas por la Marina de Estados Unidos. Para esa época una revista del Departamento de Estado celebraba que aeronaves y agentes de su Oficina Geográfica se movieran por Venezuela midiendo y escrutando, y publicaba fotos para probarlo.
Una década antes los aviones U-2 fotografiaban los hangares de cohetes en Cuba. Sugiero a los internecios que abran Google Earth y localicen la imagen satelital de la azotea de su propia casa, con las altitudes sobre el nivel del mar y el pavimento. Con un giro de la rueda del mouse pueden contemplar nuestras costas y relieves con la perspectiva que encontraría una flota invasora.
En archivos a los cuales no tenemos acceso figuran todos esos puntos detallados como objetivos. No hay espía más minucioso que el satélite.
. 3 Durante la guerra contra Japón el Comando Aliado reclutó a la antropóloga Margaret Mitchell para que les enseñara cómo avasallar un pueblo que prefería la muerte a la derrota. En su elegante libro La espada y el crisantemo, la científica les instruyó que respetando formalmente ciertos símbolos podían destruir mejor lo que representaban. Sobre Japón llovieron bombas atómicas, sobre América Latina vastos operativos de espionaje sociológico como el Plan Camelot, que sirvieron de base para la represión posterior al asesinato de Allende. Durante los años sesenta, el Cendes aplicó en Venezuela la Encuesta de Conflicto y Consenso, en cuyo desarrollo según Rodolfo Quintero figuraron personajes vinculados a la CIA, y cuyos resultados quizá orientaron la sangrienta pacificación social y cultural tras la derrota de la lucha armada. Mi servicio secreto privado me alertó sobre una Fundación de Investigaciones Sociales y Económicas que analizó las motivaciones del pueblo venezolano según las categorías de McClelland y desapareció sin dejar rastros.
No hay espía más avieso que el sicólogo social.
4 Engendro de la Guerra Fría destinado a conectar las computadoras que debían aniquilar al mundo, Internet se dedica a prolongarla.
Tras la postguerra, Estados Unidos e Inglaterra integraron el sistema de inteligencia Ukusa, destinado al espionaje de todas las comunicaciones radioeléctricas.
No tardaron sus tentáculos en confundirse con la Red. A finales de los años 60, cuando el agente renegado de la CIA Phil Agee tipeó sus memorias en una vieja maquinita portátil, su antigua empleadora conoció el contenido instantáneamente a través de terminales colocados en las teclas. Tecnologías mucho más malignas permiten penetrar los correos electrónicos. La Unión Europea elevó repetidas quejas ante Estados Unidos porque operaciones de espionaje industrial le hacían perder sistemáticamente negocios a sus empresarios a favor de los estadounidenses.
En muchos programas vienen incorporados analizadores de texto que automáticamente envían señales de alarma ante la repetición de ciertas palabras claves. Súmate obtuvo quién sabe cómo copias del Registro Electoral Permanente y las usa para ejercer funciones de organismo comicial paralelo.
Sicri puede condenarte a no poder volver a hacer una operación bancaria en tu vida.
Haz el experimento de dejar entrar en la Troya de tu computadora el caballo de madera del ABA: será asaltada por una legión de adwares (anuncios infiltrados) y spywares (programas de espionaje que localizan y delatan información). Tales procedimientos son ahora descarados y legales con la sanción de las Actas Patriot, que permiten a la National Security Agency el espionaje telefónico, del correo, de los libros consultados en las bibliotecas y de internet. Sería por casualidad, pero al escribir esto se me desapareció irrecuperablemente el archivo del artículo, y tuve que rescribirlo de memoria. No hay espía más descarado que Internet.
5 Estas redes globales de interceptores de comunicaciones radioeléctricas y de analizadores de contenido integran el llamado sistema Echelon (escalón), primer peldaño del control totalitario del planeta.A a escalinata se superponen dispositivosde reconocimiento automático de voz, de rostros y de huellas.
Tal sistema podría acabar en horas con el narcotráfico, la legitimación de capitales, el crimen organizado y el tráfico de armamentos.
Si no lo hace, es porque está a su servicio.
No hay delincuente más feroz que el espía.
Así entregamos el corazón informático de Pdvsa a Intesa, poseída por Saic, asociada al Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Así exoneramos mediante Tratados contra la Doble Tributación a empresas y ciudadanos estadounidenses de los impuestos que nos deben por sus ganancias en Venezuela, para que se los paguen al Tesoro de Estados Unidos, y con nuestros impuestos cubrimos lo que ellos dejan de pagar. Así subsidiamos con dinero venezolano todos los Echelons, NEDs, Súmates y asesores navales destinados a aniquilarnos. Decía Bolívar que un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción ¿Hasta cuando además la financiaremos?
