Al Golfo Pérsico lo rodean los conflictos desde hace más de cien años, es uno de los mayores poseedores de crudo de la zona y del mundo. La Aranco es su principal industria petrolera, con una producción de 10,9 millones de barriles diarios, Arabia Saudita tiene 2.240.000 km² de superficie, su capital y principal ciudad es Riad, las reservas de su subsuelo están por los 264,3 millones de barriles.
Sus ambiciones económicas, negocios, decisiones políticas y diferencias religiosas, aparte de disputas territoriales, son causas que vienen desarrollándose en la proyección de difíciles escenarios, más aun, por la constante utilización de sus espacios para el aprovisionamiento de los Estados Unidos con sus Aliados, para desde allí, bombardear decenas de países del Medio Oriente.
Arabia Saudita limitan al norte con Jordania, Irak y Kuwait; al este con el Golfo Pérsico y Qatar; al sureste con los Emiratos Árabes Unidos y Omán; al sur con Yemen, y al oeste con el Mar Rojo y el Golfo de Aqaba. Las fronteras del sureste y del sur no están bien definidas, y mantienen malas negociaciones limítrofes con sus vecinos
La pura existencia de grandes yacimientos, hace la situación muy grave, es tan comprometida su gran existencia que esto eleva su potencial bélico instalado en la zona, siendo más espinoso, que ni el del mismo Israel.
Sus grandes yacimientos petrolíferos subterráneos están compartidos con la República de Yemen, por esto, han estallado conflictos en su mal definida frontera llamada, “El Territorio Vacio” (Rub al-Khaili).
Aun cuando las silenciosas amenazas con Irán no son con voz fuerte, Arabia Saudí sabe que el aprovisionamiento está por la vía marítima del estrecho de Ormuz, el cual es la salida al mar de Arabia y de allí al resto del mundo, así, como por los codiciados espacios del Golfo Pérsico.
Pero los saudís, con su inmenso poder económico, han preparado durante los últimos años refuerzos en su poderío naval, aparte, refuerzan y despliegan inmensas baterías antiaéreas de poderosos misiles antibuqués, a todo lo ancho de sus extensas costas. Recientemente, sumado a esta preponderancia bélica, se le suman la compra de tres sumergibles, veinte patrulleras portamisiles, y miles de minas submarinas.
El estrecho pasó de Ormuz de solo seis millas de costa a costa, ha llevado a la preocupación de El Pentágono, quienes abiertamente han declarado “que es el punto de estrangulamiento más importante del mundo”. Esta inquietud nace por los más de quince millones de barriles que diariamente pasean por estos mares.
Por su parte, geopolíticamente, Irán protege sus áreas de influencia con importantes baterías de misiles, tanto a la entrada como a la salida del estrecho, sumado a la cuota que le corresponde a este país con las reservas del mar caspio, es de esperarse las constantes amenazas por parte de los EE.UU.
Por otra parte, y para tensionar aún más la situación, este islámico país, mantiene el control de las islas de Abu Musa, Tunb mayor y Tunb menor, un pequeño archipiélago de islas arrebatadas en 1971 a uno de los Emiratos Árabes Unidos. Estando muy interesados los EE.UU por detener por todos los medios, cualquier intento iraní, que vaya a obstaculizar el transito marítimo petrolero por el Golfo Pérsico.
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