El secretario de Hacienda del gobierno mexicano declaró en conferencia de prensa en la ciudad de Acapulco que la decisión del gobierno de Venezuela de nacionalizar la cementera Cemex es: “Una acción inadecuada donde no se respetó la propiedad y el derecho de los mexicanos.” Agregó: “No hay más que reprobar esa acción” y por su parte, la cancillería hizo llamar al embajador venezolano, Roy Chaderton Matos, para transmitirle la preocupación del gobierno mexicano por dicha decisión y le participó, a su vez, que el gobierno velará por los intereses de los mexicanos en el exterior.
Llama poderosamente la atención que esa angustia y preocupación del gobierno azteca en lo absoluto se manifestó cuando fuerzas del ejército colombiano violaron la soberanía del Ecuador el 1 de marzo pasado y bombardearon un sector del departamento de Sucumbíos en donde murieron, además del jefe guerrillero, Raúl Reyes, cuatro estudiantes mexicanos que se encontraban en la zona en plan de investigación. Allí el gobierno azteca se hizo el desentendido, jamás protestó por dicho asesinato y ni siquiera llamó al embajador de Uribe para pedirle explicaciones por lo ocurrido con sus connacionales, de donde se infiere, sin más, que para el gobierno neoliberal del PAN, más le importa los intereses de sus transnacionales del dinero que la vida de los mexicanos.
¡Increíble, pero cierto…! El mudo al revés, sin duda, como lo ha dicho Eduardo Galeano…
oliverr@cantv.net