Estimado Comandante:
Estoy plenamente convencido de que ya no hay posibilidades de dialogar con esa rancia narcoligarquía. Ya no es posible que Ud. pueda abrazar y darle su mano amiga al Presidente Uribe.
Ellos siempre consideraron que Ud. era un pobre sonso al cual podían manejar y envolver. Era tal su convencimiento que siempre colocaron diplomáticas bonitas para tratar con Ud. Ellos mantienen la tesis de ser más inteligentes y mejor preparados en el campo diplomático que nosotros los venezolanos. El apelativo de MICO MANDANTE, es creación de ellos.
Ellos se esmeraron en penetrar y corromper a muchos de nuestros militares en la frontera y gracias a ese trabajo de soborno y chantaje lograron crear una red de complicidades que permitió, desde la IV Republica hasta ahora, pasar por las fronteras más de 300 mil vehículos robados en Venezuela, millones de Kg. de alimentos de Mercal, millones de litros de gasolina y miles de millones de dólares que suministra CADIVI a nuestros viajeros. También lograron montar un parque industrial con los empresarios apátridas que acompañan a Carmona Estanga y que cobardemente se fueron de Venezuela huyendo para evadir sus responsabilidades por el golpe de Estado y allí se instalaron gozando de la protección de los narcos y paracos. Si Ud. No lo sabia mi comandante, todos los repuestos de vehículos y maquinarias que vienen de Colombia ya han pasado por La Guaira y pagados con dólares de CADIVI.
Ellos Comandante, colapsaron todos nuestros servicios de Salud, de Educación, de Viviendas y deterioraron nuestra calidad de vida infiltrando en nuestra sociedad a más de 4 millones de desplazados por su guerra civil. Por allí se colaron delincuentes comunes, paracos, sicarios y pare Ud. De contar. También contribuyen grandemente a aumentar la tasa de desempleo y a la buhonería que afea y deteriora nuestras ciudades.
Yo se que muchos de esos colombianos son gente de bien y se han mezclado con nosotros como hermanos y con ellos convivimos en paz, pero la narcoligarquía ha logrado envenenar a un gran porcentaje de ellos y hoy uno los oye hablar y para nada piensan sobre la hospitalidad que les hemos dado y vociferan contra Ud... Muchos de ellos se olvidaron como los VEJABAN en la IV República, cuando eran tratados como delincuentes y sacados por la fuerza a la frontera y en Extranjería los extorsionaban para darles la Residencia y los dueños de haciendas los contrataban como braceros y luego los expulsaban con la Guardia Nacional para no pagarles sus salarios.
Yo se Comandante que Ud. Sabe lo que le estoy diciendo y tiene mas experiencia que yo sobre esta área, pero es mi deber alertarlo, pues la inminencia de una ruptura diplomática con Colombia nos lleva directamente a un conflicto armado de cuyo alcance no podemos prever y de alguna manera me afectará a mi y a mis familiares. Por eso le voy a sugerir como primer paso es que haga un llamado a todos esos Dobles Ciudadanos ¿Con dos cedulas? Que aquí viven para que se definan en su nacionalidad. Es simple con una pregunta: ¿Se siente Ud. Mas Venezolano que Colombiano? Si es SI, incorpórese a las milicias porque hay que defender a esta Nación que ahora esta en peligro y es también suya. Si la respuesta es NO, entonces recoja sus corotos y se devuelve a su país. Así de sencillo Comandante..Abra las fronteras un periodo de tiempo para que se vallan los que se quieran ir. Luego haga la pregunta.
Recuerde Comandante que la Guerra de Independencia se libro fundamentalmente entre criollos que vivían en un mismo territorio pero unos querían seguir con la Corona y otros decidieron ser Libres. Ahora la única diferencia es que estamos en dos países distintos y en los dos países tenemos unos que quieren ser súbditos del imperio y otros que queremos liberarnos. No tengamos que hacer como Bolívar de declarar la Guerra a Muerte a los pitiyanquis ya sean colombianos o venezolanos que estamos en un mismo territorio. Hagamos distancia para visualizar al enemigo.
Mi Comandante, confiamos plenamente en su capacidad y en su amor a la patria para dejarnos en herencia una Nación Soberana. No de un paso atrás, no podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer como bien dijo José Félix Ribas.
Sabemos lo que arriesgamos en una guerra, ya tenemos la experiencia de Irak, que si perdemos podemos ser esclavizados, despojados y asesinados, pero estamos dispuestos a correr ese riesgo para tener patria y ser dueño de nuestro destino. Nos negamos a vivir de rodillas, preferimos morir de pie.
Juanveroes64@hotmail.com