Tuvo que ser un desastre natural, el Huracán María, lo que despertara a los puertorriqueños al hecho que en cuanto se refiere a Donald Trump y su gobierno, Puerto Rico es nada más que una remota posesión colonial separada de Estados Unidos continental –como lo dijo Trump—“por esa cosa que llaman Océano Atlántico”. Trump hizo su referencia de estudiante de segundo año a la ubicación de Puerto Rico, de pie al lado del Primer Ministro de España, Mariano Rajoy. Fue a España a la que originalmente Estados Unidos arrebató Puerto Rico y varias otras colonias españolas.
Esto ocurrió luego que Estados Unidos decidiera convertirse en una potencia imperialista a fines del siglo XIX. Estados Unidos le declaró la guerra a España luego que Washington con la ayuda de los diarios de “prensa amarilla” de propiedad del publicista William Randolph Hearst que a través de altisonantes acusaciones a España de haber volado el acorazado USS Maine en el puerto de La Habana.
El navío de guerra fue volado a consecuencia del estallido accidental de una caldera. En el año 1898 España formalmente cedió Puerto Rico a Estados Unidos.
En el año 1917 fue convertido en territorio de Estados Unidos y la ciudadanía norteamericana le fue conferida a sus residentes. El año pasado, el 97 por ciento de los puertorriqueños votó a favor de la categoría de estado con Estados Unidos. El gobernador de Puerto Rico afiliado al Partido Republicano, Ricardo Roselló, que trabajó a favor de la categoría de estado para Puerto Rico, fue tratado por Donald Trump como el equivalente de un dirigente de una república bananera del Tercer Mundo.
Pareciera que Trump y su gobierno creen que los 3,4 millones de ciudadanos de Puerto Rico no son ciudadanos norteamericanos o tienen un status de ciudadanos de segunda clase. Por otra parte, Trump también señaló que la devastación financiera de Puerto Rico, ocasionada por Wall Street, era no obstante la responsable de su destrucción luego del huracán. Así mismo, Trump señaló que “la antigua red eléctrica que estaba en pésimas condiciones y fue devastada. Gran parte de la isla fue destruida y miles de millones de dólares de la deuda con Wall Street y los bancos, tristemente tendrá que ser negociada.
Trump dio a entender que Puerto Rico era una especie de nación pordiosera del Tercer Mundo que tendría que pagar sus deudas con Wall Street antes de ser considerada para la ayuda asistencial por causa del huracán. Trump mismo está atrasado en el pago de 32,7 millones de dólares en impuestos al gobierno de Puerto Rico luego de la quiebra del Coco Beach Golf Club que luego él re denominó como International Coco Beach Golf Club Puerto Rico. En declaraciones anteriores, pareció que Trump hacía a todos los puertorriqueños responsables por el colapso financiero de la isla y por la quiebra de su dorado club en la misma.
Con Trump dándole la espalda a Puerto Rico en momentos de gran necesidad, muchos del 97 por ciento de puertorriqueños que apoyaron la independencia están teniendo otra opinión acerca de la estatidad. El Departamento de Seguridad Nacional se negó a conceder a Puerto Rico una exención para el Acta de Jones la cual exige que los navíos que ingresen a Puerto Rico provenientes de otros puertos norteamericanos lo hagan bajo bandera norteamericana.
El gobierno de Trump estaba más que dispuesto a eximir de la ley en los casos de asistencia a damnificados por el huracán en Texas y Florida, pero no así para Puerto Rico. Mientras los puertorriqueños caían en la desesperación sin agua potable, sin alimentos y sin medicinas, los navíos de otras banderas provenientes de otros puertos norteamericanos no pudieron entregar los suministros de ayuda a la golpeada isla.
La mayoría de los puertorriqueños no saben que su status neo colonialista de “territorio autónomo” fue cocinado por la Agencia Central de Inteligencia con el objeto de asegurar que Puerto Rico permaneciera como una base militar norteamericana para operaciones de Guerra Fría dirigidas contra Cuba, República Dominicana, Haití, Guyana, Venezuela, Panamá, Guatemala y otros países del Hemisferio Occidental.
