2 008. Pleno siglo XXI. Hay elecciones presidenciales en Estados Unidos. ¿Diferencias de las anteriores?: No muchas. Dirimen los mismos partidos, Demócrata y Republicano. El precandidato con más fuerza en el Partido Republicano es un rancio conservador; dijo que si gana en las elecciones impulsará aún más la intervención de su país en Irak y dispondrá de cuantiosos recursos para sostener este inadmisible conflicto bélico.
En aquella nación el magnicidio ha salido a relucir en momentos claves. Se recuerda el homicidio de los hermanos Kennedy. El sonado evento de Watergate en el cuestionado gobierno de Richard Nixon. Recientemente, el publicitado lío de la Lewinsky con el presidente Clinton. En este proceso eleccionario la sazón la han puesto los demócratas, con sus dos precandidatos: Hillary Clinton y Barack Obama. La una mujer y el otro afrodescendiente o simplemente negro.
Con sus matices, en ambos partidos en esta contienda tanto las nefastas políticas del gobierno de Bush como la guerra contra Irak han constituido los principales temas a debatir.
Los problemas internos deberían conducir a los precandidatos estadounidenses a concentrarse en sus propios dramas. Mas no es así. De nuevo América Latina y el país más díscolo, Venezuela, tenían que aparecer en el debate electoral.
Se sigue viendo a esta parte del continente como el patio trasero que no debe rebelarse.
Entre "autoritario y demagogo", pasando por la acusación de que desarrolla una "diplomacia de chequera", ha sido calificado el Presidente de Venezuela por el precandidato del Partido Demócrata Barack Obama. ¿Dónde ocurrió esto? El lugar no importa, pudo ser en cualquier región de Estados Unidos. Fue en Florida, territorio de especial significación por la cantidad de emigrantes de derecha, autoexiliados de sus territorios de origen.
El Gobierno gringo siempre ha menospreciado a los pueblos del mundo; al creerse raza superior se erige como dueño de la verdad y con cualidad para dar órdenes a diestra y siniestra.
Por ello, el precandidato Obama amenaza con "pedir rendición total de cuentas a Chávez por su relación con las Farc". No podía ser de otra manera, este discurso fue en Miami y frente a exiliados cubanos. Música para sus oídos. ¿Simple demagogia? Prof. UCV