Las recientes declaraciones del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Hussein Obama, urgiendo a sus operadores en Venezuela a disparar los resortes para la salida de Miraflores de Nicolás Maduro, cuanto antes, y su gira por Cuba y Argentina en una demostración, de que ante la incompetencia de sus peones en Latinoamérica, está decidido a tomar el bastón de mando contra UNASUR, ALBA, CELAC y MERCOSUR, a los revolucionarios solo nos queda un camino; relanzar las líneas del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, para dejar atrás las medias tintas y radicalizar la revolución bolivariana, que pese a algunos guabineos, continúa más viva que nunca.
Obama y su proyecto soñado de no dejar la Casa Blanca sin antes haber defenestrado la unión suramericana y caribeña, representada por la UNASUR, ALBA, MERCOSUR, CELAC y en su lugar clavar las garras del ALCA, cuenta en el continente con los gobiernos de los países miembros de la Alianza del Pacífico, México, Colombia, Perú y Chile. Ahora tiene un nuevo aliado circunstancial con la dictadura disfrazada de Maurcio Macri en Argentina, la cual está siendo utilizada por el imperio como pivote contra este movimiento de los países considerados por USA, como su patio trasero, pero que con la insurgencia de Chávez en Venezuela y su doctrina bolivariana, que incendió la pradera de los pueblos con ansias libertarias, ha puesto de cabeza al imperio del norte y sus aliados de la Unión Europea.
Los esfuerzos de la Casa Blanca y el Pentágono, están al máximo, porque ven el peligro no solamente en lo que representan en la región estos cuatro foros Latinoamericanos y caribeños, sino sus acercamientos y alianzas, con los BRICS y todo el poder insurgente de la Euroasia y el gigante asiático, China, que poco a poco han venido constituyéndose en un contrapeso, para los planes hegemónicos de la alianza de poder imperial de occidente.
El panorama para el capitalismo del Siglo XXI, que ya está tocando techo en su fase superior, es sumamente complicado, debido a los lodazales en que se ha atascado con sus políticas violentas. Su poderío militar ha arrasado países como Irak, Libia, Afganistan y Siria en buena parte, pero no ha logrado sus objetivos, se ha encontrado con el pétreo muro de contención formado por la conciencia de los pueblos, que pese a los asesinatos en masa, con los "bombardeos humanitarios" y los ataques terroristas, con mercenarios entrenados, financiado y sembrados por la CIA y el MOSSAD, no se rinden y por el contrario le hacen morder el polvo de la derrota. El ejemplo más patente es, Siria, que con su líder Bashard Al Assad, a la cabeza y el apoyo de Rusia, ha logrado derrotar a los pupilos de Jhon McCaín y a la coalición occidental, liderada por USA y la UE, que con el pretexto de luchar contra el EI, solo persiguen derrocar al legítimo presidente constitucional y fraccionar al territorio sirio, para clavar allí sus sanguinarias garras y robar los recursos naturales de esa digna nación.
Esa complicación del panorama geopolítico para los planes imperiales, juega a favor de los revolucionarios, que debemos retomar las enseñanzas de Hugo Chávez, de Lenín, Marx, El Ché y el legado de Simón Bolívar, José Martí, Antonio José de Sucre, Miranda, José de San Martín, Sandino y demás libertadores de América Latina y el Caribe, relanzar el proyecto de la Espada de Bolívar, para todo el continente, con decisión, determinación y trabajo diario, para lograr la Unidad, Lucha, Batalla y Lealtad al proyecto bolivariano para alcanzar la victoria final, que nos permita levantar las bases del socialismo auténtico, derrotar el revisionismo, la vacilación, la corrupción y las desviaciones que han venido agrietando al proceso revolucionario y que los herederos de esa aguerrida raza aborigen, que fue martirizada y sometida al exterminio, pero que nunca se rindió, tenemos que defender frente a la arremetida imperial.
