Gachupinos, así le dicen a los emigrantes españoles que “hicieron las Américas” en México. Gente que emigró a América después de la II Guerra Mundial y la Guerra Civil porque ya no había que comer luego que se acabaron los burros, caballos y perros y de cansarse de comer monte. Aquí en Venezuela los comenzamos a ver durante el régimen de Pérez Jiménez en las construcciones de las obras oficiales, bregando duro, y degustando con fruición en el descanso y a un lado de la obra, pan campesino con mortadela y Pepsicola. Después algunos regresaron a España durante el gobierno socialista del sevillano Felipe Gonzales, del PSOE (Partido Socialista Obrero Español) porque el país mejoro, ingresó al Mercado Común europeo, se fortaleció la moneda y se abrieron nuevas ofertas de trabajo. Aquí en Venezuela se les llamaba Musiú, y en ese lote entraban también italianos y portugueses.
Humildemente, tuve la oportunidad de vivir en Madrid durante la primera gestión de Felipillo, así le llamaba la Picaresca Española. Y pude observar ese progreso después de la terrible Reconversión Industrial de la Transición Franco-Suárez. Luego la gente de Felipillo cayó en las redes de la corrupción y perdió el inquilinato de la Moncloa con Aznar. Después el PSOE recuperó la presidencia de la mano de Zapatero ante la tremenda mentira de Pinocho Aznar al acusar, 48 hora antes de las elecciones, al grupo separatista vasco ETA, de ser responsable del atentado de la Estación Atocha, del Metro madrileño. Y finalmente España cae en manos del Sr. Rajoy. Un presidente que, entre otras “exquisiteces”, echó a la calle a 28.000 familias, que perdieron sus viviendas por embargos hipotecarios de los bancos.
Rajoy, con su voz engolada y discurso edulcorado, dándosela de serio cual encantador de serpientes, encandilo al pueblo español. Y entonces España se vino abajo. Fue tanta la depresión que el gobierno se vio obligado a reducir el presupuesto de obra social: aumentó el desempleo, elevó la edad para merecer una pensión del Seguro Social y decreció el salario. Todo eso ocurría mientras el gobierno revolucionario de Venezuela incrementaba al presupuesto de obra social, homologaba las pensiones con el salario activo, aumentaba el salario. Cómo estará de jodida España que para lograr un puesto de trabajo usted trabaja de gratis tres días a la semana y la empresa le paga cuatro. Y todo eso pasa porque Rajoy en lugar de proteger al ahorrista español prefirió amparar a los banqueros, culpables del cracs por dilapidar el dinero de los ahorristas.
España es uno de los “líderes” de la Indignación en Europa (pueblos que en masa protestan por la mala calidad de vida, que piden un cambio de gobierno y de la manera de gobernar). En España hay indignados porque Rajoy gobierna para los ricos. Cuidado si este Colonialista Trasnochado no es un títere del Club Bildeberger
Rajoy en lugar de entrometerse en los asuntos internos de nuestro país debe ocuparse del tremendo follón que tiene en su gobierno por las 700 mil familias que se quedaron en la calle porque sus viviendas se las birlaron bancos hipotecarios, 28 mil de las cuales hoy viven en sus destartalados carros; por el 52 por ciento de la juventud no tiene chance de un primer empleo; por la poca oportunidad de estudio, por la catajarria de personas que no tienen chance de dejar de ser pobres, por el alto desempleo que está “matando” a la “Madre Patria”.
TINTERO
Diosdado, en su programa con el Mazo dando, Puso al descubierto la cochina olla montada por la señora Escarano sobre su supuesto secuestro. ¡Coño pana! Esta gente si es arrecha para inventar vainas con tal de desprestigiar a la Revolución.
