Así es la justicia cuando la maneja la inteligencia imperial. Mientras aseguró un proceso dilatorio y la libertad a su agente terrorista Luis Posada Carriles, la CIA y la DEA acaban de encarcelar por 37 meses al ex agente de la DEA Celerino “Cele” Castillo. Este mismo investigador quién vio de sus propios ojos y denunció, años atrás, como este mismo Posada manejaba la operación de trafico de armas contra cocaína en la base salvadoreña de Ilopango.
Desde la localidad tejana donde vive, a un par de kilómetros del puesto frontera mexicano de Reinoso, los amigos de “Cele”, el más que valiente oficial de la agencia norteamericana antidroga, confirman que él dejo su domicilio para presentarse en el penitenciario de La Tuna para cumplir los 37 meses que le otorgo el juez corrupto Royal Furgeson después de un juicio orientado desde Washington.
El complot contra Castillo, lo dirigió el Fiscal Federal Johnny “House of Death” Sutton, en San Antonio, Texas, un amigo personal del ex Presidente George W. Bush, quién se encargo de montar un show jurídico para una aparentemente banal compra de arma sin licencia, algo que ocurre diariamente en el estado norteamericano donde – tal vez - más armas circulan.
“Cele” reconoció espontáneamente la compra. Pero denunció a lo largo del proceso trucado las múltiples maniobras del Fiscal bushista para obtenerle, a fuerza de trucos, la sentencia más delirante para un “crimen” tan común: tres años más un mes de cárcel.
Celerino Castillo, es este hombre audaz quién confrontado a la escandalosa
operación arreglada para financiar ilegalmente a la guerrilla CIA desencadenada contra la Revolución sandinista, tuvo el inmenso valor de hablar públicamente de esta conspiración criminal de la administración Reagan-Bush.
Jamás los Bush, la CIA y la DEA se lo perdonaron.
En una comparecencia histórica ante el comité de inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, “Cele” Castillo explicó detalladamente como sus informantes vieron en la base de Ilopango almacenes de drogas, además de armas y dinero.
También explicó cómo se dieron cuenta que muchos de los pilotos de la Contra nicaragüense, beneficiarios de la operación clandestina administrada por Luis Posada y su socio Félix “El Gato” Rodríguez Mendigutía, estaban fichados como narcotraficantes.
“El Gato” Rodríguez es quién ordenó el asesinato de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia este día de 1967 cuando el guerrillero heroico se encontraba preso de tropas bolivianas dirigidas por asesores yanquis.
En una entrevista publicada en el año 2004, Celerino Castillo fue hasta comentar: “La única razón por la que Félix Rodríguez no fue arrestado es por que él sabía dónde estaban enterrados todos los cadáveres de la operación Irán-Contras. Él siempre ha sido un terrorista así como Osama Bin Laden y todos los terroristas que nosotros hicimos en el pasado”.
EL RECUERDO DE GARY WEBB
Lo ocurrido al ex oficial de la CIA no es sin recordar a otro valiente personaje de la lucha contra los Bush y su mafia gubernamental.
En su libro Dark Alliance, el famoso y valioso periodista norteamericano de investigación Gary Webb describía a Posada como “un veterano agente de la CIA con una historia de involucramiento con narcotraficantes, gente del hampa y terroristas” identificados a la tropa mafiosa del ex capo habanero Santos Trafficante.
En 1973, revelaba Webb entre muchas otras cosas, Posada fue puesto bajo vigilancia por la Drug Enforcement Agency (DEA) cuando la agencia se enteró que era el “contacto principal” en una operación de tráfico de mayor envergadura.
El 10 de diciembre 2004, el cadáver de Webb fue descubierto en su domicilio de Carmichael. Tenía la cara destruida por dos (2) proyectiles de revolver calibre 38. El coroner Robert Lyons fue el oficial de justicia que realizó la investigación. Concluyó a… un suicidio.
DETRÁS DEL COMPLOT, EL CLAN DE LOS BUSH
“Denuncié a nuestro gobierno como cómplice del narcotráfico y del contrabando de armas. Varias investigaciones bipartidarias tanto en la Cámara baja como en el Senado confirmaron mis alegaciones contra el Gobierno”, escribe “Cele”, en una carta abierta, antes de ir a presentarse a sus carceleros.
“Muchos individuos involucrados en estas atrocidades fueron encontrados culpables pero luego indultados. Además, unos de ellos continuaron a trabajar con la administración Bush. ¿Porqué fui yo escogido como objeto de la conducta más ultrajante del gobierno?”, pregunta al denunciar al fiscal Johnny Sutton “muy cercano a la familia Bush” que le paso “la cuenta para todas mis alegaciones en contra de la familia Bush”.
La Institución Federal de Corrección de La Tuna, se encuentra en Anthony, Texas (P.O. Box 3000 Anthony, TX 88021).
Increíblemente, esta cárcel está situada a menos de 20 kilómetros de El Paso, donde la jueza mafiosa Kathleen Cardone liberó en dos oportunidades al terrorista más conocido del continente, Luis Posada Carriles, que el propio “Cele” observó traficando.
jean.guy.allard@gmail.com