Los Narcisos han tomado el poder' (Paidós) un libro con el que comprender mejor los rasgos narcisistas de nuestra sociedad y donde reconoce que "los narcisos" ocupan posiciones de poder en el mundo empresarial y mediático de nuestro mundo actual. ¿Por qué Donald Trump es un narcisista patológico?
Al día siguiente de su elección menciona que un profesor de Psiquiatría de la Universidad Johns Hopkins (Maryland) hizo pública una petición que decía: "Donald Trump presenta una enfermedad mental grave que lo hace psicológicamente incapaz de cumplir con las obligaciones del presidente de Estados Unidos"
Según el DSM-5, el trastorno de la personalidad son "fantasías o comportamientos grandiosos, de una necesidad de ser admirado y de falta de empatía, que ya están presentes al comienzo de la edad adulta y se evidencian en contextos diversos, como atestiguan al menos cinco de las nueve manifestaciones", que aquí abajo cita, y que en su opinión Trump cumple todas:
1.- El sujeto tiene un sentido grandioso de su propia importancia. Sobrestima, por ejemplo, sus realizaciones y sus capacidades, espera ser reconocido como superior sin haber efectuado nada que lo justifique. "Donald Trump está instalado, y siempre lo ha estado, en la omnipotencia", advierte.
2.- Está absorbido por fantasías de éxito limitado, de poder, de esplendor, de belleza y de amor ideal. "El mundo de Trump se caracteriza por el énfasis, el superlativo y la hipérbole. 'Creo que voy a ser el mayor productor de puestos de trabajo jamás creado por Dios", añade.
3.- Cree ser 'especial' y único, y está convencido de que sólo pueden admitirlo o comprenderlo las instituciones y las personas especiales y de alto nivel. "Aunque se presente como populista, Trump sólo trata con los más grandes. Entre los políticos, sólo respeta a los machos dominantes, los que están a su altura, con los que puede echar un pulso. En el largo apretón de manos que intercambió con el presidente francés Emmanuel Macron en mayo de 2017 en Bruselas hay que ver una prueba de reconocimiento mutuo, Macron resistió, lo cual le permitió ser aceptado por su homólogo, pero el estadounidense no pudo resistir la necesidad de realizarse después con gesto paternalista quitándole una mota del hombro", explica.
4.- Tiene una necesidad excesiva de ser admirado. "Como todos los narcisos patológicos, al ser su autoestima tan frágil, Donald Trump es absolutamente intolerante a la crítica", agrega.
5.- Cree que todo le es debido, espera gozar siempre de un trato especialmente favorable y que sus deseos se vean automáticamente satisfechos. "Considera que no le debe nada a nadie y que puede permitirse decir y hacer lo que le plazca y que sus deseos deben ser siempre satisfechos", agrega.
6.- Explota al otro en las relaciones interpersonales, y utiliza a los demás para alcanzar sus necesidades. "Dijo haber reclutado a los mejores y a los más grandes, pero no dudó en despedirlos con un simple tuit en cuanto emitieron alguna crítica contra él", manifiesta.
7.- Falta de empatía. No está dispuesto a reconocer ni a compartir los sentimientos y necesidades de los demás. "En el caso de Donald Trump no se trata sólo de falta de sensibilidad para las necesidades y los deseos de los demás, sino más bien de una pavorosa ausencia de empatía que se manifiesta a través del machismo, el racismo y el desprecio hacia todos los que no lo alaban. Durante la campaña electoral de 2016 se burló de un periodista con discapacidad, se burló en otra ocasión de la madre de un capitán musulmán caído en combate", sostiene.
8.- Envidia a menudo a los demás, y cree que los demás le envidian. "A un narciso patológico no le basta con tener una visión grandiosa de sí mismo, necesita que los demás reconozcan sus cualidades y lo proclamen. Donald Trump está convencido de que los demás envidian sus capacidades, Lo siento por los 'haters' y los 'losers' pero mi cociente intelectual es de los más altos", resalta.
