Sirve de poco decir “yo lo dije”. Apenas para lo más inútil del mundo: descargar una arrechera. Son legión los artículos en los cuales –no por intuición sino por conocimiento- he venido alertando acerca de los peligros que asechan la patria. La Revolución Bolivariana no está enfrentada a hermanitas de la caridad. Estamos hablando del imperio más genocida de la historia. Estamos hablando del aparato de inteligencia más probado en la historia de nuestra América desestabilizando, invadiendo o extirpando gobiernos progresistas. Eso es lo primero a ver si aterrizamos de una buena vez.
No aprender de la historia es condenarnos a repetir los horrores (noten que no digo errores). Hace tiempo que llamo la atención sobre la estrategia distraccionista que están aplicando en Venezuela. Si observan la evolución de los últimos acontecimientos verán como toda nuestra atención está centrada en una peleita intrascendente, ruidosa y necia entre payasos. Mientras, nos ponen a emplear nuestras energías y atención en la condición sexual de unos muñequitos fascistas o en los manejos de un par de animadores de televisión con características de enajenados mentales, Mr. Negroponte y su CIA nos infiltra. ¿Y nosotros?, gozando una perinola jugando a la grandilocuencia revolucionaria, ¿cuánto nos queda en todo eso?, porque si no queda nada, entonces es gamelote.
Veamos… ellos se posicionan, nos siembran miles de paramilitares listos para actuar en cualquier momento y ocupando espacios, cobran vacuna, aplican sicariato, secuestran y desorganizan. Hace apenas unos días la FARC destruyó unos camiones cisternas (80) en la Guajira, ¿la razón?, todo el negocio mil millonario con gasolina venezolana está dominado y administrado por los paramilitares. Están en Zulia, Táchira, Mérida, Apure y Barinas por miles. También están en el Distrito Sucre en plena ciudad capital. ¿Para qué?, ¿para qué se siembran paramilitares –asesinos capacitados para matar con frialdad inaudita- a lo largo de los estados “azules” (Plan Balboa) y en los barrios de Caracas?, ¿cuánta atención le estamos poniendo a eso?, ¿estamos activando la inteligencia social?
Sólo he visto a un par de compatriotas escribir reflexiones sobre el tema: JotaDobleVe y Jorge Mier y poco más. Todos los demás nos hacen recordar los días absurdos en que todo el problema de la revolución y la contra estaba centrada en si Walter Martínez debía tener un programa en VTV o no. ¡A despertar compatriotas!, ¡despertamos, aplicamos talento y sindéresis, tensamos nuestros músculo o nos arrasan! Toda la atención puesta en lo intrascendente… ¡qué papayita!... incluso atacándonos unos a otros a galonazo limpio…este sí es… este si habla claro…así es que es pana… ¿la verdad?, tú por mí, yo por ti… y la casa sin barrer.
¿La quieren más clarita? Prestemos un poquito de atención a las cosas, levantemos la vista del ombligo y veamos lo que está pasando. ¿Para qué y por qué introduce EE.UU. “equipamiento militar” (explosivos, detonadores, mechas, etc.) en franquicia diplomática?, ¿nadie recuerda como hicieron con el compatriota y mártir Allende?, ¿no fueron armas introducidas en “valija diplomática” las que sirvieron para asesinar a Schneider?, ¿no fue el asesinato de Schneider el paso previo al golpe de Pinochet?, ¿qué propósito tienen?, ¿cuántas veces han hecho esto con la complicidad de apátridas?, ¿no les parece una estupidez distraernos cuando el enemigo se mueve y afila las garras para asestarnos un golpe en la yugular?
¿Han observado la conducta de sus empresas de desinformación? El ataque de Israel al Líbano lo llamaron “conflicto”, no invasión y genocidio. La introducción de insumos para actos terroristas amparados en la valija diplomática en Venezuela lo llaman “impasse”, no agresión. La noticia –lo que debe existir pues- para todos los venezolanos, según el Nazi-onal, el Uniberzal, RCTV o Globovisión es el “segundo round” del dúo dinámico efebo contra el gordo grosero chavista. ¿Por qué?, ¿casual? Nada en esta guerra es casual, todo está fríamente calculado.
Hagamos un ejercicio. Metamos unos papelitos en un sombrero con estos nombres: paramilitares, sicariato, “gano y cobro”, Zulia, Táchira, Mérida, etc., explosivos, armamento, petróleo, secesión, fraude, violencia, traidores, fascistas, CIA, medios, dólares, apátridas, corruptos, oportunistas… ¿ya? Ahora vamos a remover los papelitos. Tirémoslos en una mesa a ver que sale… ¿ya?, ¿qué salió?, ¿qué dice el mapa?, ¿vamos a seguir en esto?
Veamos sobre lo que escribimos y lo que hacemos, miremos hacia un pueblo desorganizado, abramos los ojos y procedamos en consecuencia. Ya está bueno de estupideces. Vean esta muestra: Vuelvan Caras pinta un mural por el genocidio de El Líbano en Mérida. Vuelvan Caras no es del cogollo. El alcalde bolivariano borra y echa pintura sobre el mural. Los Tupamaros pintan un mural. Los tupamaros no son del cogollo. El alcalde bolivariano borra el mural. Carlos Escarrá tiene una reunión con el pueblo en Mérida. El gobernador no presta el local. Se cansó de que lo critiquen ¿ven? Reitero… ¡cómo se deben estar riendo!, ¡qué papayita!
Organización popular. Atención a las cosas que la merecen. No sirvamos de tontos útiles, no juguemos el papelito del rey Boabdil el chico…”llorar como niños lo que no supimos defender como hombres”. Aquí hay mucho “revolucionario” viviendo del cuento. ¡Ya está bueno! Lo primero que debemos hacer es no subestimar al enemigo. Conocer sus argucias. Desmontar sus jugadas. Derrotarlos, compatriotas, derrotarlos, lo demás es cuento y río de hojas. Hay que ir al pueblo, organizarlo y concientizarlo. Hay que exigir a los organismos del Estado cumplir de una vez con sus funciones. Hay que considerar enemigos a quienes con su inacción se hacen cómplices del horror que planean para Venezuela. Para mañana es tarde compatriotas.