Esto pide la derecha criolla en la OEA: un clon de Pinochet…

"El error que profeso a la opresión no me permite ser víctima de este sacrificio. "

Simón Bolívar

Hay que reiterarlo para que no se engañen cientos de venezolanos que a ciegas siguen a una oposición que clama por la intervención gringa y la toma del poder por una tiranía copia y calco de la chilena de la década de los años setenta y ochenta; advertirles lo trágico que ello sería porque de ocurrir, lo que no es posible descartarlo, pues ha sucedido varias veces en estas tierra Latinoamericanas y Caribeñas, sus consecuencias serían fatales hasta para muchos de aquellos de los que claman por el golpe, tal y como sucede cuando caen las bombas "humanitarias" que suelen lanzar los gringos y su OTAN en cualquier latitud del globo, como sucedió, por ejemplo, en Yugoslavia, en Iraq, en Afganistán y en Libia, en donde cayeron masacrados cientos de miles de personas de todas las edades, de todos los sexos y de todos los colores políticos y quizás las más sin militancia partidista alguna, porque aún no se han inventado las bombas sólo mata comunistas o chavistas…!!!

Sobre esa realidad, una vez más traemos a la memoria como un excelente ejemplo muy aleccionador, más allá de que sea bien acertado el dicho ese que sostiene que "nadie aprende por cabeza ajena" la experiencia trágica de dos cipayos chilenos de muy alta alcurnia con motivo del cruento derrocamiento de Salvador Allende en septiembre de 1973 y el advenimiento de la dictadura de Pinochet, Eduardo Frei Montalva, dirigente histórico del partido Social Cristiano Chileno y ex presidente de la República (1964/70) y Bernardo Leighton Guzmán, igualmente dirigente de primera línea de ese mismo partido, quien ocupó la cartera del Interior en ese gobierno de Frei Montalva.

Eduardo Frei muere envenenado casi diez años después, en enero de 1982, durante una operación de una hernia en una clínica de Santiago, con gas mostaza sulfúrica, talio y otros agentes químicos, como lo comprobó la justicia chilena al ser exhumado su cadáver en el 2006, todo ello maquinado por la Policía Política de Chile, la DINA (Asesinato de Eduardo Frei - Wikipedia, la enciclopedia libre) y Leighton Guzmán, quien junto a su esposa, Ana Fresno, quedó paralítico de por vida luego que sicarios contratados por esa misma policía política, los acribillaron a balazos en 1975 para asesinarlos en Roma donde vivían como exiliados, sin que lograran su objetivo (*).

Sobre el primero, Frei Montalva, hay que decir que es voluminosa la documentación desclasificada que comprueba que recibió altas sumas de dinero de la CIA, no solamente para apalancar y asegurar, en una primera etapa de su vida política, el éxito de su campaña por la presidencia a comienzos de la década de los años sesenta, como para sufragar los costos de sus andanzas en contra del gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende (El apoyo de la CIA al PDC - Archivo Chile) y en el caso de Leighton Guzmán, diremos que por su alta posición en la dirección del mismo partido de Frei, resulta muy cuesta arriba llegar a pensar que él no estaba al tanto de esas ayudas de la CIA y para qué las erogaba esa agencia creada para el espionaje y la injerencia gringa en el mundo, todo lo cual nos muestra lo paradójico que resulta evidenciar que mientras ambos tenían una gran cercanía con el gobierno imperial de Washington, al punto de que hacían parte de la lista de los lacayos que recibieron de él abundantes dólares y que abiertamente apoyaron el derrocamiento de Allende, tan importantes credenciales de nada les sirvió a ninguno de los dos para asegurarse sus propias existencias e impedir que la dictadura pinochetista los liquidara, sin compasión alguna…

La relación de nombres de otras personas con distinta militancia a la de los socialcristianos mencionados que también cayeron en la lista negra de la Junta Militar comandada por Augusto Pinochet, es bastante numerosa. El asesinato y la desaparición de personas fue la política de Estado que se implantó en el país sureño con el beneplácito de Washington, lo cual permitió que esa dictadura durara más de 17 años y dentro de esa política de extermino y persecución implacables estuvieron incluidos Diputados, Senadores, Ministros de Estado, rectores de universidades, alcaldes, intendentes, funcionarios públicos, periodistas, profesores y académicos, sacerdotes, dirigentes sindicales, sociales y políticos, etcétera, etcétera (Abran este enlace de Wikipedia, página a la que nadie pudiera calificarla de estar al servicio del comunismo internacional, para que se enteren de la barbarie del pinochetismo: Víctimas militares del Régimen Militar de Chile - Wikipedia, la ...)

De manera que con estas líneas intentamos buscar la manera de que dirigentes de la oposición, pero más aún quienes les siguen creyendo sus ofrecimientos y que aún no les ha llegado la disociación psicótica a términos irreversibles y que, además, todavía les queda un hálito de sensatez y racionalidad, lleguen a la conclusión de que la democracia venezolana que hoy vivimos, con todas las fallas y errores que haya podido cometer, jamás nos llevaría por la senda de la barbarie y del asesinato planificado, como sí lo haría un régimen tiránico impuesto por Washington en complicidad con la derecha troglodita que entre zancadillas y dimes y diretes, intenta cohesionar una falsa unidad en torno a la fulana MUD para "salvar el país" que nada tiene que envidiarle a la Coordinadora Democrática que provocó en 2002 no solamente el golpe de Estado y el paro petrolero terrorista que dejaron ambos un saldo trágico de incontables víctimas (muertos y heridos) y pérdidas cuantiosas a la economía del país…

Nota:

(*) Según Wikipedia, en 1957, exactamente el lunes 6 de octubre fue baleado Leighton junto a su esposa por neofascistas italianos, entre los cuales fungía de jefe del grupo Stefano Delle Chiaie en la puerta del edificio del apartamento donde vivían en Roma. Según documentos desclasificados de la CIA, Delle Chiaie había contactado antes al agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Michael Townley y al cubano Virgilio Paz Romero (un compañero de Luis Posada Carriles), para preparar ese atentado.

(**) La historia de la persecución y el asesinato como política de Estado en nuestra Región con el apoyo logístico y financiero de Washington es demasiado larga y se pudieran ubicar sus peores momentos entre las décadas de los años 20 del siglo pasado con Juan Vicente Gómez en nuestro país hasta la década de los ochenta, con personajes de la calaña de Alfredo Stroessner en Paraguay y en donde sobresalen por sus aterradoras prácticas de persecución y muerte a quienes osaran adversarlos, personajes, Rafael Leonidas Trujillo en República Dominicana, Tiburcio Carias Andino en Honduras, Anastasio Somoza García y su hijoAnastasio Somoza Debayle en Nicaragua, Fulgencio Batista en Cuba, Manuel Odría en Perú, Rojas Pinilla en Colombia, Pérez Jiménez en nuestro país, Hugo Banzer en Bolivia, Rafael Videla en Argentina y entre otros, Juan María Bordaberry en Uruguay…



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Iván Oliver Rugeles


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