Dice el refrán, que el peor ciego es el que no quiere ver y el peor sordo, es el que no tiene la menor intención de oír. Es lo que está justamente pasando con los revolucionarios y las revolucionarias de este país, según lo que yo voy viendo y oyendo. No es que yo sea más papista que Francisco. Puedo estar equivocado, pero los hechos o situaciones, según la historia que nos viene contando la plataforma de la auditoría pública ciudadana a través de sus investigaciones, nos hace suponer con mucho asidero, que la puja entre Trump, Julio Borges son amores como en tiempos de cólera.
No es que Maduro le haya enviado a Fermina -Trump/Borges- 131 cartas para persistir en su propósito de acabar con su virginidad con su amor externo, pero efectivamente, el binomio Trump/Borges ha sido muy útil para que la militancia revolucionaria se haga de la idea, que Maduro viene actuando y desempeñándose en una tenaz política antiimperialista, cuando muy en el fondo; el discurso antiimperialista, anti Trump y anti Borges, es un recurso para tapar las políticas que viene tomando el gobierno en comunión con el gran capital.
La Plataforma para la Auditoría Pública y Ciudadana nos muestra una vez más[i], que esta tirria entre Maduro, Trump-Borges es una especie de boya que facilita el discurso antiimperialista de Maduro, pero por debajo de la mesa, lleva al presidente a estirarle la mano al gran capital y mantener políticas antipopulares y con apoyo al gran capital.
La propaganda del buen pagador: Los mensajes en discursos nos dicen que Venezuela es responsable en sus pagos para corresponder con la deuda. ¿Responsable con quién? Responsable con los dueños de la deuda venezolana, pero irresponsable con el pueblo de Venezuela porque la cancelación de esta deuda y en estos términos, le reduce el estómago a los venezolanos y venezolanas. Esta versión de buen pagador, tiene prácticamente hipotecado un importante activo venezolano. ¿Dónde queda la tan discursiva y cacareada política por la independencia nacional? ¿Está o no está hipotecada CITGO? Se puede salvar CITGO de la hipoteca, pero no deja de ser hipoteca.
La desaparición de los medicamentos y los altos costos de los alimentos básicos, es consecuencia de esta política del buen pagador., que viene dada por los compromisos que el gobierno ha asumido con una deuda que tiene viso de ilegal.
Las Zonas Económicas Especiales: Una mano tendida al gran Capital. No hay nada más cerca de capitalismo salvaje, que las políticas para las llamadas Zonas Económicas Especiales. Esta política es como una zona de burdeles y con un sistema post pago fácil y barato. En esta especie de tirria Maduro-Obama-Trump-Borges, las operaciones en la faja han venido cambiando de rostros pero el discurso antiimperialista se rebosa de aparente radicalidad. Una parte importante de la revolución cree que la independencia y soberanía navega velozmente en la Faja Petrolífera del Orinoco. ¡Puro cuento! Esa zona está en proceso de entrega y la política señala, que va servir como de colchón para saciar la sed de las transnacionales y usarla como un recurso para convencer al gran capital de la buena honda en la cual anda el gobierno. Es como si Maduro entonara a todo pulmón el viejo bolero de "te odio y te quiero.
Es muy conmovedor, que la reacción de Maduro sobre las sanciones haya sido llamar a las transnacionales para no perjudicarlas. Es preocupante, que Maduro no haya incluido en su agenda, una reunión con organizaciones y fuerzas revolucionarias venezolanas para debatir el asunto de las sanciones.
Mientras Maduro, gracias al espaldarazo que le ofrece Trump-Borges pega gritos antiimperialistas; el PCV[ii] recientemente nos coloca frente otra política de apoyo al gran capital. Venezuela y el gobierno revolucionario mantiene el convenio con Estado Unidos para evitar la doble tributación y por esa vía, se nos han escapado 18.000 millones de dólares, que se le da al gran capital y se le quita al pueblo o al gobierno.
Así estamos y así vamos. Puro discurso y el imperialismo haciendo lo suyo.