Casa Presidencial Costa Rica
San José, Su Despacho.
Señor presidente Don Guillermo Solís, me dirijo hoy a usted con todo respeto, y con la confianza que me da el conocer y haber vivido en Costa Rica con mis padres exiliados entonces por la dictadura del General Pérez Jiménez.
El motivo de esta carta es el sentir, que la razón me asiste, y en la lealtad y solidaridad para con un amigo tico que durante los años que ya nos conocemos he aprendido a apreciar como un verdadero hermano, por sus altos dotes intelectuales, morales y de principios y considerarlo como un hombre apegado a la verdad, lealtad y a los principios unidos a su gran amor a Costa Rica, se trata de el embajador (pues para mi lo seguirá siendo) de Costa Rica en Venezuela ingeniero Don Federico Picado G.
Trato de evitar que usted señor presidente en representación de Costa Rica, y quizá por una ligereza, o un consejo de alguien equivocado o tendencioso persista en cometer el grave error y las consecuencias posteriores que pueden traer en el futuro mediato para las relaciones económicas, culturales y comerciales la destitución injustificada a todas luces del embajador de Costa Rica en nuestra patria Venezuela.
Por lo que le pido y solicito encarecidamente que reconsidere esta decisión y rectifique su decisión, respetando las presiones internas y externas que sin duda usted ha sido sometido. Pero es justicia que espero de usted para este amigo y patriota costarricense que bien se merece una rectificación de su parte.
Señor presidente Don Guillermo Solís, haga lo mismo que hizo con el ex presidente Don Oscar Arias. Su embajador de Costa Rica en Venezuela, Ingeniero Don Federico Picado, merece una disculpa de su parte. Con él se ha cometido una injusticia, el señor embajador, no dijo más que la verdad respecto a Venezuela. Verdad, que a mi modo de ver, en nada compromete a Costa Rica, ni a su política exterior. Si esta política, es como así considero verdaderamente libre e independiente de otra nación.
Señor presidente, rectificar es de sabios, restituya en su cargo a Don Federico Picado.
José Juan Requena
Un venezolano gradecido, de corazón tico.