La historia está llena de ejemplos de imperios que se engrandecieron económica y políticamente mediante el terror y la usurpación de otras naciones. El imperialismo romano, el imperialismo español, el imperialismo ingles. Etc. Dejaron tras de si estelas de cadáveres y miserias en los pueblos avasallados por sus plantas insolentes e indolentes. En todas partes, donde se asentaron, existieron los miserables apátridas que, pretendiendo ventajas y favores privilegiados, se pusieron al lado del invasor y vendieron hasta la madre, por beneficiarse del mísero acto servil.
La oligarquía colombiana, como la venezolana, no escapan de esta corriente rastrera. Después que Bolívar y los bravos guerreros independentistas, realizaron el trabajo de liberar al continente sur, del dominio Español, Ingles y Portugués, las oligarquías se confabularon para reventar la unidad y obtener cada cual, según su interés un pequeño reino. Un reino para sus negociados y turbios manejos, donde se incluía a un pueblo que mantenido en la ignorancia, seria la materia prima por excelencia para incrementar sus haberes. El factor ignorancia y división debería ser el principal elemento de dominación sobre esos pueblos, al contrario. Cualquier amenaza en contra de la oligarquía de cualquier región, se considera una amenaza contra las oligarquías en general y la solidaridad ha de estar presta a auxiliar sin mezquindad y rapidez. No se puede permitir un precedente. Solo una oligarquía puede desplazar a otra y para esto si es valido usar la muchedumbre o pueblo.
En la historia reciente, un imperio todo poderoso, poseedor de las ultimas tecnologías armamentistas. Mantiene el viejo esquema de privilegiar a un mínimo grupo de ambiciosos y avaros sin conciencia, oligarcas en las naciones respectivas . Mediante éllos imponen sus reglas y dominio. Todo les es permitido, mientras no se salgan del esquema de supeditación a los intereses del imperio rector. Las normas o leyes son un mecanismo, mediante el cual se somete a los débiles y se les obliga a obedecerlas al pie de la letra y sin excusa. Solo el poder imperial puede pasar por encima de esas normas invocando causas superiores. Es así que el sionismo judío en Israel, se puede dar el lujo de masacrar a niños y mujeres desvalidos, invocando intereses superiores. Para éllos no cuenta ningún poder internacional, ni tribunal, ni ley. Ahora Colombia bajo la égida de Estados Unidos, se abroga esa potestad. No hay fuerza legal en el planeta que se pueda oponer a la mentira como instrumento de justificación de sus acciones. Pero eso si: el gran beneficiario al final de toda esa patraña ha de ser el imperio y sus amos sionistas.
La posesión de armas de alto poder destructivo, es para infundir el terror donde se pose la planta del instrumento del amo Imperial. Son testigos de esta practica: Somalia , Irak, Irán, Afganistán, Pakistán, Kenia, República Dominicana, Haití, Guatemala, El Salvador, Panamá, Honduras, Nicaragua, Venezuela, Cuba, Argentina, Grenada, Brasil, Japón, Corea, Paraguay, Uruguay, México, Colombia, Egipto, Líbano, Palestina, Siria, Vietnam, Laos, Cambodia, Serbia, Ucrania, República Árabe Saharaui, libia, Argelia, Puerto Rico, Angola y un largo y extenso etcétera. Por supuesto que esta lista de países, representa un listado millonario en personas sacrificadas para cumplir el fin. Asesinatos, torturas, violaciones, encarcelamientos sin causales, represión de derechos humanos y civiles, son el resultado de esta política de dominación, con serviles dispuestos a toda hora a acatar las ordenes ¿ verdad Uribe?. El limite a esta criminalidad depende de los pueblos y solo de éllos. Es por eso que imploro, que se implemente la coordinadora internacional de los pueblos por su independencia. Dentro de mis limitaciones hago lo que puedo, quienes mas puedan, por favor aporten. Es urgente y no para protagonismo individualista.
javiermonagasmaita@yahoo.es
