La decisión está tomada hace tiempo: "Hay que invadir militarmente Venezuela". No sólo como "opción que está en la mesa", sino como "firme decisión acordada". Sea directamente o bien a través de fuerzas multilaterales o, probablemente, usando "títeres" de gobiernos suramericanos como Colombia, Perú y Brasil. Con el apoyo del ejército y los sistemas y organismos de inteligencia de Israel y el apoyo de empresas transnacionales de la guerra y del complejo sistema militar-industrial-financiero y comunicacional, controlado por sionistas y grandes cacaos pro imperialistas. Esta es una verdad de perogrullo. Quien no la quiera ver tendrá que revisarse.
Las causas para invadir militarmente Venezuela parece estar bien claras, aunque son variadas y algunas hayan sido tergiversadas o disfrazadas, por ejemplo: apoderarse y controlar las inmensas riquezas minerales, petroleras y geo-naturales de Venezuela (como el rayo del Catatumbo y las inmensas reservas de agua dulce y la múltiple y variada biodiversidad), detener y poner en cintura a una supuesta "amenaza extraordinaria e inusual" para la seguridad de los EEUU, impedir un precedente en la región que pudiera convertirse en una reacción en cadena para la "libertad" mundial o, sencillamente, para dar muestras contundentes del poderío norteamericano y, en particular, del poder persuasivo-militar estadounidense-israelí, frente a posibles competidores como China, Rusia, Irán e incluso - aunque parezca mentiras - la "inofensiva" República Popular Democrática de Corea del Norte. O, ¿quién sabe?, sencillamente, porque el imperio sionista estadounidense sabe que Venezuela está llamada a ser la vanguardia de una REVOLUCIÓN MUNDIAL, a favor de una renovada Civilización, que puede comenzar en el momento más inesperado. En fin, cualesquiera sean las causas (fenoproductivas, fenoestructurales o genoestructurales), las condicionantes históricas y los factores del entorno y de la situación internacional que mueven al gobierno imperial de los EEUU y de Israel (quienes juegan tras bastidores) a querer derrocar al gobierno constitucional de Nicolás Maduro Moro, no hay dudas que existe la intención y la firme decisión - al no haberlo podido lograr por la vía electoral y del golpe de Estado o de una promovida y fallida guerra civil - de intervenir militarmente a Venezuela: "Llueva, truene o relampaguee". Es una decisión, repetimos, que ya está tomada. Si alguno de los lectores lo duda, les invito a leer mis artículos anteriores sobre el tema o, mejor aún, a leer directamente o "entre líneas" las declaraciones de los últimos tres presidentes de los EEUU de Norteamérica: Bush, Obama y Trump, quienes son apenas voceros del poder real y cumplen órdenes del sionismo estadounidense y del poder corporativo mundial.
ENTONCES NOS PREGUNTAMOS:
¿Por qué no se pone en práctica esta decisión? ¿Acaso Trump y sus asesores tienen temor a hacerlo por el costo que tendría para los EEUU y los intereses sionistas imperiales? ¿Están esperando un mejor momento porque aún no están dadas las condiciones o están esperando resolver problemas en "casa" (internos) para poder actuar "unidos" demócratas y republicanos? ¿Quieren darnos una sorpresa y, a la vez, no ser sorprendidos? ¿No será que ya se le pasó el tiempo a Trump y el Presidente Nicolás Maduro además de ser un "hueso duro de roer", como él mismo lo reconoció, es un inesperado gran estratega que los tienen locos y locas? ¿Acaso los títeres de los gobiernos suramericanos que pretenden salir de Maduro y cumplir las órdenes imperiales (Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Perú, Ecuador…) están temerosos porque se les ha agudizado sus contradicciones internas y, probablemente, sean ellos los que salgan primero del gobierno y pierdan su "poder" por incompetentes? ¿Será que el poder acumulado de Nancy Pelosi y del partido demócrata o de un sector de AIPAC y del Lobby Israelí entró en contradicción con las aspiraciones de Trump de hacer del muro con México un negocio personal y de su obsesionada aspiración a repetir la presidencia? ¿Acaso está influyendo el fantasma del recuerdo de las consecuencias -que no se olvidan- de las invasiones de los EEUU a América Latina, el Caribe y en todo el mundo? ¿Será que le tienen miedo a un pueblo valiente y corajudo, como el venezolano, que está dispuesto al sacrificio , de ser necesario al martirio, por la defensa de la Patria Grande y la dignidad de los pueblos explotados del mundo? ¿Será que Trump es un mentiroso hablador de pistoladas y es un pobre perro que ladra y no muerde, ofrece y no cumple? ¿Qué carajo les impide poner en ejecución una orden ya tomada? ¿Tienen miedo?
Vuelvo a repetirlo, una vez más: ¡Atrévanse!