El Washington Post, en su edición del 12 de enero en curso, informó que el Presidente de los Estados Unidos en reunión que sostuvo con sus más inmediatos asesores en el Salón Oval de la Casa Blanca, dijo -a modo de interrogante- en relación al tema de los inmigrantes, específicamente sobre el caso de aquellos procedentes de Haití, El Salvador y países africanos, como parte de la revisión de un pre proyecto de acuerdo bipartidista de inmigración entre Demócratas y Republicanos: "¿Por qué estamos teniendo a todas estas personas de los países de mierda aquí? (..) por qué se deberían traer más haitianos a los Estados Unidos, y que pidió "llevárselos (..) se deberían traer el país más ciudadanos de países como Noruega…"
Infelices, deplorables y absolutamente condenables las palabras de este esperpento de dinosaurio moderno y presidente de la mayor potencia del mundo, quien con ellas no solamente ha ofendido de la peor manera a nuestros hermanos haitianos, salvadoreños y africanos, sino que también lo ha hecho con todos los pueblos de nuestra América Latina y Caribeña, extensa tierra ésta cuya población, nos atrevemos a afirmarlo, es, -en su inmensa mayoría- producto de la maravillosa mezcla de la raza india, blanca y negra, de la cual -obviamente- nos sentimos sumamente orgullosos y tanto lo es así y lo será por siempre, que no solamente logramos liberarnos del terrible y criminal yugo del imperio blanco español; recordemos que ya antes los haitianos se habían liberado del yugo de los blancos franceses, sino que estamos hoy a la vanguardia de la lucha de los pueblos oprimidos del mundo por su emancipación definitiva del imperio yanqui, el cual se auto impuso la tarea de intentar dominarnos por siempre para beneficio de los poderes fácticos del gran capital transnacional, para mayor desgracia utilizando para ello a connacionales que han optado por renegar de su Patria y para quienes es su mayor sueño entregárselas en bandeja de plata…
Ante esta nueva agresión, porque esas declaraciones no son otra cosa que eso, una bárbara y atroz embestida que de una manera directa y sin bemoles, ha resuelto lanzarnos la más alta voz del imperio estadounidense, para menospreciarnos y por allí intentar generar a lo interno de cada una de nuestras sociedades, las prácticas racistas y xenófobas en las cuales las élites de la sociedad estadounidense son "campeonas" mundiales, los gobiernos de nuestros países miembros de la CELAC, o al menos, los de la Alba TCP, pues en la primera hay varios países miembros con gobiernos presididos por declarados y abiertos racistas que se negarían a suscribir una decisión en ese sentido, en reciprocidad ante tan perversa diplomacia, retiren de inmediato, para protestar por ello y en desagravio a nuestros hermanos de Haití, de El Salvador y de los pueblos de África, a sus Embajadores ante la Casa Blanca y dejen operando allí tan solo a sus respectivos Encargados de Negocios, hasta tanto el Presidente Trump pida las disculpas necesarias por haber incurrido en tan inexplicable y bochornosa barbaridad y, además, asuma el compromiso, en tanto sea el presidente de los EU, a que jamás repetirá tamaños desatinos…
Es importante agregar, ya para cerrar esta nota, que ante el intento de Trump de negar haberse expresado en esos términos, el mismo diario del Washington Post, en su edición digital recogió al final de ese día 12 de enero, declaraciones de asistentes a la reunión en el Salón Oval, como son las del Senador Demócrata por el Estado de Illinois, Richad J. Durbin, quien dijo que su negación era falsa (“...said Trump's denial was false.”)