Documentos del Consejo Nacional de Seguridad clasificados desde 1970 como CONFIDENCIAL – SOLO LECTURA describen cómo dos abogados del influyentes bufete de Washington Covington & Burling se reunieron con el funcionario Viron Vaky de la NSC el día 10 de julio de 1970 para discutir el problema de la Isla La Culebra, situada a 25,5 kilómetros al este de Puerto Rico que era utilizada por la marina norteamericana como polígono de tiro para probar armamento. Los abogados de la Covington & Burling, Richard Copaken y Tom Jones estaban representando a los residentes de La Culebra quienes querían que la marina norteamericana dejara de utilizar su isla como blanco en prácticas de tiro. Los abogados creían que el Consejero Nacional de Seguridad Nacional, Henry Kissinger y el asesor del presidente Richard Nixon, Bryce Harlow tenían una agenda oculta para mantener el derecho de la marina para seguir usando La Culebra como campo de tiro. Lo que los abogados dijeron a Vaky dio justo en lo más profundo del corazón del régimen quasi colonialista de Puerto Rico.
Copaken le dijo a Vaky que la situación de Puerto Rico tendría que ser vista dentro de un contexto histórico. Señaló que el primer Gobernador del Territorio Autónomo, Luis Muñoz Marín quien contribuyó a la destrucción del Partido Nacionalista pro Independencia de Puerto Rico, desarrolló el artilugio de “territorio autónomo” con el propósito que Puerto Rico sirviera los intereses de largo plazo de Estados Unidos.
El memorándum clasificado con los comentarios de Copaken señala que “los principales lugartenientes de Muñoz Marín durante sus aproximadamente 15 años como gobernador fueron Roberto Sánchez y Negrón (pnd – primer nombre desconocido) el senador (Luis Negrón López del Partido Democrático Popular de Muñoz Marín) Sánchez (quien reemplazó a Muñoz Marín el año 1985 como segundo gobernador del territorio autónomo) pasó la mayor parte de su tiempo en Washington en estrecho contacto con el gobierno norteamericano. Durante ese tiempo Sánchez se hizo amigo íntimo de Abe Fortas quien era el representante legal del territorio autónomo”. Fortas fue durante muchísimo tiempo compinche político de Lyndon B. Johnson. Fortas fue propuesto por Johnson para la Corte Suprema de Estados Unidos donde sirvió desde 1965 hasta 1969. Fortas renunció en medio de un escándalo e investigación ética.
Copaken describió a Sánchez y a Fortas como agentes de la CIA dedicados a mantener a Puerto Rico como una permanente y estable base militar y de inteligencia de Estados Unidos. Las revelaciones de Copaken señalan que “Durante la crisis de la República Dominicana el año 1965 la CIA operó desde Puerto Rico y utilizó el vínculo de Fortas con Sánchez para obtener el consentimiento de Muñoz Marín. El agente de la CIA en Puerto Rico era Sacha Boldman o Goldman. Este agente fue el mismo que canalizaba la asistencia de la CIA hacia una escuela ubicada en Costa Rica para dirigentes políticos latinoamericanos.
El bufete Covington & Burling prosigue con su denuncia sobre los vínculos de la CIA con Puerto Rico.
“El año 1964 Sánchez llegó a ser gobernador. Pero un escándalo personal –divorcio y segundo matrimonio con su secretaria con quien mantenía abiertamente una relación—afectaron su candidatura para la reelección. Negrón se planteó como candidato rival y Muñoz Marín abogó por la unidad del partido detrás de Negrón. Sin embargo, Sánchez insistió en ser candidato, de tal modo que él y Negrón fueron candidatos a la elección del año 1968 y en consecuencia dividieron al partido.
“A estas alturas, Sánchez obtuvo el apoyo del gobierno norteamericano a través de Fortas. Se le concedió la asistencia de la CIA/AID/Marina para su campaña. Hubo acciones perturbadoras dirigidas contra Negrón. De acuerdo con la teoría, el conservadurismo fundamental de Negrón habría sembrado el caos en el territorio autónomo y habría creado graves problemas; de ahí el apoyo del gobierno norteamericano a Sánchez.
“No obstante, cuando se hizo evidente que Sánchez no podía derrotar a Negrón, el apoyo se mudó hacia Ferre (Luis Ferre del Nuevo Partido Progresista afiliado al Partido Republicano de Estados Unidos) entre ambos males, el menor. El apoyo de la CIA y el FBI y particularmente el de la marina norteamericana le fue brindado a Ferre, y ganó. Esto le dio a la marina un control sobre Ferre.”
