"A mediados del siglo pasado (XIX), el filibustero William Walter, quien operaba en nombre de los banqueros Morgan y Garrison, invadió Centroamérica al frente de una banda de asesinos que se llamaban a si mismos "La falange americana de los inmortales". Con el respaldo oficioso del gobierno de los Estados Unidos, robó, mató, incendió y se proclamó) presidente en expediciones sucesivas, de Nicaragua, El Salvador y Honduras.
Reimplantó la esclavitud en los territorios que sufrieron su devastadora ocupación, continuando así la "obra filantrópica" de su país en los estados que habían sido usurpados poco antes a México (Despojado de casi la mitad de su territorio y el más rico en petróleo).
A su regreso, William Walter, fue recibido en los Estados Unidos como héroe nacional. Desde entonces se sucedieron las invasiones, las intervenciones, los bombardeos (la flamante aviación norteamericana se inauguró bombardeando a la ciudad de Ocotal de Nicaragua) los empréstitos obligatorios y los tratados firmados al pie del cañón. En 1.912 el Presidente William H Taff afirmaba: No esta lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: Una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur". Todo el hemisferio será nuestro de hecho, como, en virtud de nuestra superioridad racial ya es nuestro moralmente" "
"Las Venas Abiertas de América Latina"
E Galeano `
Cuando hablamos de conciencia revolucionaria y además bolivariana, necesariamente estamos hablando de una consecuencia moral, de una posición vertical ante la injusticia y todo aquello que de una forma u otra denigra, envilece, degrada y corrompe la dignidad humana. De aquí que el anti-imperialismo es para los revolucionarios un mandato ético, porque es la dominación económica del poderoso contra el resto de la humanidad es la causa cierta de toda la tragedia humana contemporánea,
De la misma forma que la cultura hegemónica "invalida" toda aquella expresión humana que no "sirva" a sus intereses egoísta, en esa misma medida, la moral revolucionaria "invalida" y descalifica toda acción imperialista de carácter egoísta y de lucro propio en desmedro del bien social.
El capitalismo es de naturaleza inmoral, porque solo lo mueve el beneficio propio y desconoce cualquier derecho que no sea en función de sus beneficios. Por eso su ética, su política, su discurso es de "doble faz". En el arte del doble discurso el sistema dominador capitalista es un maestro, utilizara la religión y el mensaje espiritual mientras pueda sacarle provecho y engañar a los incautos, hablara de libertad y democracia solo si la atmósfera le es favorable. Luego, si tales argumentos se desgastan y queda desenmascarado, pasará inmediatamente al escenario del fascismo, la dictadura, la invasión y a la más descarada intervención.
En Venezuela la revolución se encuentra entrampada en el juego imperialista de la "democracia burguesa" y este es el acertijo que nos toca resolver.
Desde la aparición en escena del Comandante Chávez, el imperio y sus fantoches han sido derrotados en muchas ocasiones con sus propias armas y sistema electoral, pero estos triunfos nos han obligado a movernos en su terreno, terreno en el que tienen a su favor todas las ventajas, porque es "su terreno" y son "sus armas". En este escenario el enemigo controla casi toda la batería mediática, especialmente la de largo alcance, controla todo lo que concierne al abastecimiento, desde la cadena de producción, distribución, mayoreo y ventas al detal, controla otros importantísimos rubros en diferentes campos de la producción nacional, como el cemento por ejemplo, es decir controla los medios de producción y utiliza ese control para desestabilizar y hacer el juego macabro de la contra revolución.
Los logros y avances de la revolución son muchos y muy importantes, pero son minimizados por la batería contra-revolucionaria, mientras magnifica cualquier problema o falla del sistema que lógicamente tiene que existir.
Esto debemos manejarlo los revolucionarios a la hora de expresarnos y de hacer críticas destempladas ante cualquier dificultad o derrota transitoria que se presente. Nadie dijo que el proceso era fácil, no, es complejo y muy difícil, pero un mundo mejor es posible, si afinamos nuestra conciencia y no desmayamos en nuestra participación, NO IMPORTA NADA SI HEMOS OBTENIDO O NO UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA EN LO PERSONAL COMO PRODUCTO DEL PROCESO REVOLUCIONARIO, lo que importa es el futuro de la patria y cuna del Libertador Simón Bolivar, somos la generación pionera y la historia nos exige el mayor de los sacrificios, porque "somos los HIJOS Y LAS HIJAS DE BOLIVAR Y DEL CRISTO REDENTOR, nada más pero tampoco nada menos.
"SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO"
rafaelurdanet@gmail.com