Observando el desolador espectáculo del SR. Banki Moon, y muchos de los personeros políticos que hicieron su “stand up comedy “en las Naciones Unidas, nos vemos aterrados por el discurso hipócrita y el doble rasero de estos señores. A personajes como Obama, Macri o el usurpador Temer no se les puede creer ni la mitad de lo que no dicen, y de todas sus palabras se debe entender todo lo contrario. Expertos como son en acusar a otros de sus defectos, pecados y atrocidades, convierten a las víctimas en verdugos y a los verdugos asesinos en inocentes corderitos que luchan por la libertad y la democracia.
Lo único que puede sacarse en conclusión de una reunión como esta, es la necesidad extrema de un cambio radical en las estructuras y el funcionamiento de una organización de gobernanza mundial, que hoy se encuentra más al servicio de un pequeño grupo de países, que a su vez están al servicio de las corporaciones transnacionales de la muerte, que de los pueblos y naciones del mundo que buscan, paz, justicia y la igualdad social.
Escuchar al presidente Obama, acusar al pran ruso de injerencista y guerrerista, cuando el premio nobel de la paz a batido records en la creación y continuidad de las guerras “humanitarias” del imperio, y en la desestabilización descarada de los países con recursos que no quieran dar su “brazo a torcer”, o que simplemente estén en una situación geopolítica privilegiada, es tragicómico. Debería sentirse avergonzado este personaje de mentir tan descaradamente y mostrarse ante el mundo como un líder que solo busca la paz y el bienestar de los pueblos, eso no se lo cree ni su mujer.
Peña Nieto, Macri y Temer el usurpador, parecen cortados con la misma tijera, sueltan su rayada diatriba de progreso y esperanza, mientras en sus países instalan las más brutales medidas neoliberales, y ya empiezan a aplicar otra vez la represión y la intransigencia siempre necesarias para poder instaurar otra vez el austericidio que la gran mayoría de sus pueblos ya conocen y saben que solo beneficia a los ricos y destruye el nivel de vida de los pobres y las clases medias.
El mundo que hemos conocido hasta ahora está desintegrándose, el sistema de producción capitalista, agotado por las crisis cíclicas inducidas, ya no aguanta, por más que inventen y especulen, la deuda acumulada por el sistema financiero es impagable, el crecimiento de las grandes potencias está estancado y el sanguinario modelo imperial solo se mantiene con vida por medio de las guerras, el fraude y la corrupción que es lo único que la gran mayoría de los políticos de la corporocracia y la cleptocracia financiera mafiosa exportan a otros países .
Pero la bancarrota económica no supera la bancarrota moral de la que el mundo es hoy víctima, gracias a la industria de la mala cultura y sus medios de desinformación masiva que han logrado insensibilizar una gran cantidad de los ciudadanos del planeta.,
Nos acostumbran a la violencia, al egoísmo y exaltan la avaricia y el delito. Destruyen el tejido social de los pueblos, desintegran comunidades, creando millones de desplazados a los que después acusan de sus fracasos. Nos han convertido en consumidores compulsivos Y nos mantienen a todos bajo un continuo régimen de terror. Poco a poco han desmantelado la educación y banalizado la cultura, van acabando con el conocimiento y convirtiendo todo en un espectáculo ilusorio.
Los discursos del administrador del imperio y sus lacayos son el ejemplo más fehaciente de esa gran bancarrota moral en la que el capitalismo salvaje ha hundido a la humanidad. El mundo es hoy más desigual que nunca, la miseria no hace sino crecer y el delicado, complejo y hermoso paraíso que es el sistema natural que le da vida al planeta está más y más enfermo y contaminado por culpa de la avaricia desatada por un modelo equivocado al que las grandes elites y sus lacayos se aferran irracionalmente.
Hoy en día las grandes transnacionales se fusionan entre si creando grandes monopolios que controlan y manipulan mercados, precios, los procesos de extracción y lo más grave ,se apoderan de las tierras más fértiles y el agua potable y dominan el mercado de semillas transgénicas y los agro tóxicos que hoy lo envenenan todo. En su afán de lucro irracional estos monstruos corporativos nos llevan a una casi segura apocalipsis inducida por el desastre ecológico y la carrera armamentista.
Banca rota moral, banca rota económica, crisis social y política. El modelo capitalista nos conduce al desastre por los oscuros caminos de la austeridad, la pobreza y el autoritarismo global.