Los escenarios desde las perspectivas del materialismo histórico están favoreciendo a Venezuela, las agresiones emprendidas contra la nación suramericana han tenido un efecto boomerang contra el imperialismo estadounidense, el cartel de Lima, la derecha fascista y la Organización de Estados Americanos (OEA) que es el punto a tratar en este trabajo periodístico. Previamente abordaremos otras consideraciones.
Venezuela, un país con una población superior a los 30 millones de habitantes, hasta hace poco era desconocida por muchas personas en el mundo, pero gracias a la campaña criminal desatada por el poder mediático y otras instituciones fascistas, hoy es reconocida mundialmente por defender su soberanía y la autodeterminación como Estado libre, soberano y democrático, con una población que se rige por su participación política y protagónica en el marco de la novísima Constitución que se dio el imaginario en el año 1999 que articula el Estado de Derecho y Justicia Social.
En el planeta las agencias de noticia a diario ofrecen tras la malicia informativa soportadas por falsos positivos notas periodísticas para descalificar a Venezuela y someterla al desprecio público ante el mundo. Pues bien, toda esa criminalidad se ha revertido, al tal extremo que le hizo un mayúsculo favor al gobierno del presidente Nicolás Maduro y desde luego a la patria de Bolívar.
Esta desmedida e inconfesable hostilidad contra el pueblo de Venezuela y su gobierno, comenzó a despertar sospecha en los pueblos del mundo, y hoy la mayor parte de la población mundial está consciente de la criminalidad que ha ejercido el imperialismo estadounidense en alianza con sus gobiernos satélites para intervenir a un país que solo anhela la paz bajo el principio universal de su autodeterminación como nación y Estado, libre y soberano.
Esta agresión continuada de Estados Unidos es ejecutada por sus gobiernos satélites, integrantes del autodenominado Grupo de Lima, que se ha convertido en un Cartel, que pretende violentar la soberanía de la nación, lo que incluye una intensa campaña mediática sin precedentes, ejercida contra Venezuela, a través de la la mentira. Se trata de una embestida criminal sin ningún tipo de antecedente.
La estrategia utilizada contra Venezuela es la del caos y la destrucción y tiene por objetivo disolver la personalidad del Estado, fragmentar los poderes públicos, debilitar la gobernabilidad de la nación y destruir la paz social, a través de la aplicación de medidas coercitivas e ilegales que violan los derechos humanos del pueblo venezolano. Como en efecto sucede con la brutal OEA y su secretario Almagro, enemigo gratuito acérrimo de Venezuela.
Pues bien, toda este desmedido accionar criminal está en tela de juicio, y está carente de todo el sentido común y de toda lógica, su brutalidad quedó al desnudo, y el ejemplo de Venezuela en el mundo borbotea por su valor y aguerrido pueblo, al asumir la defensa de su soberanía y autodeterminación sin minimizarse ante el imperialismo gringo. La matriz que se había creado contra Venezuela al ser descalificado como un Estado opresor, hoy está revertida porque ya se sabe que es un país que favorece al oprimido y combate al oligarca explotador de los pueblos, y esa aptitud es la que justamente ha comenzado a ser primacía ante los pueblos del mundo que también están sometidos por el capitalismo salvaje. Se avizoran buenos tiempos.
La salida de la OEA
En abril del año 2017 Venezuela formalizó su salida de la OEA y el tiempo que tarda su retiro de esta organización es de 24 meses por lo que en el próximo mes de abril saldrá oficialmente de este infame calvario. La OEA impulsa una batalla ideológica y programática contra Venezuela para aplicarle la llamada Carta Democrática, imponerle sanciones y separarla de la organización. La persistencia de esta política injerencista llevó al Gobierno venezolano a anunciar su retiro del bloque.
Venezuela se retira por tres razones: La primera porque están violando nuestro derecho, nuestra soberanía, nuestra Constitución y el principio que consagra la OEA en el artículo 1 de su Carta: "La Organización de los Estados Americanos no tiene más facultades que aquellas que expresamente le confiere la presente Carta, ninguna de cuyas disposiciones la autoriza a intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros".
La segunda razón es la amenaza del Gobierno de Estados Unidos contra otros países miembros de la OEA para que se unieran a la arremetida contra Venezuela.
La tercera razón, es el fraude a ultranza al pretender torcer el derecho internacional para favorecer al país norteamericano. Están haciendo un fraude de su propio sistema, Además, el secretario general Luis Almagro es el agente de la derecha en Venezuela, llamar al golpe de Estado, y a la insurrección de los l mandos militares.
La prensa internacional ahora llama a Almagro "el jefe de la OEA" cuando en realidad el secretario general debe estar al servicio de los Estados, debe ser imparcial, honesto e íntegro, aspectos que Almagro no cumple ni cumplirá.
Cuba no forma parte de la OEA y eventualmente seguirían el mismo camino de Venezuela, Nicaragua y Bolivia.