Esta Semana Santa, ha sido bien particular y deja muchas enseñanzas a futuro. Y, no precisamente, por la alegría que caracteriza al pueblo venezolano, que aprovecha estos días más que, para alojarse en la reflexión cristiana, alejarse de los tumultos de las ciudades capitales e irse al disfrute de nuestras playas, ríos y montañas con sus familias. Abril, representa en el subconsciente colectivo del venezolano un mes de resurrección, para siempre quedará en nuestras memorias aquellos días del golpe fascista del 11 y, el derrocamiento de los fascistas por el pueblo venezolano, horas después que se instalarán en Miraflores, reponiendo a nuestro Comandante Chávez en el liderazgo de la Patria un día 13. De allí surgió el decir popular: ¡Todo 11 tiene su 13!
Trece años después, esa misma burguesía, ese mismo imperialismo con sus agentes, queriendo como adelantarse a Abril, pretendieron –nuevamente- retrotraernos a aquellos nefastos días de Abril de 2002, pero, como bien diría Marx en su libro "El 18 Brumario de Luis Bonaparte", parafraseando a Hegel quien, según Marx, "dice en alguna parte, que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez, como farsa". Ahora, ese mismo imperialismo, sus agentes: Capriles, López, Machado, Ledezma; ayer, la Coordinadora Democrática hoy la MUD, sus medios de comunicación, sus universidades, su Conferencia Episcopal, su Fedecámaras, su CTV ayer, hoy la UNETE, se nos han presentado como la farsa que siempre han sido, para intentar arrebatar el poder político de nuestra República Bolivariana de Venezuela, a quien le pertenece: al pueblo venezolano. Y, como tenía que ocurrir, salieron derrotados nuevamente. ¡Todo 11 tiene su 13!
Hoy, como lo hicieron en los días posteriores a la tragedia golpista que representó Abril 2002, con sus 19 hermanos y hermanas venezolanas asesinadas por las balas de francotiradores traídos especialmente desde Centro América para cometer sus horrendos crímenes en las inmediaciones de Miraflores, coordinados con la nefasta y extinta Policía Metropolitana, y dirigidos por los Comisarios del terror: Henry Vivas, Lázaro Forero e Iván Simonovis, en estrecha comunicación con el entonces embajador de los EEUU, Charles Shapiro quien apenas se instalaba la Junta Golpista en Miraflores se regocijaba en su alegría felicitando a "esa inmensa mayoría de venezolanos" que este jueves 11 de abril "demostraron virtudes y valores cívicos ejemplares". Señalando en nombre de su país, que "los Estados Unidos lamenta profundamente los muertos y heridos y expresamos nuestro más sentido pésame a los familiares". Por medio de un comunicado, expresó Shapiro que "el 11 de abril fue un día extraordinario en la historia venezolana. Fue también un día trágico. Lo que comenzó con manifestaciones pacíficas –en ejercicio de un derecho fundamental de las sociedades democráticas- terminó en violencia". En tú conciencia, Shapiro, y en la de tu gobierno imperial, quedarán esas muertes que ayudaste a forjar, gringo insolente y criminal: Jhonnie Obdulio Palencia, Juan David Querales, Víctor Emilio Reinoso, Alexis Bordones, Orlando Rojas, Jorge Tortoza, Ángel Luis Figueroa, Jesús Arellano, José Antonio Gamallo, Jesús Mohamed Espinoza Capote, Erasmo Enrique Sánchez, Pedro Linares, César Matías Ochoa, Nelson Eliécer Zambrano, Rudy Urbano Duque, Josefina Rengifo, Luis Alfonso Monsalve, Luis Alberto Caro y José Alexis González Revette. Venezolanos y venezolanas de distinta posición política, chavistas y de oposición, así lo requería el libreto facturado en Washington.
A diferencia de aquellos tristes días de Abril; como la primavera, Febrero les abortó esta nueva intentona de retrotraernos a ese, superado, tiempo histórico. Por fortuna, el Presidente Maduro, su equipo de seguridad, la FANB y la paciencia del pueblo en resistir sus políticas de "caos económico", los atajó a tiempo en su desventura, su ansiedad de traer tragedia a este pueblo pacífico, pero rebelde. Que clama Justicia contra los asesinos de ayer y los de hoy. ¡Todo 11 tiene su 13!
Pero, este pueblo no quiere más 11. No quiere más muertes de compatriotas por la nefasta ansiedad de poder, ansiedad imperialista de colocar sus garras en nuestras riquezas energéticas, mineras y biológicas. Por ahora, el imperialismo de EEUU y sus agentes han sido derrotados en su intentona de resucitar su 11 de Abril. Al menos, así lo manifiesta su Subsecretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson: "El tono que están usando ahora los líderes (latinoamericanos) demoniza a Estados Unidos como si fuera la fuente de los problemas de Venezuela, cuando no lo somos, y esto nos dificulta avanzar de una manera pragmática" […] "Me decepciona que no hubiera más países que defendieran que (las sancione) no eran para dañar a los venezolanos o al Gobierno venezolano en su conjunto" (http://www.aporrea.org/tiburon/n268064.html). El tema Venezuela, según manifiestan, no será motivo de la Cumbre de las Américas; otra derrota más, al conserje del imperio Barack Hussein Obama, sería catastrófica para el ejercicio de su liderazgo, sobre esta parte del continente americano. Por ahora, el imperialismo de los EEUU, intentará distraer la atención planetaria en otros focos, para lo cual, ya sus países títeres trabajan en ello, como lo hacen en la actualidad Arabia Saudita y su expedición bárbara en contra del pueblo yemení y sus ansias de ser libres y soberanos. O en Kenia, en que esa filial de la CIA, en esa nación hermana africana, ejecutó el asesinato de 147 jóvenes estudiantes de la universidad de Garissa, ejecutados por esa banda terrorista yihadista denominada Al Shabab, brazo político en esa zona de África del grupo extremista Al Qaeda. Algo de eso, terrorismo puro, vivimos ya en 2013, cuando otra filial de la CIA, Vanguardia Popular, quiso llevarnos a terrenos de extrema violencia como la que viven pueblos hermanos de Oriente Medio y ahora, África.
