1. En México no tenemos problemas para distinguir a los bandidazos que odiaron con todas sus fuerzas al presidente venezolano Hugo Chávez y hoy lo hacen a su continuador en el gobierno, Nicolás Maduro. Tampoco tenemos problemas para ubicar a los ultra corruptos gobernantes e intelectuales que no han dejado de aliarse con los gobiernos yanquis y los grandes empresarios explotadores mexicanos. Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña, los tres expresidentes con su gabinete desde el años 2000, combatieron con todas su fuerzas contra Chávez de Venezuela, contra Castro de Cuba, Evo Morales de Bolivia, Correa de Ecuador, Lula de Brasil, los Kirchner de Argentina, Mujica de Uruguay, Ortega de Nicaragua. ¿Puede olvidarse a los mexicanos al servicio yanqui, "intelectuales" Enrique Krauze, Jorge Castañeda, Aguilar Camín, etcétera que vomitan basura?
2. Si los yanquis invaden Venezuela en las próximas horas o días, estará listo un pueblo y un ejército para defender al gobierno electo limpiamente (incluso con vigilancia internacional) por el pueblo. Buscarían realizar su segundo golpe de Estado, repitiendo el que los empresarios venezolanos con apoyo yanqui y gobiernos de derecha dieron a Chávez en 2002; sólo tardó el golpe dos días porque a las pocas horas el pueblo en las calles y su ejército, restauró el gobierno de Chávez. Y fue ahí cuando el presidente Chávez cometió el gran error que ha costado muchísimo a Venezuela: en vez de fusilar (como sería en muchos países) o por lo menos encarcelar a los golpistas, se tocó el corazón y los dejó libres. Esos mismos traidores, con todos los miles de millones yanquis recibidos, se dedicaron a hacer crecer a la oposición que hoy es numerosa.
3. Aquellas fuerzas que pararon la imposición del ALCA por parte de los EEUU fueron cayendo uno a uno. Se habían convertido en una gran fuerza en Sudamérica, pero después de 12 años la situación comenzó a cambiar porque los gobiernos de Bush y Obama adoptaron otra táctica para que EEUU recupere su dominio. Bush lanzó todo su poder asesino contra Irak y Afganistán para arrebatarles el petróleo; Obama comenzó a mediatizar al gobierno cubano y a golpear a algunos países de América. Pero la mira fue siempre contra Venezuela por el papel tan destacado de Chávez en la región. Se fueron fortaleciendo las bases militares llevando a Colombia del presidente Uribe y a Fox de México a golpear a Chávez, a los Kirchner y a Lula. EEUU nunca descansa cuando de amenazar y presionar se trata. Así se explica su dominio mundial en más de 100 años.
4. Espero que el presidente Maduro no se rinda ante los yanquis y los empresarios que llevan 18 años buscando derrocar a la izquierda en el gobierno. Han usado dos estrategias simples: a) Estrangular a Venezuela usando la dolarización de la economía y b) Guardando las mercancías y exportándola a otros países para producir escases en el mercado y crear descontento en el pueblo. En México conocemos muy bien estas estrategias asesinas y muchas más de las que se han valido todos los gobiernos para tenar dominado al pueblo. Yo apenas he estado 15 días en Venezuela y me parecería irresponsable aconsejar alguna política. Sólo diría a Maduro que se punga duro y que no le tenga confianza alguna a sus enemigos. Que esté permanentemente preparado frente al imperio y de ser posible realice unas cuantas expropiaciones.
5. El presidente mexicano López Obrador ha demostrado un magnífico comportamiento internacional valiéndose de la conocida "Doctrina Estrada". Poseo una enorme esperanza en que AMLO se mantenga por ese camino a pesar de las miles de presiones de la derecha proyanqui de políticos mexicanos encabezados por el PAN y el PRI. La radio y la Televisión en México son absolutamente derechista y anticomunista, tal como ha sido desde que nacieron. Pero el pueblo no es tonto porque sabe cómo se mueven los políticos y los empresarios que explotan y traicionan este país. Basta con escuchar a quienes nos han engañado y robado para saber lo que está pasando. Por eso saben que al ser los yanquis los peores invasores del mundo hay que estar de entrada contra ellos. (23/I/19)