El Premio Nobel de la Paz acaba de emitir un decreto de emergencia nacional en los Estados Unidos de América por la amenaza extraordinaria e inusual que para la seguridad de los EEUU y su política exterior representa Venezuela.
Ingenuo sería pensar que esa acción es consecuencia de un acto irreflexivo o una declaración más del gobierno norteamericano para convalidar la campaña mediática de la derecha venezolana.
No, los gringos no dan puntada sin dedal. Todo parece indicar que el imperio norteamericano se está cansando de financiar a una derecha torpe que se embolsilla más de la mitad del dinero que le envían y no muestra resultados concretos y ha decidido en consecuencia, preparar el terreno para asumir directamente el derrocamiento del gobierno venezolano.
Los argumentos que esgrime Obama para decretar una emergencia nacional que le permita tomar cualquier acción política económica o militar contra Venezuela son los mismos que han usado siempre contra cualquier gobierno o país que no se ¨deje torcer el brazo¨ ¿O es que alguien a estas alturas del partido puede creer que a los gringos les preocupa si los venezolanos comemos o no, si tenemos seguridad o no y si tenemos derechos políticos o no?
No lo decimos nosotros, allí está la historia que deja en claro que a ese imperio sólo le interesan los derechos humanos, la democracia, la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico para usarlos como un argumento que le permita saquear los pueblos de este continente y del mundo.
Lo contrario ocurre con aquellos gobiernos que se pasan por rabo los derechos democráticos, humanos y económicos de sus ciudadanos pero que defienden sin el más mínimo rubor los intereses y la dominación norteamericana. A Pinochet, por ejemplo, jamás le cancelaron la visa norteamericana, ni le congelaron cuentas en EEUU, ni lo acusaron de corrupto y mucho menos lo investigaron por lavado de dinero. Tampoco lo hicieron con Videla, con Stroner, con Somoza ni con ninguno de aquellos sanguinarios que masacraron pueblos enteros en esta América mestiza.
Tenemos entonces que según la declaratoria de Obama, Venezuela representa un peligro para el imperio más grande que ha conocido la historia de la humanidad, porque mantiene preso a un asesino como Leopoldo López, a un ladrón conspirador como Ledezma y a unos terroristas que en sus guarimbas asesinan, destruyen e incendian.
¿De verdad alguien podrá darle credibilidad a semejantes argumentos? No creemos que haya tanto imbécil, pero a decir verdad, a los gringos les preocupa poco que les crean o no. Cuando ellos deciden atacar a un país como hicieron con Iraq, Libia, Afganistán y más poco les preocupa la opinión mundial.
En este caso no han hablado (por ahora) de invasión, pero júrenlo que es una de las cartas que tienen para jugar, pues el gran negocio del mundo se les escapa de las manos y, hasta ahora, no han podido evitarlo. Un millón y medio de barriles por día se están produciendo en la Faja Petrolífera Hugo Chávez, la producción sigue creciendo y los gringos participan como uno más en asociaciones donde toman parte empresas rusas, chinas, iraníes, cubanas, ecuatorianas y pare de contar.
Esa vaina jamás será del agrado de los gringos, pues entre sus planes siempre estuvo (y está) el apoderarse de esa riqueza. ¿Recuerdan que uno de los primeros decretos de Carmona fue derogar la ley de hidrocarburos que les obligaba a pagar 33% de regalías y que además establecía que las reservas de la faja eran de crudo y no de bitumen?
La derecha y sus medios han tratado de ocultar el verdadero motivo por el que los gringos han intentado y siguen intentando acabar con la revolución Bolivariana y que no es otro que el ya expuesto. De igual forma en cada oportunidad que alguien expone la tesis de una posible invasión, sueltan toda su caballería para minimizar y ridiculizarla.
Es por ello, y con la intención de alertar sobre lo que se está ¨cocinando¨, que hoy traemos a usted un resumen de lo que ocurrió en Guatemala en 1954, lo cual no se distancia, a pesar del tiempo transcurrido. de lo que ocurre en Venezuela.
En aquel entonces, el presidente guatemalteco, Jacobo Arbenz, tuvo la osadía de legitimar el derecho a huelga y de avanzar en una reforma agraria que atentaba contra los intereses de una empresa norteamericana tenedora de grandes extensiones de tierra, como lo era la United Fuit Company.
Esa acción del presidente guatemalteco fue suficiente para que ¨en defensa de los intereses norteamericanos y por la seguridad de ese país¨ el asesino Dwight Eisenhowen ordenara la ejecución de un plan que culminó con una invasión a Guatemala, el derrocamiento del gobierno del presidente Jacobo Arbenz y la plena restitución de los derechos e intereses de la empresa norteamericana.
Ahora, imagine usted, amigo lector, si eso hicieron por una empresa bananera que reclamaba una indemnización de cuatro millones de dólares qué podrían hacerle a Venezuela por su petróleo .
Algunos argumentarán que las condiciones no están dadas para una acción norteamericana de este tipo y probablemente tengan algo de razón, pero veamos, brevemente, que pasó en Guatemala y concluyamos que tan lejos estamos de una catástrofe como la que promueve la derecha venezolana en complicidad con el pentágono.
· Contra Guatemala se desató una guerra mediática similar a la que hoy se desarrolla contra Venezuela. Todos los grandes medios de comunicación del mundo fueron cubiertos con fotos, películas, testimonios y hasta comiquitas sobre los ¨horrores y atrocidades del régimen comunista de Guatemala contra su población indemne¨. Se mostraba en ellos un gobierno corrupto y conculcador de las libertades democráticas y de los derechos económicos de los empresarios.
· La Iglesia Católica, manipulando la fe y cuadrándose con los poderosos como siempre, contribuyó a generar las condiciones para el golpe y la invasión. Por intermedio de su más alta autoridad, el Arzobispo Mariano Rosell Arellano, se exhortó dramáticamente al pueblo guatemalteco a rebelarse contra el comunismo "enemigo de Dios y la Patria". Llegaron, incluso, a usar la popular imagen del Cristo de Esquipulas en su guerra contra el gobierno denominándolo "Capitán General de la Cruzada Libertadora".
· Siempre hace falta un judas dispuesto a traicionar. Para completar el plan el gobierno de Honduras, por instrucciones norteamericanas, denunció intentos (nunca demostrados) de invasión de su territorio por parte de Guatemala y el hijo de puta de Somoza convocó una rueda de prensa para mostrar unas pistolas (ridículamente marcadas con un martillo y una hoz) que demostraban que la Unión Soviética estaba armando a Guatemala para que invadiera los países de Centroamérica.
· La escena había sido servida y ese parapeto que aún se llama OEA dio el visto bueno a la invasión contra un país que no tenía aviones de combate y ni siquiera una batería antiaérea.
¿Qué tal? ¿Se repiten las condiciones o no? Concluya usted mismo, qué tan lejos estamos de sufrir una invasión.
Ahora, aclarado lo que los gringos hicieron por una empresa bananera y por tierras, no es difícil imaginar de lo que son capaces por petróleo.
Sin embargo, conveniente es preguntarse qué pasaría en Venezuela después de una invasión.
Sigamos con el ejemplo de Guatemala y veamos algunas medidas tomadas por el gobierno de Castillo Armas quien asumió el poder después del golpe e invasión.
· Se desató una persecución y masacre tan feroz que el propio presidente declaró que ¨¨no se disponía de celdas suficientes para encerrar a los comunistas¨¨
· El sindicato de la United Fruit Company y otros 532 sindicatos fueron proscritos.
· El código penal condenaba a muerte a los autores de huelga.
Mosca pues