Se reactivó la IV flota, se profundiza la farsa sobre las computadoras de Uribe, murió Marulanda, el precio del petróleo sube, arrecian las amenazas contra Venezuela y Latinoamérica. Por supuesto, hay que denunciar esta situación. Nunca será suficiente.
Pero la geopolítica se expresa también en hechos sobre los que conocemos poco. Que pasan desapercibidos o se presentan desconectados del contexto donde se generan: es decir como atentados contra la vida planetaria.
En Alemania se está desarrollando la Conferencia sobre Diversidad Biológica. No ocupa grandes titulares, pero la cuarta parte de las especies animales ha desaparecido desde 1970. Entre 1970 y 2005, el Índice de Vida en el Planeta cayó 27%, siendo mayor el impacto en la Unión Europea: cayó 35% entre 1990 y 2005 (IPS). Los asesinos de la tierra y de la gente son los mismos.
No se destaca cómo esta pérdida de biodiversidad está conectada con la crisis alimentaria, el papel que ha jugado y está jugando el FMI en ella y el efecto de un plan formulado desde 1974 por el criminal Kissinger, quien señaló que controlando el petróleo se controlaba a los países y controlando los alimentos se controlaba a los pueblos.
El FMI y el Banco Mundial han impuesto la eliminación de impuestos a las importaciones de productos agrícolas, desmantelando la agricultura de los países pobres, sometiéndolos al dominio del mercado mundial que destruye la diversidad biológica, monopoliza las semillas y multiplica la contaminación ambiental a través de las productos transgénicos. Por tanto, más pobreza de la gente y de la tierra.
Mientras, según datos de IPS, transnacionales de alimentos como Cargill, incrementó sus ganancias 86% en el primer trimestre de 2008; Bunge, 77% en el último trimestre de 2007; ADM, 67% durante 2007. Esta es la contrapartida del hambre. El precio de los alimentos se ha incrementado en 83%. Es lo que está detrás de la geopolítica. También, aun cuando algunos no quieran creerlo, detrás de nuestras elecciones de noviembre, del plan Colombia, la IV flota y la celebración de la muerte de Marulanda.
A veces se condena la geopolítica del terror, pero se aplican políticas de dudosa sustentabilidad ecológica. La defensa de la vida o es integral o no es. Hay que revisar la estrategia petrolera.
julio.escalona@gmail.com