9.- Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altaneros. "Eso es lo que explica su negativa a interesarse por el futuro del planeta
Leer más: file:///C:/Users/Casiopet/Documents/%C2%BFPor%20qu%C3%A9%20Donald%20Trump%20es%20un%20narcisista%20patol%C3%B3gico_.html
El poder político atrae al psicópata como a Juan Guaidó el autoproclamado presidente venezolano 2021. Aunque muchos políticos son mentirosos a secas sin ser forzosamente psicópatas, la política es un medio fantástico para que se desarrollen los psicópatas .
Evidentemente, la inmensa mayoría de las personas que se dedican a la política son perfectamente normales, y muchos tienen vocación de servicio, pero, dado que los psicópatas tienen una necesidad hipertrófica de poder y prestigio, son especialmente atraídos por la actividad que más poder permite ejercer y que, además, paradójicamente, menos requisitos objetivos (morales o profesionales) exige para ejercerlo.
Por tanto, si la política es el ambiente ideal para el psicópata, el ciudadano guardián de su propia libertad estará siempre atento al comportamiento de los gobernantes, para identificar los signos de psicopatía del autoproclamado presidente venezolano.
Juan Guaidó tiene una tendencia patológica a mentir sin escrúpulos, con mentiras muchas veces patentes, exageradas y burdas. Rompe promesas flagrantemente y practica el victimismo para justificarse. El abuso de la mentira confunde a sus interlocutores, incapaces de comprender que no están ante una persona normal.
Asimismo, todos los psicópatas son narcisistas, con un falso complejo de superioridad que manifiesta una gran irritabilidad cuando es contrariado, por lo que puede exhibir un lenguaje corporal de clara violencia contenida (por ejemplo, cambiándole el gesto de forma repentina) me refiero también a Leopoldo Eduardo López Mendoza líder opositor al gobierno venezolano
Carece de capacidad para obedecer leyes y normas morales, pues define el bien sencillamente como aquello que le beneficia y el mal como aquello que le impide hacer su voluntad. No tiene empatía y considera que los límites éticos son una incomprensible debilidad de los demás. Así que, aunque en ocasiones pueda hablar de ética, se tratará de palabras huecas, de un mero disfraz destinado a lograr sus objetivos, dado que ignora lo que es un conflicto moral o un problema de conciencia.
Desprecia su propia seguridad y la de los demás, juega al borde del precipicio, y actúa de modo irresponsable. Puede arriesgar lo más sagrado sin darle importancia, porque para él nada tiene valor salvo sus deseos y, en su delirio de impunidad, cree que, al estar por encima de cualquier límite, nada malo puede ocurrirle no le teme a la cárcel se siente super protegido
La psiquiatría tiene claro que al psicópata no le frenan argumentos morales o lógicos, ni el miedo a producir daño a sí mismo o a otros, ni tampoco el pudor ante el descubrimiento de sus felonías: al psicópata sólo le frena la ley.
sólo tiene un antídoto: la norma objetiva, el imperio de la ley. Por ello, los yonquis del poder, psicópatas o no, intentan destruir la ley o minimizar su importancia, especialmente aquellos que buscan el poder por todos los medios.
La Ley lo es todo. De hecho, el juicio fundamental sobre la bondad de un orden político no solo debe basarse en una distinción simplista y pueril entre democracia o no democracia, sino ante todo en diferenciar entre un Estado de Derecho en el que manda la ley y aquél en que sólo manda la voluntad del poderoso mientras la ley es despreciada, distorsionada, modificada constantemente y violada con descaro o de forma más furtiva.
La patología del poder consume poco a poco a quien lo ejerce y conduce al desatino. Pero, cuando quienes ostentan el poder comienzan "a actuar como sociópatas", el escenario se transforma en algo mucho más alarmante. Sólo una implacable resistencia institucional basada en la aplicación estricta de la ley podrán detenerlo antes la amenaza latente de estos demonios. Que promueven el surgimiento de una guerra civil en nuestro país a la cual según él no le tiene miedo, ..