El status de Territorio Autónomo fue lo que condujo a Puerto Rico hacia la bancarrota y lo hizo vulnerable a los fondos buitre de Wall Street que organizan cacerías entre los países que están en apuros financieros, particularmente aquellos en América Latina. La junta de control financiero nombrada por el gobierno federal ha promulgado medidas de austeridad socialmente devastadoras para la isla. Luego de una resolución de la Suprema Corte de Estados Unidos que limita la autonomía de Puerto Rico, la isla ha quedado con poco espacio para evitar graves reducciones presupuestarias, la “venta por incendio” o la disposición de los bienes de la comunidad. La venta de terrenos públicos en Puerto Rico y las Islas Vírgenes que es en lo que carteles delincuenciales como las organizaciones de Trump y Kushner están ansiosos por participar.
Los llamados del pueblo de La Culebra contra el bombardeo de la marina contra su isla cayeron en oídos sordos en San Juan y en Washington como el siguiente memo de NSC lo detalla:
“Según Copaken, Ferre contribuyó poderosamente a la campaña del presidente Richard Nixon y se hallaba en estrecho contacto personal con él. Dado este hecho, más el control de la Marina, esta cree que se saldrá con la suya en La Culebra. En consecuencia, existe duplicidad en la superficie, mientras elaboranban un acuerdo por bajo cuerda.
“La familia de Ferre alquila la única instalación de diques secos en San Juan de propiedad de la marina norteamericana; Ferre tiene intereses sobre el cobre de la isla. Al cooperar con la marina norteamericana obtuvo el apoyo del gobierno norteamericano en una serie de asuntos similares y viceversa; su cooperación con la marina norteamericana pudo haber sido asegurada a través del intercambio de cosas que él desea del gobierno norteamericano en otros ámbitos.
“Copagen (sic) alegó que existe una estrecha colaboración con la “Casa Blanca” ciertamente a nivel político. Bryce Harlow viajó a Puerto Rico para las festividades del 4 de Julio pero una de las cosas por lo que más le interesaba ir fue por La Culebra. (¿Qué fue lo que precisamente Harlow tenía que hacer en La Culebra? - Copaken se negó a comentar.”
En el memo Vaky sostiene que él le dijo a los abogados que nunca había escuchado acerca del “siniestro cuadro que pintan” acerca de Puerto Rico. Vaky también declaró que la NSC “no tiene responsabilidad operativa en este asunto.”
Vaky le entregó el memorándum de La Culebra a Kissinger el 13 de julio de 1970 caratulado como CONFIDENCIAL – SOLO LECTURA. Kissinger escribió una nota en el memorándum adjunto diciendo que los abogados de Covington & Burling creían que Harlow estaba “involucrado” en el asunto de La Culebra.
Posteriormente Copaken escribió un libro acerca del incidente de La Culebra titulado “Blanco La Culebra: Cómo 743 Isleños Enfrentaron a Toda la Marina de EE.UU. y Ganaron; Relato de un Participante”. El libro fue publicado en el mes de enero del 2009. Desgraciadamente, Copaken no pudo realizar un tour con el libro para describir al público el control sobre Puerto Rico que tiene el gobierno de Estados Unidos. Murió de cáncer al páncreas el 8 de diciembre del 2008 unas semanas antes que el libro fuera publicado.
Puerto Rico nunca ha sido tomado en serio por parte de Washington. Sus días como un inmenso “portaviones”, base militar y de inteligencia norteamericano en el Mar Caribe hace tiempo que terminaron.
Washington a través de una larga fila de patéticos “colaboracionistas” que han servido como gobernadores en el territorio, desearía que Puerto Rico sea visto pero no escuchado, especialmente en lo concerniente al trato de los isleños como plenos e igualitarios ciudadanos de Estados Unidos. Los recientes huracanes que han golpeado al Caribe han demostrado todos los vestigios coloniales que existen en la región que estaría mejor como estados independientes, responsables de su propio bienestar y recuperación y no ser tratados como insignificantes peones coloniales.
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*Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona