Siempre se ha dicho que el único ser viviente que tropieza con la misma piedra es el hombre. Ciertamente en la larga experiencia que tenemos con los gobiernos colombianos, ha quedado demostrado eso. Pese al histórico malandreo de esa rancia oligarquía, que sojuzga y pisotea al hermano pueblo neogranadino, Venezuela, siempre haciendo el papel de la hermana gafa, es la agresora, es la mala vecina, es la hermana maluca conra su hermanita de la caridad, pero cuando revisamos la historia, la realidad, es que resulta ser la hermanita mutilada, a quien los herederos de Santander, no solo le han arrebatado parte de su histórica geografía, sino que todavía quieren más, quieren ahora aparte de la marañita que nos dejaron de la Guajira, quieren la Media Luna, proyecto de Alvaro (Alvarito) Uribe Velez, o lo que es igual los estados Zulia, Táchira y Apure. Casi nada.
Por eso todas las trampas armadas contra la vida de nuestra patria. Con el presidente colombiano ( el número 81 en la lista de los más buscados por la DEA, como capo del narcotráfico), perdimos la cuenta de las reuniones, promesas y apretones de mano con el comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías. Milagrosamente o tal vez por el amor del pueblo colombiano, el comandante Chávez, visitó Cúcuta para reunirse con su par de la época y pese a la imprudente ruptura del protocolo, no hubo ningún intento de magnicidio, sino amor desbordante de nuestros hermanos hacía ese líder. Aunque sabemos que desde el oficialismo, donde Juan Manuel Santos era el segundo de abordo, había el firme propósito de eliminarlo físicamente, como quedó demostrado cuando ese gobierno sembró cientos de paramilitares en la finca Dacktary en el estado Mirando Miranda a escasos kilómetros de Caracas,con el encargo de asaltar el Palacio de Miraflores, sede central del gobierno, asesinar al comandante Chávez, a su tren ejecutivo y a sus más cercanos colaboradores. El Comandante de la operación, mostraría en las cámaras de TV la cabeza del gobernante venezolano, con cuya muerte habrían convertido a Venezuela en una réplica de la Libia actual.
Pues bien ahora, los mismos operadores de Uribe, desde la presidencia y desde la Cancillería, activan la misma trampa, pero esta vez contra el Presidente Constitucional, Nicolás Maduro Moros. El Modus operandi; el mismo. Primero, en plan de guapetón de barrio, Santos sale, desafiando a la revolución bolivariana y al pueblo venezolano, poniendo condiciones para el diálogo. Menudo caraetabla, cuando desde el palacio del Narquiño, perdón, de Nariño, legaliza y apoya el robo de combustible, alimentos y demás productos venezolanos, para venderlos en territorio colombiano y exportarlos, como productos propios. Es tanta la desfachatez, que la Alcaldía de Cúcuta, tiene un mercado popular, que lo surte exclusivamente con el contrabando que llega desde Venezuela y la estatal petrolera, es la cliente número uno de las cooperativas de pimpineros a quienes compra combustible, para exportarlo, como producto propio.
Con todo eso y luego de haber pedido la captura internacional del presidente Maduro, por "malandro", viene la misma lobista con su carita de yo no fui, y mal lavada, a propiciar el diálogo entre los dos mandatarios.¿Se puede creer en semejante maniobra?. Seguramente veremos al invasor de Ecuador y responsable del envío de paracos a Miranda, rasgándose las vestiduras y hablando de la hermanda histórica entre Colombia y Venezuela, tal como habitualmente lo hacía su mentor y jefe Alvaro Uribe, frente al mundo al lado del Comandante Hugo Chávez. Es decir, el abrazo fraterno, frente a las cámaras de TV, pero en la manga, el trapo enrollado en el puñal, que servirá para dar la puñalada trapera.
Si alguien tiene que poner condiciones, no para abrir, sino flexibilizar la frontera, porque abrirla de nuevo, es el suicidio de la Revolución Bolivariana; es Nicolás Maduro, cuyo pueblo, que lo eligió, está siendo víctima de un vecino forajido, estado fallido, narco -estado, ocupado y manejado por el principal cliente que consume el 70 por ciento de la coda que produce Colombia. Para controlar ese producto tiene las siete bases receptoras, que de paso, sirven para espiar y amenazar al continente suramericano. Por eso no podemos bajar la guardia, las medidas tomadas son las correctas, no son negociables. Mucho cuidado compañero presidente y equipo cívico m militar de la revolución. ¡Mosca...! se activa la trampa que montó Uribe a Chávez, ahora contra Maduro.