“Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias”
Miguel de Cervantes Saavedra….
Hasta ahora los políticos no han tenido la capacidad de resolver el profundo conflicto entre Israel y Palestina, utilizando métodos tradicionales ortodoxos de las ciencias políticas, la diplomacia hasta este momento ha fracasado.
No se vislumbra una solución utilizando armas de alta tecnología con apoyo satelital de ultima generación que detectan una aguja debajo de un pajonal, contra un pueblo que resiste con armas artesanales y métodos primitivos en forma asimétrica, contra la tecnología militar simétrica (Utilización de técnicas, tácticas y equipos convencionales y de ultima generación: tanques, aviones, barcos, satélites etc. Luchando por un territorio por su control o “limpieza étnica”, con frentes muy bien definidos).
Las religiones en este conflicto no han estado a la altura de las circunstancias, los analistas académicos también con sus sofisticados ¡análisis y argumentos!
Hay que entender que este es un conflicto, entre israelíes y palestinos en él que ambos reclaman el mismo pedazo de tierra, se interpreta de hecho que es un conflicto entre “humanos” entre dos pueblos que argumentan tener que vivir en el mismo lugar. Muchos estudiosos de este problema, aseguran estar convencidos que una victoria militar no puede ser el trofeo del éxito en este conflicto árabe/israelí. La solución pareciera ser el acercamiento y no el enfrentamiento.
La guerra despiadada que Israel mantiene contra el pueblo palestino en esa prisión a cielo abierto que se llama Gaza no se justifica.
Muchos analistas políticos/militares han llegado a la conclusión, que la mejor estrategia para poner fin a la criminal y sangrienta masacre israelí en la Franja de Gaza, es convertirlo en un objetivo tipo “boicot” que fue un movimiento mundial que le puso fin al régimen de apartheid en Sudáfrica.
En el 2005 una gigantesca coalición de grupos palestinos diseñó un plan para hacer justamente eso, hicieron un llamado “a la gente de conciencia de todo el globo terráqueo para imponer amplios boicots y adoptar contra Israel iniciativas de desinversion iguales a las utilizadas contra Sudáfrica en la época del apartheid”. Nació en ese momento la campaña Boicot, Desinversion y Sanciones (BDS).
Cada vez que Israel con su poderío militar masacra al pueblo palestino de Gaza, muchos de sus aliados se plegan a la reflotada causa del (BDS). Y las suplicas de alto al fuego no disminuyen el ritmo de ese movimiento.
La campaña de Boicot al Estado de Israel empezó a recibir apoyos incluso entre judíos del mismo Israel. En plena ofensiva a Gaza millares de judíos, enviaron una carta a los embajadores extranjeros acreditados en Israel. En ella les hacen un llamado para la “inmediata adopción de medidas restrictivas y sanciones” y proyectan un paralelismo con la lucha antiapartheid. “El boicot contra Sudáfrica fue eficaz, pero a Israel se le trata con guantes de seda…Este respaldo de USA y algunas potencias debe cesar” finalizaron en su exposición…
No todo judío es sionista, ni todo sionista es judío. La manipulación de la información por las grandes corporaciones de las comunicaciones, confunden a la opinión publica mundial cuando utilizan cierta terminología.
No todo sionista es judío. Un judío es el que cree y practica el judaísmo, siendo este un concepto religioso. Mientras que el sionismo es una concepción política que identifica a los judíos y no judíos que apoyan la creación del Estado colonialista israelí.
Hay una cuestión de interpretación o de semántica, cuando se habla de antisemitismo, (o sea los que odian a los judíos) o sea los que se oponen a la creación del Estado de Israel, caen en un grave error porque no son antisemitas, los que se oponen al Estado de Israel sino antisionistas.
Esta complejidad del conflicto lo han querido focalizar en un plano netamente religioso, cuando en realidad no lo es. El sionismo es una organización política judía que defiende la colonización de los territorios árabes en Palestina. Basados “en la recuperación de la tierra prometida”. No todos los habitantes de esa región practicaban el islamismo, cuando se creo el Estado de Israel, no solo había árabes musulmanes, sino también árabes cristianos.
Los grandes medios de comunicación han contribuido a crear una matriz de confusión de índole religiosa, cuando el factor predominante es de orden político/económico.
El amigo Michell Collon me hizo llegar este texto anónimo, publicado por Emir Sader que mantiene la publicación brasileña Carta Maior sobre: Las doce reglas de la crisis en el Oriente Medio.
En Oriente Próximo son siempre los árabes quienes atacan primero, y siempre es Israel quien se defiende. Esa defensa se llama “represalia”.
Ni árabes, ni palestinos ni libaneses tienen derecho a matar civiles. A eso se le llama “terrorismo”.
Israel tiene derecho a matar civiles. Eso se llama legítima defensa.
Cuando Israel mata civiles en masa, las potencias occidentales piden que lo haga con mayor comedimiento. Eso se llama “reacción de la comunidad internacional”.
Ni palestinos ni libaneses tienen derecho a capturar soldados israelíes dentro de instalaciones militares con centinelas y puestos de combate. A eso hay que llamarlo “secuestro de personas indefensas”.
Israel tiene derecho a secuestrar a cualquier hora y en cualquier lugar a cuantos palestinos y libaneses se le antoje. Su cifra ronda los 10 mil, 300 de los cuales son niños y mil, mujeres. No se precisa prueba alguna de culpabilidad. Israel tiene derecho a mantener secuestrados presos indefinidamente, ya sean autoridades democráticamente elegidas por los palestinos. A eso se le llama “encarcelamiento de terroristas”.
Cuando se menciona la palabra “Hezbollah”, es obligatorio añadir en la misma frase “apoyados y financiados por Siria y por Irán”.
Cuando se menciona “Israel”, está terminantemente prohibido añadir: “apoyados y financiados por los EE.UU.”. Eso podría dar la impresión de que el conflicto es desigual y de que la existencia de Israel no corre peligro.
En informaciones sobre Israel, hay que evitar siempre que aparezcan las siguientes locuciones: “Territorios ocupados”, “Resoluciones de la ONU”, “Violaciones de los Derechos Humanos” y “Convención de Ginebra”.
Los palestinos, lo mismo que los libaneses, son siempre “cobardes” que se esconden entre una población civil que “no los quiere”. Si duermen en casa con sus familias, eso tiene un nombre: cobardía: Israel tiene derecho a aniquilar con bombas y misiles los barrios donde duermen. A eso se le llama “acción quirúrgica de alta precisión”.
Los israelíes hablan mejor ingles, francés, castellano o portugués que los árabes. Por eso merecen ser entrevistados con mayor frecuencia y tener más oportunidades que los árabes para explicar al gran público las presentes reglas de redacción (de la 1 a la 10). A eso se le llama “neutralidad periodística”.
Todas las personas que no están de acuerdo con las sobredichas Reglas, son, y así debe hacerse constar, “terroristas antisemitas de alta peligrosita”. Fin de la cita.
Ahí, te la dejo Chichi`s, así el agente del “Mossad” alambrito, que sabe más que Corocoro frito, y natural de Mosquete se arreche.
Percasita11@yahoo.es