Duerme con el juicio la frente

 

Investigaciones históricas, seriamente abordadas por estudiosos de nuestro pasado como país, demuestran que en 1904 -cuando Venezuela fue víctima del imperialismo- la oposición se unió al Gobierno de Cipriano Castro para hacer causa común contra italianos, ingleses y alemanes que bloquearon nuestras costas. Aquella vez, con el pretexto de unas deudas no pagadas por la administración de Castro, las mencionadas potencias europeas decidieron tomar la justicia por sus propios cañones para someter de manera insolente a nuestra nación.

Si bien es cierto que, al principio, hubo resistencia por parte de opositores económicos y políticos, el desarrollo de los acontecimientos obligó a una rectificación que dejó como saldo un país seriamente nucleado alrededor de los intereses de la Patria. Hoy, ante un panorama y una amenaza imperial de mayor peligro, desgraciadamente la oposición parece decidida a plegarse a los dictados de sus amos del Norte. Apoyan, abierta y descaradamente, las sanciones que el régimen de Barack Obama aprobó con la exclusiva finalidad de derrocar al presidente Nicolás Maduro y, como en 2002 cuando dio el golpe de Estado al Comandante Hugo Chávez, echar por tierra la voluntad soberana del pueblo que en 1998 decidió su destino.

La Mesa de la Unidad, a través del vocero Jesús Torrealba, valida el atropello gringo contra la nación bolivariana y se inscribe en la oscuridad de la traición a sabiendas de lo que significa la acción del congreso de EEUU y del gobierno de Obama.

Si recordamos el capítulo de la oposición contra Cipriano Castro y lo traemos al presente, muy bien entenderemos la decisión del Gran Polo Patriótico de proceder jurídicamente contra los "venezolanos" que decidieron echar el resto vendiendo su alma al Tío Sam.

¡Chávez vive…la lucha sigue!



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Ildegar Gil

Comunicador social

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