La estafa de Colombia a Venezuela

El Bolívar surge como moneda oficial de la Gran Colombia y luego de Venezuela, por el respaldo en oro y plata. Esta fue una estrategia del libertador que se mantuvo hasta que el dólar penetró en nuestra economía con la venia de José Antonio Páez como presidente, después de la muerte del Libertador. En el siglo XX, el auge de nuestro cono monetario (incluyendo monedas de oro y plata) coadyuvó a generar inversiones en el país, dándose inicio a una migración de personas, lo cual puso en alerta a los EE.UU., quien genera una crisis política y logra una devaluación del Bolívar frente al Dólar, fijándose una paridad cambiaria de Bs. 3,90 por dólar (en 1.929). Los desajustes de nuestra economía han sido inducidos por el imperio norteamericano. Pero, hoy día, a esta amenaza para tumbar el gobierno de Maduro, se suma Colombia que ha establecido dos sistemas de juego para desestabilizar nuestra economía y es el valor del billete venezolano frente al valor del Bolívar como símbolo monetario, acción ésta que es una verdadera estafa del gobierno colombiano contra Venezuela. Ningún hecho de esta naturaleza ocurre en otra parte del mundo, solo unos delincuentes como los expresidentes Uribe, Santos y ahora el actual presidente Duque pueden ser copartícipes de las acciones que cometen las casas de cambio en todas las zonas fronterizas del hermano país para delinquir y estafar al pueblo venezolano.

En menos de dos meses, los expertos inescrupulosos de las casas cambiarias tienen una buena reserva del papel moneda en la frontera, adquirirlos del otro lado nuestro billete es muy especulativo. Algo contradictorio, difícil de creer. Este ataque a nuestra moneda justifica el incremento fraudulento del dólar negro, al utilizar el valor del Bolívar en Cúcuta como una de las variables para sus cálculos, pero también ha servido para que aumente el poder adquisitivo del colombiano en detrimento del venezolano, especialmente los ciudadanos que habitan en las zonas fronterizas. Hagamos este ejercicio mental con base a la tasa especulativa que se presenta hoy en el mercado cambiario colombiano: si nuestro salario base es de 30 dólares por mes; es decir, equivalente a medio barril de petróleo, esto es en Bs.S. 1.800. Si vamos a vender a Colombia creyendo que vamos a ganar el doble, estamos equivocados. Al multiplicar $30 x 2.700 (pesos colombianos), nuestro salario sería 81.000 pesos colombianos, quiere decir que al cambio en Colombia nos darían en transferencia Bs.S. 2.700. En este sentido, estaríamos ganando Bs. S. 900 (Bs. F. 90MM); pero como lo tenemos que vender en valor del soberano, la cosa cambia. Si un venezolano en la frontera cambia su salario, ellos lo compran a 0.8 pesos (1.800 x 0.80 = 1.440), ¿cuánto estoy perdiendo? Bs. S. 360, se pierde por este cambio 6 dólares, y así sucesivamente. Ahora bien, cuando el venezolano quiere transferir de pesos a bolívares, la operación cambia. Por ejemplo 100.000 pesos entre 30 (tasa colombiana), esto es Bs.S. 3.333,33, por supuesto hay que tener los pesos; sucede lo contrario al cambiar nuestro Bolívar Soberano. Quiero decir con esto que perdemos por nuestro cambio y por supuesto también en las compras que se realicen en la frontera, ya que nos quitan seis dólares; solo ganan los comerciantes colombianos, los vendedores informales (que por cierto casi superan a los legalmente establecidos) y gana un gobierno que durante siglos se ha aprovechado de la economía venezolana, ya que carece de políticas sociales asertivas para atacar la pobreza que domina a este sector del país.

La retoma del saqueo por la hermana Colombia nos pone en alerta roja. El uso ilegal de nuestro cono monetario es peligroso para el país. Insisto nuevamente en este artículo, que los pueblos del mundo deben repudiar esta acción de Colombia. El gobierno venezolano debe exigir a la CELAC, a la ALBA, al Movimiento de Países No Alineados y a la ONU que se pronuncien. Las consecuencias ya se están viendo, las personas siguen comprando en la frontera desconociendo, tal vez, este atraco; el papel moneda sigue escapándose ante la mirada complaciente de los organismos de seguridad; de seguir así otra vez los venezolanos tendremos que ir a comprar nuestros billetes en Colombia para poder sobrevivir en la Patria del hombre que institucionalizó el Bolívar como una moneda solidaria de los pueblos de la Gran Colombia y no como un instrumento para que una nación que joda a otra nación. El capitalismo ha saqueado por siglos a nuestra amada Venezuela. Lo más lamentable es que nuestro vecino más cercano es el que nos atraca y su gobierno no hace nada para revertir esta situación. La estafa de Colombia a Venezuela traspasa los límites, aprovechándose además de las sanciones impuestas por el imperio y la crisis económica que nos castiga. Seguramente, la ultraderecha fascista agradecerá que nuestros hermanos colombianos nos estafen, porque eso genera desequilibrio en nuestra economía, descontrol en nuestros ingresos, daño a nuestros recursos, al sistema comunicacional, quiebra del sistema financiero del país. Si aquel saqueo fue nefasto para la economía del país por parte de los imperios europeos y el estadounidense, no menos ha sido y es el que estamos viviendo por parte del vecino país, por ende urge de mayor atención. ¡Pobre Colombia! Aún largo es el camino por recorrer y será por caminos de piedras muy duros, porque atentas contra la vida del ser humano, juega con las necesidades básicas que ayer le dio su libertad. Es necesaria la concientización de todos los venezolanos de defender nuestro símbolo monetario. Evitemos que Venezuela llegue a ser gobernada por los traidores que ayer entregaron la patria, o enterraremos nuevamente a Bolívar y a Chávez. ¡LA PATRIA ES EL HOMBRE QUE NO PISEN, LA PATRIA ES EL HOMBRE!



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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