Porqué ahora EEUU busca apoderarse de la Patria de Bolívar

Venezuela ha tenido más o menos 50 presidentes, según las cifras exactas no hay acuerdo entre los historiadores, aunque el número señalado se aproxima a la cantidad de presidentes que ha tenido la República. Esta historia que se inició en el año 1811 jamás registro un escenario tan criminal como el que hoy nos toca, en lo que atañe precisamente de que haya individuos clamando por una intervención militar (estadounidense) extranjera, esta traición que está bien visibilizada a la patria en cierta forma es inédita. Los argumentos válidos para entender esta barbarie están sólidamente expuestos en la historia de Venezuela.

El Libertador Simón Bolívar, a un mes de su desaparición física le escribe al general Flores que quien sirve a una revolución, "ara en el mar". En esa misiva deja asentado el Libertador, el grado de frustración que le produjo el hecho de cómo la oligarquía criolla se repartió a ultranza la naciente República. Recordemos que el Padre de la Patria prácticamente murió desterrado y en la pobreza, abandonado por quienes se aprovecharon de su épica por liberar a Venezuela de la opresión europea.

En ese ínterin de la historia patria, y a pesar que ya había sido proclamada la fanfarrona "doctrina Monroe" (1823), en todos los estadios de los gobiernos en Venezuela, la amenaza de EEUU contra el pueblo venezolano, no se había hecho tan perceptible como ahora.

Esto porque los intereses de las grandes corporaciones, del capitalismo salvaje, en esos gobiernos nunca se vieron amenazados, bien sea bajo las dictaduras o bien por presidentes electos "democráticamente". Deambulaba por el territorio nacional la criminal Escuela de las Américas creada en 1946.

Ni siquiera en la dictadura de Juan Vicente Gómez que gobernó durante 27 años se vio la manifiesta injerencia de los gringos, pues sus intereses siempre estuvieron salvaguardados; Gómez entregó el poder porque se murió siendo presidente.

Igualmente en esa historia que se inició en 1811 otros gobiernos con el mismo semblante tampoco amenazaron el hegemón estadounidense. El "caracazo" (1989) que dejo cientos de muertes tampoco fue motivo de preocupación ni para la OEA ni para la ONU, porque a fin y al cabo la oligarquía criolla y el capitalismo salvaje continuaban controlando sus intereses en nuestra Madre Patria.

De la misma manera la asonada del comandante Hugo Chávez (1992). El pueblo vivía en una presunta paz, mientras de criminalizado por el FMI y el BM entre otros organismo por su mismo estilo.

Chávez no cesó en su lucha. Y tras una frase lapidaria recogió el sentir del pueblo una vez que aprehendido en la memorable fecha del 4 de febrero de 1992, al lanzar su "por ahora". Desde prisión continuó su labor política por liberar a Venezuela de las férulas de capitalismo salvaje. Su popularidad se acrecentó al extremo de que el poder mediático debido a aquel clamor del pueblo, no le queda más recursos que ocuparse noticiosamente del comandante Chávez, y tanto fue así que el otrora presidente Rafael Caldera lo indulta a él (1994) y a todos los que participaron en el histórico 4-F.

Así las cosas, Chávez asume la presidencia en el año 1998 y lo primero que hace es crear una Asamblea Nacional Constituyente que vendría a cambiar la historia de Venezuela. En 1999 es promulgada la Constitución de la República de Venezuela la cual derogó la "moribunda" Constitución de 1961. La Carta Fundamental (1999) es una de las constituciones más prodiga en materia de derechos humanos en toda su extensión, y coloca al pueblo venezolano en un ámbito de protagonismo y participación ciudadana en los que haceres del Estado, e incluso humaniza a la hoy Fuerza Armada Bolivariana, que durante el periodo (1958-1960) había sido forjada como un instrumento de destrucción, de hombres que perdían su perfil humanista para convertirlos en "máquinas de guerra".

Pues bien, finalmente con Chávez la administración estadounidense saco sus garras, y desde el golpe del 2002 no ha cesado en sus agresiones criminales contra el pueblo de Venezuela. Han satanizado al país. Innumerables maniobras injerencistas para derrocar hoy, por ejemplo, al presidente constitucional Nicolás Maduro.

La agresión de EEUU en alianza con gobiernos satélites del hemisferio latinoamericano, lo cual incluye a los gobiernos imperialista de la Unión Europea, como Francia, España, el Reino Unido, gobiernos que forman parte del sindicato imperialista de la OTAN han desatado una guerra sin cuartel contra el Estado Venezolano.

Vale decir, no hay duda de que Chávez se convirtió en la piedra del zapato del capitalismo salvaje, toda vez que se abocó a la defensa de la clase trabajadora venezolana e incluso llegó a traspasar la frontera en su discurso anti-imperialista. Su naturaleza política es contraria a los países imperialistas y esto jamás se vivió en ninguna otra época de la historia de Venezuela. Y esto son los argumentos centrales del porqué, por ejemplo, el multimillonario empresario, Donald Trump, en alianza con los gobierno esbirro de corte fascista no puede permitir el socialismo en Venezuela, sobre todo porque somos una Patria con recursos naturales inconmensurables.

La barbarie llega a lo más irracional de la inteligencia humana, porque cómo se explica que Japón se haya aliado a EEUU en la guerra que existe contra Venezuela, Japón se olvidó de Hiroshima y Nagasaki (1945), dos poblaciones que fueron objetos de par de bombas nucleares cuya reactividad todavía sigue afectando a esa poblaciones en la que fueron masacradas impunemente unas 200 mil personas, entre niños, mujeres, hombres y ancianos, y el responsable de estos asesinatos fue Estados Unidos. Historia es conciencia.



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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