El 12 de septiembre de 1860 fue ejecutado por el gobierno de Honduras el aventurero estadounidense William Walker.
Walker fue un médico, abogado, periodista, militar, gambusino y filibustero que influenciado por la doctrina Monroe: “América para los americanos” así como los intereses económicos y esclavistas de los estados sureños, en la década que precedió a la Guerra Civil de los Estados Unidos, intentó conquistar algunos países de Latinoamérica a mediados del siglo XIX.
Su primer plan fue declarar una república independiente en Sonora y Sinaloa, para lo cual intentó establecer una colonia en el primero de esos estados, pero el gobierno mexicano le negó la autorización requerida.
En 1853 intentó invadir Baja California y Sonora y separar la región de México, con la idea de fortalecer la posición estratégica de los estados esclavistas. Fracasó y fue tratado como un filibustero, pero sus intentonas hallaron eco en varios medios norteamericanos, que los saludaron como a un héroe, y mantenían el critero: “Si estas regiones no se convierten pronto en una parte de los Estados Unidos otra nación, más fuerte que México, se adueñará de ellas". Walker Fue juzgado por violar las leyes de neutralidad, pero fue absuelto por un jurado complaciente.
Hacia 1855 se libraba una guerra civil en Nicaragua por la presidencia de la república, entre los partidos liberal y conservador. Los liberales solicitaron ayuda al intermediario de los Estados Unidos, Coronel Byron Cole, quien prometió 300 hombres armados exclusivamente a cambio de tierras.
Cole contrató a William Walker, quien consiguió mercenarios de California y Luisiana.
Walker invadió a Nicaragua y tras una serie de batallas, aprovechando la ventaja tecnológica de sus fusiles de repetición Minié y de los revólveres Colt, cayó sobre Granada, bastión histórico de los conservadores, a varios de los cuales fusiló, se repartió el poder real con el General nicaragüense Ponciano del Corral, nombró a un presidente pelele y se nombró Jefe del Ejército de Nicaragua.
Al poco tiempo después Walker decidió que ya era el momento de ejercer la presidencia nicaragüense sin ayuda de intermediarios, expulsa al presidente pelele, fusila a del Corral y se autoproclama como primer mandatario de la nación. Fue presidente de Nicaragua entre 1856 y 1857.
Ese gobierno espurio recibió el inmediato reconocimiento diplomático de Washington y de Londres.
Desde la presidencia usurpada, el invasor buscó el apoyo de los potentados esclavistas del sur de los Estados Unidos y en consideración a ellos revocó en Nicaragua el decreto de emancipación de 1824 que había abolido la esclavitud en Centroamérica e implantó el inglés como idioma oficial de Nicaragua. Walker y su gente cometieron gran cantidad de atropellos contra los nicaragüenses, incluyendo a los que lo habían respaldado. Su gente se dedicó al saqueo y al pillaje.
Para entonces, Walker ya hacía planes para conquistar el resto de las naciones centroamericanas.
Fuerzas militares de Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua se unieron y derrotaron las fuerzas mercenarias de Walker. Con el fin de evitar su detención, se entregó al ejército estadounidense y regresó a California. En un nuevo intento por recuperar el poder, organizó otra expedición invasora y arribó a Honduras pero fue apresado por las autoridades con ayuda militar inglesa y fue condenado a morir fusilado.
Esta acción de William Walker nos deja algunas enseñanzas.
El gobierno de los Estados Unidos apoya a quien sea, sin importarle la clase de gente que sea, lo que le interesa es que le asegure sus ansias expansionistas y colonialistas.
Aparentemente Walker no era dirigido por el gobierno norteamericano, pero contaba con la ayuda de poderosos hacendados sureños, pero por sus actos vandálicos y delictivos no era castigado por la justicia de su país.
Luego de obtener lo que se proponen, a sus aliados lo echan a un lado y los maltratan tan igual a los que se le oponen. Aun tienen entre ceja y ceja el complejo de considerarse seres superiores a los demás pueblos.
Tal vez no reinstalarán la esclavitud como fue conocida en siglos pasados, pero llegan con nuevos métodos de esclavitud, tales como las maquilas, los horarios de trabajo inhumanos e imponiendo su cultura de antivalores.
La doctrina Monroe: “América para los americanos” la mantienen intacta y con nuevas interpretaciones. Ya los países al sur del Rio Bravo no sólo son su patio trasero, también somos su chiquero.
Se pudo apreciar que los pueblos unidos si pueden derrotarlos y evitar su avasallamiento a pesar de su gran tecnología militar.
Si transponemos esa situación que se vivió en Nicaragua para Venezuela y en esta época, quienes están propiciando una intervención yanqui en el país pueden tener la seguridad que no exigirán una extensión de terreno, se conformarán solamente con quedarse con PDVSA.
Pitiyanquis véanse en este espejo.