El derecho a la autodeterminación de los pueblos es un principio del Derecho Internacional que emana de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y extinguió el colonialismo al darle complementariedad a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, en el seno de la propia ONU el presidente Donald Trump violentó ese principio universal que establece la autodeterminación de los pueblos.
Trump en su discurso de la ONU ha refrendado una política de 200 años atrás contra países los "expansionistas" en el hemisferio. Lanzó la señal más clara de que intenta desempolvar un viejo pilar de la política de su país hacia América Latina que parecía enterrado: la Doctrina Monroe, que no fue más que una fanfarronería. "Aquí en el hemisferio occidental, estamos comprometidos a mantener nuestra independencia de la intrusión de potencias extranjeras expansionistas", dijo en abierta referencia a Rusia y China. "Ha sido la política formal de nuestro país desde el presidente (James) Monroe que rechacemos la interferencia de naciones extranjeras en este hemisferio y en nuestros propios asuntos", agregó. Sin explicitar a qué naciones aludía, Trump revalidó una doctrina presentada por Monroe en 1823 contra el colonialismo europeo en el continente, resumida en la frase "América para los americanos". Trump está en el basural de la historia de su país. Por otra parte, Mao calificó la pretendida agresión yanqui en el siglo XX así: "es un tigre de papel", que Corea del Norte refrendó en siglo XXI.
Lo fundamental para los pueblos de América y del mundo es tener claro que no se puede confiar en el imperialismo "ni un tantito así, nada". "Porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que la convierte en fiera sedienta de sangre, que están dispuestas a degollar, asesinar; a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota o que luche por su libertad", nos recuerda el Guerrillero Heroico Comandante "Che" Guevara.