Vivimos tiempos de resurrecciones, nuevas monedas reclaman por ocupar posiciones ante un dólar que ya no da más, nuevos países claman por ocupar la posición que el imperio de EEUU hegemonizó durante todo el siglo XX y parte del XXI. El mundo multipolar, es hoy una realidad que no pudo disfrutar en plenitud, nuestro Comandante Chávez que tanto nos habló de ello. Suramérica y el Caribe, se erigen hoy como una zona de paz y prosperidad para sus pueblos, como contrapeso al neoliberalismo rampante al norte de nuestro continente, que solo lleva miseria y represión a los pueblos hermanos de esa parte de nuestro continente. No pueden ser más dramáticos, los pronósticos del académico de las ciencias sociales, Immanuel Wallerstein: "la situación en Estados Unidos va a empeorar porque se va eliminar la posibilidad que el gobierno sostenga gastos necesarios en este momento, creándose una situación peor que la actual. La fantasía del Tea Party está llevando a Estados Unidos y por consecuencia a todo el mundo en dirección de un crash", concluyendo en su diagnóstico para los próximos años estadounidenses: "Yo veo guerras civiles en múltiples países del norte, sobre todo en Estados Unidos donde la situación es mucho peor que en Europa Occidental, aunque allá también hay posibilidades de guerra porque hay un límite hasta el cual, la gente ordinaria acepta la degradación de sus posibilidades" (Fuente: http://alainet.org/active/48721). Fergunson, es apenas el iceberg de las enormes contradicciones que se viven en la sociedad estadounidense de los tiempos de Obama, el primer presidente afroamericano, valga decir: negro, que dirige la conserjería del imperio de los EEUU. Michael Brown, jamás imaginó, que su muerte en manos de la policía propiciaría un descontento de tal magnitud en ese pequeño poblado de Missouri de apenas 21 mil habitantes, en la cual el 67% de los mismos son afrodescendientes, valga decir: negros. Las protestas populares de esa población, reflejaron cuan brutal pueden ser los agentes policiales de quienes se autoproclaman como los líderes de los Derechos Humanos en el planeta.
Fergunson, dejó al descubierto, la enorme brecha racial entre negros y blancos existentes en los EEUU y, cuán lejos están, de ser satisfechos sus Derechos Humanos. Según la Comisión de Sentencias de EEUU, una agencia independiente en la rama judicial, los hombres negros recibieron sentencias 19,5 veces mayores que sus pares blancos, en situaciones similares entre finales de 2007 y finales de 2011. Si bien, los negros representan el 12% de la población de EEUU, también representan el 40% de las personas encarceladas en los EEUU, según reporta la Universidad de Stanford, en California. Según estudio de la Oficina de Censo, la población negra es la que menos tiene una casa propia, por debajo del promedio nacional. Mientras el 73,4% de los blancos tenía una casa propia, esa cifra era de solo el 43,2% para los negros. La tasa para los hispanos fue de 45,5%. Fergunson desmiente con hechos incontrovertibles, cuan falsa era aquella percepción creada en 2008, cuando Obama se convirtió en el primer presidente negro en la historia de los EEUU, y la mediática imperialista abusó de la expresión "América post racial", como reflejo de que el país había dejado atrás una era de discriminación y prejuicios raciales. Ese pequeño poblado de Missouri, deja al descubierto también, una guerra que se vive a lo interno del imperio, con un marcado perfil racial. Si eres negro y la policía te ve caminando en una zona donde ocurrió un crimen, casi seguro vas detenido, a diferencia si eres blanco. Funcionarios policiales entrenados para la guerra, tropas especiales para la represión de todo aquello que presumen puede ser un peligro para la dominación de la clase dominante: la burguesía norteamericana.
Ser negro en los EEUU, en estos tiempos de Obama, es sinónimo de subversión y debe ser suprimido. Los EEUU hace mucho tiempo ya, pero hoy lo reflejan con mayor claridad a la Humanidad toda, dejó de ser un país democrático y, para nada, es un ejemplo a los demás países del planeta, materia de respeto a los Derechos Humanos. Por ello, Suramérica y el Caribe todo, no lo acompañaron en sus políticas injerencistas y sus amenazas de intervención en Venezuela, señora Jacobson, señor Obama. Ya dejamos de ser el patio trasero, y una nueva época de paz, soberanía e independencia recorre este continente, acompañada como acostumbran decir nuestros pueblos, por la espada de Bolívar, nuestro Padre Libertador. Tiempos de resurrección se viven en la América toda, como este nuevo Abril, en que el pueblo venezolano trajo a la vida a nuestro Comandante Chávez, trece años atrás…¡En la hora de los pueblos, los imperios languidecen!