A pesar de todos los esfuerzos mediáticos y políticos de la oligarquía colombiana y el gobierno de los Estados Unidos por venderle a la opinión pública internacional la peregrina tesis de que el conflicto social y político que durante 60 años ha sufrido Colombia es un asunto de “orden público interno”, ellos mismos han terminado por asumir la internacionalización del conflicto, acorralados por las iniciativas de Acuerdo Humanitario y negociaciones de Paz promovida por el comandante Hugo Chávez Frías, las cuales siguen gozando del apoyo de los prisioneros de guerra, presos políticos y rehenes en manos del gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, FARC-EP y de la simpatía de importantes gobiernos, organizaciones sociales y políticas y grupos de derechos humanos de Nuestra América, de Europa y el resto del planeta.
En respuesta al duro golpe propinado por el presidente Chávez al conseguir la liberación unilateral e incondicional de Clara Rojas y Consuelo González y, como consecuencia de ello, la aparición del niño Emmanuel - bajo el control de las autoridades colombianas -, Los Estados Unidos lanzaron una contraofensiva mundial, enviando a sus principales fichas militares y políticas hacia Colombia – incluyendo a Condolezza Rice – y apoyando diplomáticamente la apresurada gira europea del presidente Alvaro Uribe Velez, quien visitó Madrid, Paris, Ginebra y dio un discurso en el Foro Económico de Davos, Suiza, con el fin de conseguir declaraciones en favor de su política de “Seguridad Democrática”, diseñada por los asesores norteamericanos del “Plan Colombia” para imponer una imposible solución militar del conflicto armado, aunque ello implique sacrificar a los oficiales y suboficiales policiales y militares prisioneros de guerra y rehenes civiles en manos de las FARC-EP.; solo logrando tímidos apoyo del presidente español Rodríguez Zapatero y exigencias de libertad de iniciativa y autonomía de acción para negociar el Acuerdo Humanitario por parte del presidente francés, Nicolás Sarkosy y las autoridades suizas.
Apelando a la táctica de “combinación de todas las formas de lucha”, que les justifica utilizar la sierra paramilitar, las operaciones de “tierra arrasada” en las zonas de influencia de la guerrilla y la celebración de elecciones bajo el control de narco-políticos; el gobierno uribista, utilizando el portal de Internet FACEBOOK, promueve para este 4 de Febrero, la jornada colombiana e internacional NO A LAS FARC – LIBERTAD PARA LOS SECUESTRADOS, para lo cual cuentan con el apoyo de sus reaccionarios aliados de l Europa y la otra América y los medios de desinformación global, con el fin impedir que las iniciativas del presidente Chávez se consolidaran en la opinión pública internacional; no alcanzando este llamado la pluralidad que pretendían, ya que los familiares de los prisioneros de guerra, presos políticos y rehenes de ambas partes, el partido de centroizquierda Polo Patriótico Alternativo, la Central Unitaria de Trabajadores, las ONG de derechos Humanos, organizaciones campesinas e indígenas, se distanciaron de la convocatoria por no estar dirigida a la búsqueda sincera de la Paz en Colombia sino, una burda manipulación política del presidente Uribe Velez en su propósito de legitimar sus estrategia de guerra y promover la reelección presidencial.
Definitivamente internacionalizado el conflicto colombiano por las iniciativas humanitarias del comandante Chávez y la respuesta del binomio macabro Uribe-Bush; las condiciones actuales parecieran propicias para que, a nivel de gobiernos con interés legítimo en el conflicto colombiano, se tomen iniciativas de búsqueda de soluciones al grave problema de los prisioneros de guerras, presos políticos y rehenes en manos del gobierno colombiano y las FARC-EP, mediante la creación de un Grupo de Diálogo y Contacto, en donde se puedan integrar, por ejemplo, las visiones y propuestas de los gobiernos España, Francia, Suiza, Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, en el común propósito de crear un escenario de diálogo fructífero – sin inamovibles - que conduzca a un proceso de negociaciones sobre el Canje Humanitario y, ulteriormente, a la solución política al conflicto armado interno.
Para ello, la movilización del pueblo colombiano y demás pueblos del planeta son garantía de que las iniciativas de los gobiernos se mantengan en el tiempo y ser exitosas, por lo que es necesario que organizaciones como el Consejo Mundial de la Paz, la Federación Internacional de Mujeres, el Congreso Bolivariano de los Pueblos, el Congreso Continental de Pueblos Indígenas, la Organización Latinoamericana de Estudiantes, la Federación Latinoamericana de Periodistas, el Foro Social Mundial y la Federación Internacional de Derechos Humanos, entre otras redes y organizaciones internacionales, se puedan unir en un plan de movilización en apoyo al Canje Humanitario y la Paz, que conlleve a la realización de un Encuentro Mundial Por la Paz y la Democracia en Colombia, del cual pueda surgir una Red Mundial de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Colombiano que reivindique para ese maravilloso y martirizado pueblo bolivariano los Derechos a la Paz, la Democracia y el Bienestar, consagrados en los Pactos y Convenios Internacionales sobre derechos humanos.
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