Estamos contra el tiempo en la tarea de dar a conocer la realidad de nuestra revolución bolivariana a nivel internacional y todas las patrañas de una oposición golpista y apátrida contra la economía de nuestro pueblo en momentos en los cuales el gobierno de EEUU ya dio luz verde a la agresión abierta contra la revolución bolivariana. En buena hora nuestro gobierno nacional crea el gabinete internacional que apoyará a la Cancillería venezolana “a fin de mostrar los hechos coyunturales que ocurren en el mundo y orientar el accionar de la nación venezolana, como impulsora de paz y en respeto del derecho de los pueblos”.
Esta importante iniciativa debe ir acompañada de manera urgente de aquellas dirigidas a reactivar la solidaridad de los pueblos del mundo hacia nuestra patria. Recuerdo cómo en los primeros años de esta revolución todos los años se hacían uno, dos, tres eventos internacionales para invitar a representantes, líderes y dirigentes de base de otros países, muchas de estas actividades enmarcadas en el Foro de Sao Paulo. También cómo en plena democracia puntofijista, nosotros, los de a pie, nos uníamos con las organizaciones de izquierda venezolana y movimientos populares para crear gabinetes internacionales de calle en los cuales planificábamos la solidaridad con países en lucha como los del Cono Sur, Centroamérica y Cuba.
Todos estas iniciativas en diferentes épocas, fueron capaces de crear un marco internacional de gran legitimación para preparar el avance de gobiernos como el del propio Chávez, de Lula, Evo, Correa, Cristina, Mújica. Permitieron el intercambio de experiencias en un contexto no oficial, informal, de desarrollo de procesos, de movimientos. Nuestro Chávez lo sabía y por eso era el primer impulsor de los círculos bolivarianos en el exterior, que en aquellos momentos se homologaban con los existentes en Venezuela.
Ahora, como nunca, debemos utilizar todos los recursos que nos da el hecho de ser gobierno y poner en práctica lo que nos exige nuestra constitución nacional y la Ley del Plan de la Patria para defender nuestra patria en peligro de ser intervenida, llevada a vivir un baño de sangre y perder lo que nuestro pueblo se ha construido para sí mismo con apoyo del estado en estos últimos 15 años.
Si algo ha estado silencioso ha sido la manifestación de nuestras embajadas en esta difícil coyuntura de guerra económica de una oligarquía parasitaria contra la nación venezolana. No se sabe si porque no llega aquí el resultado de sus quehaceres o porque se han quedado en el aparato esperando que nuestro gobierno central se defienda sólo desde la capital. En estos días llegó a mi correo una estupenda publicación sacada por nuestro embajador en la República de Nicaragua, Javier Arrue, que le hace honor a ese equipo de nuestra diplomacia bolivariana.
En todos los países donde tenemos representación diplomática deben crearse gabinetes internacionales con personalidades, dirigentes sociales, activistas de la solidaridad, que puedan apoyar a nuestras embajadas, consulados, a dar a conocer en sus respectivos países la verdad del profundo proceso de transformación que vivimos en función de cambiar una economía rentista por una economía productiva, de darle participación a la clase trabajadora en su quehacer diario, de ampliar los espacios de la producción de conocimiento, de crear una nueva cultura que se reencuentre con nuestros orígenes, con el saber de los pueblos, de hacer realidad los derechos a la vivienda, la salud, la educación, el deporte.
No basta los pronunciamientos de Unasur y de la Celac oponiéndose a las declaraciones de funcionarios de EEUU amenazando a nuestro gobierno bolivariano y su Presidente Nicolás Maduro, los cuales por supuesto deben ser dados de manera inmediata. Debemos dirigirnos nuevamente a todos los pueblos de la tierra que conocieron a nuestro Presidente Eterno Hugo Chávez Frías, que apoyan nuestra revolución, para que exijan al gobierno del Tío Sam: “Manos fuera de Venezuela”.
Activar todas esas organizaciones sociales, intelectuales, medios de comunicación, artistas, líderes sindicales, personalidades, organizaciones de mujeres, indígenas que ya han estado del lado de la revolución bolivariana y que quizás están esperando por nosotros, lineamientos, información para expresar su solidaridad. El legado de nuestro gigante lo exige, debemos crecernos en esta coyuntura. Es ahora o nunca.