El Departamento de Estado ha invertido 56.124.00 dolares o 120.667.328 bolivares en un proyecto para evaluar la Constitución Bolivariana del 1999, pero no se sabe quien esta encargado de dicho proyecto. Más de 180.000.00 dolares para la campaña de CONVIVE en los medios de comunicación nacionales han sido entregados durante los años 2005-2006 por la Agencia Internacional del Desarrollo de los Estados Unidos (USAID), pero los resultados son desconocidos. ¿Es permitible que el gobierno de Washington financia proyectos para evaluar y criticar la Ley de Reforma Agraria y la nueva ley que regulará el financiamiento a las organizaciones no-gubermentales? ¿Eso no se podría llamar “injerencia”? O que tal que Washington financia a la publicación de un “guia de bosillo” que promueve la transparencia y contabilidad en el gobierno nacional, ¿eso no es una forma de “interferir” en asuntos internos del país?
Los resultados de la solicitud que realizó la agencia de prensa Associated Press (AP), haciendo uso de la Ley de Acceso a la Información en los Estados Unidos revelan que el dinero sigue entrando a Venezuela desde Washington por millones. Bajo mi propia investigación, he descubierto más de veinte-siete millones de dolares invertidos en diferentes grupos de la oposición durante los útimos cuatro años, la mayoría de estos fondos provenientes de dos entidades gubermentales en los Estados Unidos: el National Endowment for Democracy (NED) y la USAID. Los dos reciben sus fondos del congreso estadounidense y son supervisados por el Departamento de Estado. Los programas aquí en Venezuela son coordinados por el propio embajador estadounidense William Brownfield. Los últimos documentos que recibió la AP, tanto como en mi caso, han venido con muchas censuras. Washington no quiere que el mundo conozca quienes son sus contrapartes aquí en Venezuela.
Mucho se ha hablado sobre los fondos que recibió la organización opositora Súmate, dinero que ayudó financiar los esfuerzos del referendum revocatorio, pero poco se ha enfocado en los más de 60 otros grupos y partidos que reciben este financiamiento del gobierno del norte. Algunos dirán que los fondos producen resultados beneficiosos, que no siempre son para financiar conspiraciones y acciones desestabilizadores en el país. El punto fundamental es que el gobierno dando esos fondos ataca constantamente a Venezuela publicamente y lo ha sancionando por, según ellos, ser un país que “no colabora con la lucha contra el narcotráfico y la lucha contra el terrorismo”. ¿Puede Venezuela entonces pensar que cuando Washington financia a proyectos aquí para “suministrar herramientos a los grupos de la sociedad civil y los líderes políticos y sociales que ayudan comprender mejor a las prioridades de la sociedad venezolana” que esta buscando fortelecer el sistema que promueve el gobierno nacional?
Los fondos de la USAID tanto como de la NED no son “donanciones”. Son acuerdos entre el gobierno estadounidense y grupos venezolanos para financiar proyectos politicos y sociales. Las organizaciones que reciben el financiamiento tienen que entregar informes sobre sus acciones y resultados al Departamento de Estado. El dinero no es incondicional. Los grupos tienen que utilizar material que suministra el Departamento de Estado y siempre tienen que indicar que sus programas y eventos son finaciados por la USAID o la NED.
Ni el gobierno venezolano ni el pueblo venezolano han prestado lo suficiente atención a este asunto. Tengo tres años denunciando este multi-millonario financiamiento a los diferentes sectores de la oposición de parte de los Estados Unidos y tengo más de un año alertando sobre sus intenciones de expander este financiamiento con la intención de penetrar a los sectores del chavismo. Ahora vemos en los documentos que obtuvo la Associated Press que la USAID esta dando dinero a grupos no-identificados que estan organizando a mujeres buheneras en Barquisimeto con más de 41.752.537 bolivares y arreglando los techos en seis salones de clase en una escuela bolivariana “Las Tinajitas” en el estado Portuguesa con unos 45.229.621 bolivares.
Las mujeres en Lechería, estado Anzoátegui, una zona con tendencia opositora, recibieron 52.496.254 bolivares de la USAID para formar líderes en su comunidad para trabajar con los consejos comunales, un programa promovido por el gobierno nacional. En la ciudad de Caroroa, estado Lara, donde hay un alcalde pro-Chávez, la USAID esta financiado la rehabilitación de una cancha deportiva en un parque púbilco con más de 39 millones de bolivares. Los medios de comunicación y los periodistas han beneficiado bastante de este último lote de dinero gringo. Tres talleres dirigidos a debatir el “periodismo durante la crisis actual en Venezuela” fueron respaldados con 50.079.693 bolivares; un taller con 20 periodistas venezolanos sobre el periodismo investigativo recibió 38.709.792 bolivares en financiamiento de Washington; más de 83.943.084 fue invertido en unos talleres para 160 estudiantes en el estado Bolivar sobre “los medios y los derechos humanos”; y 79.365.500 bolivares fueron dados para talleres que “apoya al liderazgo democrático de los periodistas comunitarios”.
Dentro de los Estados Unidos, esta clase de financiamiento de un gobierno extranjero es ilegal, al menos si la organización que recibe el dinero esta registrado con el Departamento de Justicia como un “agente extranjero” bajo la Ley de Agentes Extranjeros (Foreign Agent Registration Act, “FARA”). Pero en Venezuela, a pesar de saber que muchos de estos grupos que tienen años recibiendo financiamiento de Washington han estado involucrados en acciones de sabotaje, desestabilziación y no-democraticas. Si el dinero viniese de una entidad neutral, a lo mejor podría ser visto de otra manera. Pero este dinero viene de un gobierno que sistematicamente esta socavando la democracia en Venezuela y esta intentando derrocar y desacreditar su gobierno a nivel nacional e internacional. Es dinero sucio, y los que lo reciben tienen ese sucio en sus manos.