3 febrero 2007
Si lo dice FOX News y lo dice el Miami Herald, debe ser verdad. “Ya no es hipotético que Venezuela será un país comunista, es un hecho”, afirmó una editorial en el Miami Herald el pasado 25 de enero. “ Es oficial, Chávez es un dictador”, comenzó un segmento en FOX News el 31 enero. “Dictadura” grita El País de España, y los grandes periódicos alemanes, franceses y estadounidenses le siguen el coro. Entonces, no debe sorprender que ya los congresistas republicanos del estado Florida (nacidos en Cuba) comienzan a pedir un tratamiento especial para los venezolanos y las venezolanas que tienen que salir corriendo de su país – algunos en primera clase con American Airlines y otros en sus jets privados – porque ya llegó el castro-comunismo. La vocera de la comunidad cubana auto-exiliada en Miami, Ileana Ros-Lehtinen, congresista republicana de Florida, esta promoviendo una solicitud entre sus colegas en Washington para extender las consideraciones especiales y facilidades legales que reciben los cubanos que pisan tierra firme estadounidense. Según datos de la Oficina de Estadísticas Migratorias de los Estados Unidos, 153 venezolanos recibieron asilo politico en ése país durante el año 2005. La Ros-Lehtinen, junto con su camarada Lincoln Diaz Balart, también congresista republicano del estado Florida, creen que la cifra crecerá ahora que la “dictadura” se ha consolidada en Venezuela. Los congresistas no lo hacen solamente de buena fé. “La comunidad venezolana en mi distrito atraviesan muchas dificultades”, comentó Ros-Lehtinen, evidentemente pensando en sus futuros electores cuando ya llegan a optar por su ciudadanía y pueden ejercer el derecho del voto en Estados Unidos.
Pobrecitos los venezolanos y las venezolanas que “atraviesan muchas dificultades” obteniendo la residencia permanente en los Estados Unidos, país con la legislación migratoria más compleja y dificil del mundo. Cónchale, tienen que esperar en cola con los africanos y chinos, y hasta haitianos empobrecidos y desesperados. “Guácala” dirían las mujeres y hombres en Gucci, Armani y Prada, que no consiguen gestor ninguno para resolver. Claro, como no funcionan los guisos, los favores y el mismo soborno de lo cual estan tan acostumbrados, buscan traficar en intereses y sacar todo el jugo posible de la gran ola mediática que jura pa’rriba y pa’bajo que Venezuela ya no es un país libre.
Esos 153 venezolanos que obtuvieron el asilo evidentemente tuvieron la suerte de ser revisados por un juez ignorante o corrupto. Porque cualquiera que siga la ley al pie de la letra sabe que solo en caso muy especial el venezolano califica para asilo político. Algún abogado u ONG que preparó sus solicitudes confundió la “persecución política” con la “pérdida política”. Lo siento, pero porque tu lado perdió una elección eso no significa que eres víctima de la persecución ni de la tortura. Así son las normas de una democracia: elecciones resultan en ganadores y perdedores. Si pierdes, puedes intentar otra vez durante las próximas elecciones. Tener que vivir en un país con un presidente por el cual no votaste no se clasifica como “tortura”, a pesar de lo que dirían muchos estadounidenses (cada día más).
Realmente es ofensiva y un insulto a las miles de personas que pasan por las fronteras de los Estados Unidos de países como Haiti, el Congo, Sierre Leona, Ruanda, Afghanistan, Colombia y otros donde existen conflictos armadas y violentos y una pobreza tan extrema que la sobreviviencia es casí imposible, que estos venezolanos y venezolanas de clase media y clase alta quieren ahora sobrepasar las normas migratorias para recibir un pase “VIP” al sistema estadounidense. Ni a los colombianos – país con una Guerra civil desde hace más de cuarenta años y una intervención militar fuerte de los Estados Unidos – han otorgado un estatus especial, a pesar de la constante campaña de cabildeo que ejerce la comunidad Colombiana y sus alidados en Washington.
Los cubanos que llegan a pisar la “tierra de libertad” de norteamerica se montan en la fila rápida para obtener su residencia permanente sin mayor problema. La Ley de Ajuste Cubana (Cuban Adjustment Act), aprobada en el año 1996 por el congreso estadounidense, autoriza la residencia a los cubanos que tienen un año de estadía en los Estados Unidos – no importa si cumplen o no con los requerimientos ordinarias de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (sección 245). Esta ley da preferencia a los cubanos encima de cualquier otro grupo de inmigrantes de los demás países del mundo y les ayuda evitar los años y años de espera y ansiedad que normalmente acompañan el proceso de obtener una residencia permanente en los Estados Unidos. Esa ley existe para fomentar caos en Cuba y para promover la salida de la isla caribeña.
Ni a los haitianos que llegan masivamente por agua, luchando por sus vidas y escapando de un conflicto matador causado por Washington, les facilita la entrada legal al país. Más bien, los cuerpos de seguridad fronteriza de los Estados Unidos devuelven y deportan a los miles y miles de haitianos que llegan desesperados al territorio estadounidense, buscando salvar sus vidas solo para encontrar el rechazo. Pero si la pandilla de Ros-Lehtinen y los hermanos Díaz Balart logran su objetivo, los venezolanos llegando en yate con sus maletas Louis Vuitton, listos a comprar sus nuevos condos en Miami en cash, pueden obtener el sueño Americano a precio solidario y sería la nueva clase de asilidados VIP.
evagolinger@hotmail.com