Cumbre; lo más alto de la elite gubernamental, no es el estricto sentido de la palabra usada en este caso, aunque en una sociedad colectiva el sentido varía, dejó de ser bien usada la palabra, en la actualidad para un país en vías hacia el socialismo, la utilización es clasista y pertenece a otro tiempo donde el uso estaba reservada solo a una élite, que hoy se desintegra, para dar paso a una masa combativa que con la bandera visible encima de la cumbre se llama pueblo.
Es cinismo, asistió tal vez en su agonía a desahogarse en la última cumbre de la ignominia, entre acusaciones de mentiras y verdades relativas, los dueños de unos países y representantes de algunos pueblos, se dijeron lo que la fraternidad permite, algunos escondiendo en la espalda entre el palto y la camisa mojaban de sudor mal oliente, una bandera distinta a la que se veía frente a su curul en una mesa redonda, que dejó dolor en el alma de un pueblo que asistió a defender su soberanía y regresó con la duda de no saber si mañana con el mismo cinismo y los mismos actores envenenarán el agua con alguna bacteria y se reirán en la próxima reunión diciendo que eso no es una bacteria asesina, eso es un exterminador de plaga y un poco de pobres se atravesaron, y como su país tiene el objetivo de evitar que el socialismo se siga estableciendo en América del sur, tuvo que envenenar la región para tranquilidad de su amo y que no quede nadie encargado de proyectarlo.
Con cual excusa invadirá mañana nuestro territorio; porque evidentemente por la conducta mostrada no queda la menor duda, que lo hará, todos lo dijeron, lo afirmaron, lo saben y se lo dicen en la cara al mensajero. Llévale este mensaje a tu amo, dile que conocemos sus intenciones, pero también hazle saber que no tenemos miedo, lo que pasa es que desconocemos cual es la próxima jugada, con que patraña vendrá, ¿que discutiremos en la próxima cumbre? llevaremos los cadáveres como prueba de su irresponsabilidad para mostrarle al mundo que tenemos que detener ese monstruo, de lo contrario acabará con el mundo apoyado por lacayos que utilizan la palabra precisa para decir ante los confundidos del planeta, que esos cadáveres que tiene en sus manos con todas las evidencias que los asesinos, es una verdad que es mentira, este niño muerto no es un niño, esta sangre no es sangre, eso que invadí no fue un país, fue una republiquita y yo no soy todo lo que ustedes dicen, soy solo un lacayo del imperio metido en el cuerpo de un presidente que no tiene amor por su patria
Algunos creyeron esa fábula inventada, sin el más mínimo intento de esconder el descaro, otros dudaron y lo seguirán haciendo, mientras ante los pueblos no haya una demostración contundente frente al policía del mundo, donde se le diga que los oprimidos están despertando y están dispuestos a liberarse de opresores que aun no han entendido pero tendrá que hacerlo, porque PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS Y HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
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