El miedo al coco durante la infancia venezolana fue tema que sacudía los temores a más de un niño; pero como todos los temores, se superan sobre todo cuando descubres que tales temores tiene más de inducción que realidad; así las cosas, simplemente ya deja de tener el supuesto miedo que implicaba. La superación del miedo venía al caso habida cuenta que finalmente de tanto amenazarte con que si no comes esto te come el coco, sino te acuestas ahí viene el coco, si no haces tal cosa… hasta que comienzas a darte cuenta que la vaina era pura paja de tus padres para salirse con las suyas. Así está el gobierno de NICO con el tema de la invasión gringa; pero en este caso la vaina es peor porque resulta que te amenaza con el coco pero luego le pica el ojo, te dice que te va a invadir y luego dices que quieres hablar con él donde sea, en una especie de desesperación así como novia que avizora que está dejando escapar a un buen partido y luego que lo insulta le promete amor eterno. Nico afirma que Trump no le dice a Venezuela qué hacer; pero, luego le entrega el arco minero a las transnacionales y le sigue pagando una deuda externa inmoral y fraudulenta.
Pero como el coco de los gringos no es como para estar jugando a las infantilidad hay que decir que los gringos hace rato que están dentro; esa vaina de pensar que los gringos se van tirar una invasión tipo Irak, Libia o Siria no pasa de maniobras para justificar enriquecimiento de una casta política y militar que hasta los tuétanos está metida en el tema de la corrupción. Andan en grandes guisos no les bastó con los puertos, no les bastó con las “expropiaciones de fincas”, no les bastó con PDVSA ahora van por más, van por el negocio de las compras de armamentos y los mafiosos rusos y los corruptos chinos de eso saben bastante.
Ellos, Nico y sus aduladores y cómplices, saben que los gringos están aquí desde hace bastante tiempo, pero ahora es que forman la alharaca: están metidos hasta las ñemas con lo de las sectas religiosas desde los mormones hasta Luz y vida; están metidos en paramilitarismo “desarmado” con que por Colombia nos tiene agarrados de los güevos con la complicidad de militares corruptos que se asocian para todo tipo de contrabando desde gasolina hasta plástico, cobre, alimentos y pare usted de contar. Es una penetración que no es nueva, sólo que ahora involucra nuevos actores.
Los gringos desde hace tiempo vienen ganando la pelea a través de los que la escuela de frankfurt con Theodor Adorno y Max Horkheimer a la cabeza llamaron la industria cultural. Por eso el egoísmo para salir de la crisis es lo que sigue prevaleciendo en la mente del venezolano; el bachaquerismo, no es sino el reflejo de una sociedad en donde los patrones de consumo lo alimenta el propio Estado desde el gobierno ante el desespero de mantenerse en el poder no importa si eso significa gobernar con sus supuestos enemigos.
Los gringos hace un buen rato están aquí y con la complicidad de propios se llevaron a la tumba a Chávez. Los gringos están aquí en la falta de creencia del pueblo en su dirigencia tanto de un lado como del otro; porque en la práctica, diferencia, diferencia no la hay no en profundidad la hay de matices.
Pero ello derrotar a los gringos pasa por comulgar con la verdad. La verdad, esa que uno espera que cuando NICO dice que la bolsa de los CLAP va a llegar cada quince días, pues llegue en esos quince día y no en tres meses; la derrota de los gringos significa que se actúe con lo que se predica y entonces ese impuesto regresivo llamado IVA lo eliminen y que se los apliquen a los banqueros o a los grandes guiseros que usufructúan el poder en nombre del socialismo y prostituyen sus banderas con su práctica perniciosa y grosera. Derrotamos a los gringos si el gobierno deja de estar contratando con terceros, los mal llamados proveedores, en las alcaldía, gobernaciones y ministerios y contrata con gente honesta que nada tenga que ver con familiares y amigos que en nombre de la revolución se ven tan gordos como NICO y uno no entiende como puede ser esto si hay tanta hambre.
Los gringos lo derrotamos si dejamos de hablar tanta paja de que el socialismo, que el antiimperialismo, que si hoy nació la caperucita roja y ayer se cumplieron 220 años en que el lobo feroz la preñó y comenzamos a nacionalizar la banca y dejar de pagar la deuda externa y a pagar sueldos y salarios acorde a una vida digna y dejemos de bonificar esos sueldos y salarios. Y metamos presos a los militares de alto rango culpables del matraqueo diario en las alcabalas y no solamente a los que ponen la cara, y no se les sonroja, por cierto.
Los gringos lo derrotaremos cuando aprendamos que la patria no son ni símbolos, ni límites, ni fronteras; la patria, es la esperanza de saber que se practica lo que se dice, que se acepta que el enemigo no es solamente el que tienes al frente sino el que está lado tuyo y que a nombre de la patria matraquea, se roba el dinero público, no estudia, aplaude como una foca, no te dice que la estás cagando por miedo a perder los privilegios, que cree en dios pero se caga en el prójimo. Así es que derrotamos a los gringos. Pero si por casualidad esto no fuese poco para derrotarlos, entonces nos no queda otra que invitarlos a que se queden porque no hemos servido para defender a la patria y luego hacerla revivir no como el ave fénix, una vaina muy eurocéntrica; revivirla, tal cual lo hizo Bolívar cada vez que fue derrotada.
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