Nuestra mal llamada civilización se ha venido desarrollando durante miles de años, hemos atravesado como especie todo tipo de situaciones, buenas y malas, tristes y felices, algunas maravillosas otras muy duras y terribles. Hemos evolucionado desde ser seres prehistóricos casi al mismo nivel que otros animales, a llegar a lo que somos hoy en día, el único animal que puede cambiarse a sí mismo y así cambiar sus circunstancias.
Al parecer, no hemos sabido utilizar correctamente ese maravilloso don del que nos ha dotado la madre naturaleza, y hemos utilizado casi siempre de forma negativa, la posibilidad de desarrollar infinitamente nuestra inteligencia.
Nos preguntamos a veces que tipo de civilizaciones hubiéramos desarrollado en nuestra “Abya Yala” de no haber llegado a sus hermosas costas las huestes del imperio español, que sociedades habrían construido nuestros hermanos del norte de no haber sufrido la conquista y el exterminio del naciente imperio angloamericano. Al igual que en la madre África, que circunstancias nos hubiéramos creado de haber la historia sido diferente?
Pero la historia es como es y nos trae a una realidad inevitable, desde que el ser humano adoptó el estilo sedentario de vida, y comenzó a crear lo que hoy conocemos como “cultura” paralelamente y casi siempre de forma entrecruzada surgieron las ideologías y los dogmas, estas formas de manipulación nos hicieron atravesar momentos de creación y crecimiento, épocas de sombras y oscuridad, renacimientos, revoluciones, guerras, prosperidad y miseria.
Hoy estas ideologías nos han traído de forma cada vez más acelerada a un punto de inflexión en el increíble relato de nuestra frágil especie. Es este quizás uno de los momentos más importantes y decisivos para nosotros y para el planeta en que habitamos.
El desarrollo de una ideología capitalista totalitaria, disfrazada de sistema o modelo económico, que nos llevó a las guerras de conquista, los conflictos religiosos y a brutales genocidios, hoy nos pone al borde de un desastre ecológico planetario y de un conflicto de carácter global donde nadie puede prever sus resultados y consecuencias.
Para algunos es el desarrollo inevitable de lo que llamamos civilización, el resultado del único sistema posible, el capitalismo. Para otros es un siniestro plan llevado a cabo por unas minorías enfermas que han construido su imperio económico cleptocratico, a expensas del sufrimiento de la gran mayoría, un imperio basado en el fraude y el robo más descarado. Hoy estas elites por medio de su brazo armado imperial UsaAmericano, la O.T.A.N. y sus mafias económicas encarnadas en instituciones como el banco mundial, el F.M.I., el club de Paris, el banco central europeo, la reserva federal gringa (que no es reserva ni es federal) entre otros, está llevando a cabo un tenebroso proceso de destrucción de los estados/nación, destruyendo la democracia y sembrando la dependencia.
El intento de restauración neoliberal en Latinoamérica es solo parte del plan, El apoyo irrestricto a gobiernos asesinos y a todo tipo de fuerzas retrogradas, la desestabilización y los golpes de estado en contra de gobiernos progresistas , El financiamiento de las oligarquías locales, el uso de los medios de comunicación como armas en sus guerras de cuarta y quinta generación, la creación y financiamiento de grupos terroristas ,en fin , la siembra del caos y la desintegración de naciones soberanas para crear,( por medio de sus T.L.C. y otros tratados internacionales como el T.T.I.P., impuestos obligatoriamente por medio de sobornos y chantajes, discutidos en secreto sin que los ciudadanos tengan la oportunidad de decidir sobre su aplicación o contenidos), un gobierno global de las corporaciones transnacionales al servicio del 0.1%.
Esta es nuestra realidad actual, estas son las circunstancias, lo bueno es que tanto la realidad como las circunstancias pueden y deben ser cambiadas, si queremos preservar la vida en nuestro hermoso planeta. Es más que necesario un cambio, sí, pero el verdadero cambio debe comenzar dentro de cada uno de nosotros, ha llegado el momento…
