1. Porque gracias a la Revolución Bolivariana, el Imperio Norteamericano perdió su influencia en la región latinoamericana y caribeña, mientras nosotros ganamos cada vez mayor influencia mediante los nuevos mecanismos de integración y cooperación legados por nuestro Gigante Hugo Chávez, que han reconfigurado el orden geopolítico de nuestra América, obrando el milagro histórico de la unidad latinoamericana y caribeña.
2. Porque se produjo el despertar de los pueblos que, inspirados en nuestra Revolución, hoy se levantan en busca de su autodeterminación.
3. Porque la espada de Bolívar recorre el mundo, abriendo el camino a la libertad. Soplan aires de rebelión en todas las latitudes, en contra del poder hegemónico que atenta contra el derecho de los pueblos a su autodeterminación y su prosperidad.
4. Por el miedo que le tienen al legado de dignidad y lucha de nuestro Gigante Hugo Chávez, así como al ejemplo de resistencia de un pueblo que decidió ser libre y nunca más subordinarse a los intereses de imperio alguno.
5. Por el modelo alternativo de sociedad salido del genio creador de nuestro Comandante Eterno, que desmorona el imaginario estadounidense de un "destino manifiesto" según el cual el único modo de vida posible para el ser humano es la irracional y explotadora democracia burguesa capitalista que han pretendido exportar al mundo entero. El Estado Comunal y la Producción Social, simientes apenas del ideal de un mundo mejor posible, se erigen como verdaderas armas que amenazan a la oligarquía y el gran capital, representado por las empresas transnacionales. Un modelo de sociedad política sin "representantes" intermediarios que secuestren el poder de la gente para decidir su propio destino, la democracia participativa y protagónica bolivariana. Un sistema económico que no idolatra al mercado como medio para el enriquecimiento infinito de muy pocos a expensas del empobrecimiento estremecedor de la inmensa mayoría de la Humanidad. Sin duda alguna, esto prendió las alarmas del Imperio y sus lacayos alrededor del mundo.
6. Y, como último e insoslayable punto, porque somos los hijos de Simón Bolívar y de Hugo Chávez Frías, y estamos llamados a vencer, ¡Carajo! Por la Patria sagrada, por nuestros hijos, por nuestros nietos, por nuestros padres y abuelos, por nuestros muertos, por nuestros libertadores y por las generaciones que están por venir.
Queda claro que recae sobre nosotros el peso histórico, que llevamos a cuestas con dignidad, a sabiendas que hacemos lo debido por nosotros y por los pueblos del mundo que hoy tienen cifradas esperanzas en la Revolución Bolivariana, como ejemplo de que un modelo alternativo al capitalismo es posible, para poder vivir viviendo, como bien lo decía el Comandante Chávez, lejos del egoísmo, con la dignidad que todo ser humano merece, con verdadera justicia social, enmarcada en el humanismo como valor fundamental para los cambios en el orden establecido que atenta contra la sociedad mundial.
De allí la necesidad del Imperio de seguir manteniendo la alienación inducida por el modelo capitalista que subyuga la conciencia y arrodilla al hombre ante su omnipotente presencia y designios. Entonces, es necesario hacer la revolución cultural, para transformar la conciencia y luego transformar las cosas, por aquella premisa de que un pueblo informado y –agrego- formado, sabe a dónde va, con el arsenal de la moral revolucionaria como arma para la defensa de sus ideales.
Llegó la hora de que los pueblos del mundo levanten su voz contra el imperialismo y griten al unísono: ¡Yankee Go Home! Queda claro que Obama no es más que el mero brazo ejecutor de las empresas transnacionales, son ellas las que nos amenazan utilizando como títere a ese patético renegado de su propia raza. ¡Qué se vayan bien largo al carajo! Camaradas, llegó la hora de la Patria, nos necesita, ella nos ha dado todo, ahora tenemos nosotros que dar el resto para defenderla.
Con profundo amor revolucionario y el respeto de siempre. ¡Aquí nadie se rinde!
Zulika King
Coordinadora del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza
Martes, 10 de marzo de 2015