¡Hay que desmontarlos! ¡Para luego es tarde!

Movimientos específicos de la CIA en Venezuela

Se están produciendo un par de movimientos conspirativos en los cuales la mano de la CIA parece clara. Distraídos en nimiedades no advertimos la gravedad probable de estos hechos. Dos asuntos muy sensibles están siendo deformados por acciones que requieren de una poderosa base tecnológica detrás. Por un lado, la inflación que salta para volver sal y agua el trabajosamente logrado poder adquisitivo del pueblo. Nunca más oportuno este ataque a los bolsillos del pueblo. Por otro lado, rápidamente va tomando cuerpo una peligrosa matriz de opinión según la cual en Venezuela se protegen y apoyan grupos terrositas musulmanes.

Estoy persuadido de que no basta la buena intención para destruir una agresión técnica, psicológica y científicamente montada. En este caso, la denuncia del affaire y la sugerencia de que las manos de la contrarrevolución están metidas en esto no es suficiente. Hay que ir hasta el tuétano y no sólo denunciar –repito, con la mejor intención-, sino descubrir y desmontar la conspiración. Decir que "es inexplicable que los materiales de construcción suban hasta 30% de precio en un momento de bonanza y cuando el precio del dólar no ha cambiado" resulta oportuno pero poco eficaz. Un estudiante de primer semestre de economía sabe que si la demanda de un producto es superior a la oferta esto genera una presión sobre los precios al alza. Es la razón por la cual se pagan 60 millones de dólares por un Van Gogh: hay un solo cuadro y mucha gente que lo quiere. El que lo quiera tener debe pujar con billetes para obtenerlo.

Reitero, eso está de anteojito, lo importante aquí es descubrir la razón de este desequilibrio. Encontrar las causas y descubrir en ellas las manos metidas de la contrarrevolución. Veamos, en este caso es evidente el aumento de dinero en manos de la gente, lo cual se traduce en un aumento de la demanda. Lo importante es ¿por qué no se aumentó la oferta para impedir el proceso inflacionario? Para lo primero –liquidez en manos del público- el BCV tiene remedios al controlar la masa monetaria. Para lo segundo –incapacidad para cubrir la oferta- es evidente que algo falló. ¿Inocentemente? No lo creo. En los meses de junio y julio últimos –los meses del salto en la inflación- la entrega de divisas para importaciones por parte de CADIVI sufrió una merma de casi un 30%. ¿Casual?, ¿inocente?... en lo personal, no lo creo.

Vamos con el segundo caso. De pronto aparece un tal Gustavo Coronel denunciando –atribuyéndose categoría de testigo- la presencia en la frontera occidental con Colombia de células "terroristas" de Hezbolá. Casi de inmediato estas denuncias son reforzadas por una señora de nombre Martha Colmenares quien posee una importante estructura a través de Internet. El Jefe del Comando Sur de los EE.UU afirma –en perfecto concierto- que en Venezuela, particularmente en Margarita, se protegen terroristas musulmanes. Como el asunto resulta poco creíble le ponen la guinda al pavo: Una supuesta célula de Hezbolá abre una página WEB en Venezuela y comienza a enviar correos generalizados con "invitaciones a incorporarse al movimiento". Dos y dos son cuatro. Si algo necesitaba ese toque lo proporcionan los correos. ¡Fíjate, fíjate!, ¿ves?, ¡es verdad, están aquí reclutando y adoctrinando!, ¡están aquíiiii!, exclamó un inocente escuálido.

Veamos por donde van los tiros, este Gustavo Coronel es un expedeveco quien tuvo aspiraciones a la presidencia de PDVSA en tiempo de Luís Herrera Campíns, este lo defenestró para otorgarle la presidencia de la empresa a Calderón Berti. Desde entonces es una compota de alacrán con cascabel contra PDVSA y Venezuela. Un resentido incurable. Hoy está conectado con el laboratorio de la CIA con sede en Florida, manejado por especialistas en alteración de conductas colectivas, con Venezuela como tarea principal.

No bastan pues las denuncias. Hay que ir hasta el corazón de esos laboratorios y desmontarlos. Hay que desenmascarar a quienes desde dentro del gobierno se están prestando a esto, por acción u omisión. Dejar que estás dos aristas de la conspiración maduren y tomen cuerpo podría resultar suicida. Es siempre bienvenido todo cuanto se haga para combatir la conspiración, pero hay que tomarse las cosas con profesionalismo además de entusiasmo. No es suficiente el carisma. Con carisma no se extraen ni siquiera unos dientes; se requiere un odontólogo. Tenemos que apoyar técnica, científica y profesionalmente a nuestros carismáticos voceros. De lo contrario el único mal que le causaremos a la contrarrevolución será matarla de risa. El asunto es muy serio. Contamos con suficientes profesionales como para ayudar a nuestros voceros. Los organismos de seguridad del Estado tienen los recursos para llegar hasta ellos. Los variados profesionales patriotas deben prestar sus servicios ad-honoren. El Comandante, ayer mismo, reclamaba eficiencia...eficiencia...eficiencia...¡Manos a la obra! ¡Para luego es tarde!


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Martín Guédez


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