Con el Concierto de la Paz sin fronteras, promovido por uno de los cantantes de la CÍA, el paraco Juanes, queda demostrado el talante indiscutido, de profundo respeto a gatopardeanas posiciones en favor de la Paz, del heroico pueblo cubano y de la alta dirección de Cuba, al permitir que este evento se celebre en la emblemática plaza de la Revolución en la Habana.
1.150.000 cubanos le escucharon decir al Paraco cantante favorito de la CÍA este venenito aparentemente suavecito: “No importa cómo pensemos, no importa qué religión tengamos, lo importante es que todos seamos iguales”.
Reflexionemos un poco: en la pluralidad del pensamiento se afinca la clase dominante para defender el capitalismo y perpetuar la dominación imperialista. La pluralidad del pensamiento no es practicada por la burguesía dueña de los Estados en los países castigados por la maldición capitalista, su pensamiento es único: es el pensamiento liberal que fundó al Capitalismo. Pero utilizan la prédica de la pluralidad del pensamiento para confundir y dividir a los trabajadores, que llegan incluso a convertirse a la religión de sus verdugos dominadores. En la Pluralidad del pensamiento no existe la igualdad, porque dentro de ella los trabajadores y explotados nunca se pondrán de acuerdo para hacer la Revolución socialista que liquide al capitalismo que propicia las formas más miserables de la desigualdad.
Veamos este otro dardo del habilidoso Paraco empleado de la CÍA: “Vinimos a Cuba por una cosa simple y sencilla, venimos por amor, y por amor vencimos el miedo, como lo vencerán los jóvenes de Cuba” Mas adelante nombró a los jóvenes de algunos países de América Latina,para referirse al odio vencido por el amor, pero no nombre a los jóvenes de Colombia. Recordó que estaban allí, a pesar de que no pensaban iguales, a cómo piensan la mayoría del Pueblo cubano, su osadía no llegó a decir la frase completa. Bueno, este discursito del Paraco de la CÍA es el mismo discursito utilizado por Juan Pablo II para darle martillazos al otrora inexpugnable edificio de la Unión Soviética. Aquel viejito farsante, también se dirigía a la juventud soviética prometiéndoles el amor.
La música, el consumismo capitalista el fétido amor cristiano fueron las armas utilizadas por el imperialismo para tumbar la primera y más grande revolución socialista de la Historia.
Afortunadamente la dirección de la Revolución cubana esta fortalecida, y es inmune a las peligrosísimas armas del Paraco Juanes, quien ha recibido una lección de profunda vocación de humanismo socialista del Pueblo cubano que sabiendo quién es, lo ha respetado y lo ha aplaudido en sus canciones, y no en su mitin envuelto en vaselina. Esta es una lección que nunca olvidará, este paracudo aliado de Uribe en sus prácticas genocidas en contra de un Pueblo colombiano secuestrado por su seguridad democrática, crimen que el Paraco no menciona, sin embargo no pierde tiempo para hablar de los prisioneros de Guerra que mantiene en su poder la FARC.
La mafia cubano mayamera montó todo un show para aparentar su desacuerdo con el concierto en tierra cubana, y como parte de su teatro destruyó a martillazos una buena cantidad de CD de su amado Paraco. La verdad es que esa mafia ha trabajado con el mentado Juanes para montar el concierto. Pero le ha salido el tiro por la culata. Silvio Rodríguez, magnífico como siempre finalizó dándole un viva al Pueblo cubano, que es también un viva a la Juventud Comunista de Cuba, a la central sindical de los trabajadores de Cuba, al partido comunista de Cuba, a Fidel y a Raúl.
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