Martes,28 de enero de 2025.- Los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) o The United States of America (USA) está predeterminado por Dios, por La Providencia, para el desarrollo, el crecimiento y el mantenimiento del gran experimento de La Libertad y El Autogobierno, de La Democracia, alrededor del mundo, de ser su garante.
Más o menos de esta forma puede sintetizarse el concepto del Destino Manifiesto, de profundas raíces Calvinistas que los colonos, los fundadores de ese país, trajeron desde Inglaterra y Escocia luego de alejarse de las guerras religiosas que asolaban a la vieja Europa como parte fundamental de su plan de fundación de una nueva sociedad, muy ligado para mi, al concepto de predestinación.
Concepto arraigado poderosamente en la estructura mental de los nuevos habitantes de estas tierras norteñas recien colonizadas, esta concepción del Destino Manifiesto contribuyó al avance de este proyecto y justificó en su momento el desplazamiento y práctica desaparición de las llamadas naciones indígenas que poblaban desde hace mucho tiempo el territorio, que fueron desbastadas, territorio que por ese mandato divino debía ser ocupado.
Contribuyó igualmente a la justificación del conflicto con México y la ocupación de gran parte del territorio que pertenecía a la república azteca, algunos estimados lo calculan en un 55% de su espacio.
Otra conquista lograda fue la que se obtuvo de la guerra con España, con el Reino de España, que permitió la ocupación de Puerto Rico y la toma y manejo de Cuba por algunos años, así como su presencia en Las Filipìnas por un largo período y en épocas posteriores su intervención en muchos países de nuestro vecindario Latinoamericano, siempre a nombre de la defensa de sus intereses y por el bien de la Democracia.
Circula en el torrente sanguíneo, en el ADN de USA y constituye un pilar fundamental de su visión del mundo, de la historia, de su historia y del papel que le toca cumplir en el concierto de las naciones que le permita llevar a cabo satisfactoriamente, lo que podríamos llamar ese mandato divino.
Tener presente este concepto, el concepto de Destino Manifiesto, contribuye a comprender mejor las acciones en el área de la política internacional que realizan los norteamericanos, su vocación imperialista y su rol, auto asignado, de gendarme, de policía internacional.
El estudio de la historia, su análisis profundo nos ayuda a comprender las acciones de los otros y a prever sus futuros movimientos.
Parece por las acciones que ha expresado, que asoma, la nueva administración del gobierno de los EEUU trae nuevos brios para renovar y aplicar este concepto de Destino Manifiesto de una forma agresiva y casi furiosa.
Hay que observarlos y estar alertas, preparados para cualquier acción que en defensa de sus intereses y de la aplicación de su doctrina pueda afectarnos.
Moito cuidado mi querida Venezuela.