Luego del encuentro de los trabajadores con Chávez en Cuidad Guayana, una carta abierta a mi hermano de sueños Carlos Lanz

A mediados de los 70 nos encontramos en un franco debate sobre la revolución en Venezuela, levantamos las banderas de los consejos de fabrica y el control obrero sobre la producción, la autonomía de la clase, la construcción de un bloque social revolucionario y la construcción de una línea militar de masa, muchos fueron los debates. Recuerdo, la conversa  contigo, con el catire Colmenares, con el flaco Freddy, con Iván y otros compañeros en el cuartel San Carlos, su venida futrada para Guayana, producto de su caída en prisión, fueron el flaco Luís Aché, Pimpon y el gordo Rafael los primeros en venir y agitar sobre los consejos de fabrica y el control obrero, luego me toco a mi venir a esta tierra que me acogió en el combate proletario. Venia con los sueños de construir una gran organización proletaria capaz de avanzar en lo político y militar, era la época en que en las paredes aparecían las pintas del M.R.T y G.C.R, en Sidor y Alcasa aparecieron los núcleos autónomos, época en que la CTV asaltó al sindicato de Sidor y nuestra respuesta fue el atentado contra las casas de AD y COPEY, tal vez seguía en nosotros el aventurerismo y el foquismo, pero estas acciones fueron apoyadas por los trabajadores y criticadas por el reformismo. Años después fue la arremetida contra los trabajadores de Hevensa y la voladura de la inspectoría del trabajo.

Época de acusaciones hechas desde el reformismo y la ortodoxia; recuerdo que nos acusaban de ultra, que la clase no podía liberarse por ella misma, menos de tener una nueva institucionalidad revolucionaria que negara la vieja institucionalidad burguesa o la existente en las llamadas democracias populares, era oponerse a las orientaciones de Lenin.

En los años siguientes continuamos trabajando como colectivo desobediente, en Venalun, Alcasa y en las comunidades, tal vez con la creencia de que nuestras ideas eran justas, pero contra una gran pared que se oponía al debate. Llega el proceso bolivariano y a los años te envían como presidente de Alcasa, de nuevo y con mas fuerzas se levantan las banderas de los consejos de trabajadores y el control obrero, no ya como consigna, sino como una propuesta para las empresas básicas, se comenzó en Alcasa, se intento en Venalun, la burocracia de C.V.G y la tecnocracia se opusieron, muchos o todos los diputados del estado estuvieron en contra, la prensa lanzaban su furia, ¿Cómo es que los trabajadores que no saben(pero producen todo lo que existe) van a dirigir?, desde el general Rangel hasta los empresarios lanzaron su combate contra esta propuesta, el Viejo Carlos Lanz se convirtió en el blanco del debate. Con tu salida se da la arremetida contra nosotros y el regreso a la dedocracia, traída esta por el tecnócrata del ministro Sanz.

En el encuentro con el compañero Chávez, pensé que deberías estar con nosotros viejo Carlos, fue la reivindicación por las 11 mesas del control obrero y los consejos de trabajadores, la exigencia de la nacionalización de las empresas briqueteras, la de la cerámica, empresas que  están apoyadas por el MIBAM, a las que se les vende a precio bajo la materia prima para que puedan seguir explotando a la clase obrera, ninguna mesa hablo de aumento de salario; no compañero, todos exigimos el control y la dirección de la revolución, fue un día donde la subjetividad revolucionaria subvertía el orden tecnocrático, el orden de la dedocracia.

Sabes tu que muchos han sido los momentos de alegría que hemos compartido, este día no pudimos estar juntos para compartirlo, pero sabes también que muchas discusiones fueron arrechas, coño, digo arrechas, donde se dieron desencuentros. Hoy, luego de lo que se hizo en Alcasa, podemos balancear el proceso vivido, los errores cometidos, pero también los aciertos que son muchos, hoy podemos decir sin ser sectario que nuestra semilla comienza a germinar, que no es nada fácil, es el combate contra las relaciones del capital y la burguesía, pero también un gran combate contra la burocracia roja, que se niega a morir al igual que la burguesía, pero sabemos que estamos venciendo.

Osvaldo León Vargas

maraco1956@hotmail.com



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