A sus 52 años, el hijo de un inmigrante húngaro y de una griega de origen judío, que nació y creció en París, es un admirador de Tony Blair, asegura Nicolas Domenach, uno de sus biógrafos.
Veamos lo que dijo Nicolás Sarkozy recientemente ante la Asamblea General de la ONU sobre Cuba e Irán, en la que como buen amanuense del imperio le hizo comparsa a su sulfuroso mentor George Bush. El presidente estadounidense situó a la isla caribeña, junto a Myanmar, a la cabeza de «los países sin libertades». Sus palabras provocaron el «profundo malestar» de la delegación cubana que se ausentó de la asamblea. Sarkozy, por su parte, dijo que «si permitimos a Irán dotarse del arma nuclear correríamos un riesgo inaceptable para la estabilidad». ¿Le parece bien, señor Sarkozy, que se vuelva a repetir contra Irán la falsa historia de armas de destrucción masiva y consecuente invasión a Irak, so pretexto de que su programa nuclear no tiene fines pacíficos sino con el fin de construir bombas atómicas?
Su mentor George Bush, señor Sarkozy, dijo en el turno de su intervención en la ONU sentirse «decepcionado por el silencio» del recién creado Consejo de Derechos Humanos «ante regímenes opresivos», entre los que citó a Cuba y Venezuela.
¿Cuál decepción y cual silencio señor Bush? ¡Por Dios, cuan cínico y caradura es este diábolo Mayor de las Tinieblas, verdad señor Sarkozy! Perfecto bodrio de siete suelas, quien a falta de moral (porque a Chávez le sobra) le endilga al gobierno del presidente Chávez el término de “régimen opresivo”, cuando a todas luces se sabe en el menor rincón del planeta que es precisamente la inmoralidad y la baja ralea de ese imperio del mal el que promueve crímenes, genocidios, desapariciones, chantajes, mentiras, sobornos, corrupción, especulación y tráfico y financiamiento de drogas, etc., etc. En otras palabras, es ese decadente imperio –con la anuencia europea y sionismo internacional— el que se da el tupe de ser juez y parte y el que con vulgar descaro se paga y se da el vuelto, sin que haya en este mísero mundo un órgano contralor internacional de justicia que le dé un parao a tamaña inmoralidad.
El nuevo perrito faldero del imperio, el señor Sarkozy, con su irreverente prepotencia y su citadino gusto por los yates de 200 pies de eslora, se aventuró a lanzar “una seria advertencia” a los delegados y presidentes de las naciones del mundo (en el seno de la ONU). Dijo, este peón del imperio… «No habrá paz en el mundo si la comunidad internacional da muestras de debilidad ante la proliferación de armas nucleares».
A todas estas, nos preguntamos señor Sarkozy ¿dónde queda el poderío nuclear de Israel, India y Pakistán quienes han desarrollado y hecho explotar exitosamente bombas nucleares sin que los EEUU, la ONU o la Agencia Internacional de Energía Atómica (IEA) hayan intervenido o condenado tal proliferación?
Presidente Chávez, a raíz de la causa humanitaria de los secuestrados colombianos/americanos que atañe tanto a usted como al presidente Sarkozy, manéjese con mucho tacto y prudencia… Más no digo manejarse con la candidez de la paloma sino más bien con la astucia de la serpiente y el sigilo del leopardo, por que no tiene ante sí a un cipayo europeo más sino a un personaje que está recibiendo instrucciones directas del imperio y del sionismo internacional. Es este recién llegado a la presidencia de Francia (Nicolás Sarkozy) un mandatario que siendo socialista, es de hecho, un genuflexo personaje de ultraderecha que dista mucho de ser lo que fue hasta hace poco el ex mandatario, estadista y caballero francés Jacques Chirac.
Presidente Chávez, es este servil cipayo un socialista que piensa y habla con la izquierda pero actúa y obra con la derecha, siendo un producto manufacturado y concebido con la aquiescencia de las gigantes usinas mediáticas mundiales y apuntalado por los grandes capitales USA-Europeos-Sionistas. Con mucho peso internacional, mucho músculo financiero y mucho peso político-mediático, que no dudará –para congraciarse con su amo o Diablo Mayor— decir y vocear en cuanto foro internacional se encuentre a su paso, cualquier tipo de mentiras o falsedades, si con ello se gana el visto bueno y reconocimiento del imperio y sionismo internacional.
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