La Tercera Frontera de los Estados Unidos

De todas las islas nerlandesas, mejor conocidas como las Antillas, Curazao es la más grande y mayor poblado. Con menos de 200,000 habitantes, la mayoría residenciada en la capital, Willemstad, Curazao esta jugando un papel estrátegico de alto importancia para el gobierno de Washington. En el año 1999, el gobierno de los EEUU cesó de utilizar a su base áerea Howard en Panamá como principal centro de operaciones militares en la región, y estableció tres bases pequeñas y operativas para reforzar sus misiones anti-narcotráficas y aumentar sus capacidades de monitoreo y vigilancia en la zona del caribe y Sur América. El 1 mayo 1999, Washington comenzó operaciones desde estas Forward Operating Locations (“FOLs” Centros de Operaciones de Avanzado) en Aruba, Curazao y Manta, Ecuador.

El FOL en Curazao, basado en el Aeropuerto Internacional Hato, tiene la capacidad de dos aeronaves grandes, dos medianas y seis pequeñas, con un personal de operaciones y mantenimiento de entre 200 y 230 personas. También aloja aviones F-16 de la Fuerza Aerea estadounidense, aviones P-3 de la Armada, aviones E-2 de advertencia temprana y aviones E-3 de la Fuerza Aerea de los EEUU. Aruba, más pequeño en territorio, hospeda al FOL en su Aeropuerto Reina Beatriz, donde éste tiene la capacidad para dos aeronaves medianas y tres pequeñas, con un personal permanente de 15 personas y uno temporal de operaciones y mantenimiento de 25 personas. A menos de 50 kilómetros de la costa venezolana, estas bases operativas de Washington podrían ser utilizadas como punto de lanzamiento de una agresión militar hacia Venezuela. Muchos lo dudarán, pero acontecimientos de los últimos días afirman la posibilidad de este escenario.

En estos momentos, el Pentágono esta realizando un ejercicio militar de inmenso poder, con cuatro buques de Guerra, incluyendo al portaviones U.S.S. George Washington, que carga 85 aviones de combate a bordo y más de 6.500 efectivos de las fuerzas armadas estadounidenses. El Destructor U.S.S. Stout, el Crucero de misiles guiados U.S.S. Monterey y la fragata U.S.S. Underwood, lo acompañan en la Operación “Sociedad de las Americas”, dando una muestra del poder armamentista y bélico de los EEUU que no se ha visto por mucho tiempo en esta región. El U.S.S. George Washington se partió del Comando Sur en Miami el pasado domingo 9 Abril, pero antes de desembarcar, tuvo una visita muy especial. William Brownfield, embajador de los EEUU en Venezuela, tuvo una reunión a bordo del George Washington con el Comandante del Comando Sur, Bantz Craddock, para “conocerlo” y hablar sobre el ejercicio militar que se estarán realizando por toda la costa venezolana. Hay 32 paises participando en esta “operación”, pero Venezuela no forma parte de ese grupo y llama mucho la atención que el único embajador que visita este poderosisimo portaviones de Guerra, que además, viene en camino hacia Venezuela, es Brownfield.

La fragata U.S.S. Stout, destructor con misiles guiados, estuvo de visita en Curazao el mismo domingo, Abril 9, hasta el día 12, donde tomó al pueblo curazaoeño por sorpresa, ejecutando un cambio de comando del comandante de la nave en todo el Megapier de Willemstad. Después de asumir su mandato, en la presencia de la Primera Ministro de Curazao, Emily de Jongh Elhage, la teniente gobernadora Lisa Richard-Dindial y el Cónsul General de los EEUU, el nuevo comandante Thomas K. Kiss invitó a un grupo de periodistas hacer un recorrido por la nave para observar lo que un folleto hecho por el Pentágono y repartido a la prensa considera “una formidable presencia para defender a los intereses de los Estados Unidos.” El Comandante Kiss comentó a la prensa en voz alta que “...somos la Fuerza Naval más poderosa del mundo y los EEUU defenderán en todas las circunstancias a sus amigos en el area.”

Un articulo en el periódico La Prensa de Curazao del 11 abril 2006, comenta que los periodistas seleccionados para hacer el recorrido a bordo del Stout no se atrevieron a hacer la pregunta que todos quieren preguntar: “¿Tiene algo que ver la presencia de esta nave aquí con los acontecimientos de los últimos tiempos y las relaciones con Venezuela?” Ni los periodistas de Curazao creían a la linea oficial de Washington sobre la visita de recreación y placer de esta nave y las otras que vienen en camino a la zona. “Ya hemos escuchado ese argumento en otras oportunidades,” dice La Prensa, “pero son pocos los que creen que estas visitas se tratan solamente de recreación y de placer. Este militar al frente de dicha nave que vigila por todas partes mira en dirección de Venezuela.”

La visita del Stout a Curazao fue acompañada por Jane Akkers, autor del famoso ensayo escrito y publicado por el Departamento de Estado, “La Tercera Frontera de los Estados Unidos”, donde se señala que las islas de Curazao, Bonaire y Aruba forman parte de la frontera geopolítica de los Estados Unidos. En los últimos meses, empresarios vinculados con el gobierno de George W. Bush han adquirido negocios y propiedades estratégicamente importantes en la isla, incluyendo a la compañia de seguros más grande de Curazao, Ennia, acciones en Aqualectro, la empresa de agua y electricidad de la ciudad de Willemstad, el Banco del Caribe y el Hotel Van der Valk Plaza. Washington también esta buscando ampliar sus operaciones militares en la isla, y quieren establecer una base naval en una bahía en la costa occidental, justamente donde ahora tiene PDVSA su terminal de petroleo. Y PDVSA, que tiene un contrato con el gobierno de Curazao para utilizar la refiniería en Willemstad, también esta bajo amenaza. Hay dos empresas petroleras de Texas vinculadas con la familia Bush, incluyendo a Valero Oil Company, que actualmente tiene ya sus operaciones en la isla vecina, Aruba, que estan en conversaciones con el gobierno de Curazao para comprar la refinería. Esto implicaría una gran pérdida para Venezuela en cuanto a su política petrolera, pero más, sería una pérdida geo-política y estratégica, dejando caer en manos de Washington a nivel económico, energético y político, un territorio importante a pocos minutos de la costa venezolana.

Después del recorrido al bordo del U.S.S. Stout, un periodista de Curazao comentó que “Al desembarcar de la nave de guerra, tuvimos la sensación que, de repente ahora somos muy importantes, y que nos han redescubierto.” Ojalá que Venezuela también descubra la importancia de esta isla humilde y pacifista, diversa en razas, culturas y tradiciones, e impida los intentos de Washington de imponer su dominio en este hemisferio.


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Eva Golinger


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