"Estoy con el presidente de Honduras, Roberto Micheletti, porque él es el presidente de este país,", dijo la portavoz de la extrema derecha norteamericana en el Congreso, Ileana Ros-Lehtinen, al otorgar una conferencia de prensa en la propia Casa de Gobierno hondureño, ahora ocupada por la dictadura hondureña.
Cuando el mundo entero rechaza la existencia en Honduras del gobierno de facto que desde el 28 de junio mantiene una represión salvaje contra el pueblo hondureño, Ros-Lehtinen se apareció en Tegucigalpa, para dar oxigeno a un régimen moribundo.
“Estoy aquí sentada con el presidente de este bello país y a mucha honra”, insistió la diminutiva politiquera de Miami, conocida por sus constantes ataques a Cuba y su apoyo indefectible al gobierno israelí.
Cuando la comunidad internacional está a punto de imponer al gobierno de facto al régimen de facto, Ros-Lehtinen insistió para salvarlo: "No se debe cortar más dinero, ni otros fondos y ni ponerle presión a otros países para que no colaboren con Honduras, porque quitarle ayuda a este país es poner en riesgo nuestra seguridad nacional de los EUA", dijo, furibunda.
Para la congresista, no solo Honduras no se está convirtiendo en narco-estado, como lo afirmaron muchos observadores, sino que los narcotraficantes, " al darse cuenta que si en Honduras no tienen equipo de radar o investigaciones pueden entrar para hacer narcotráfico, dijo con la lógica redundante que la caracteriza.
AHIJADO DE BATISTA AL SOCORRO DE MICHELETTI
Ros-Lehtinen viajo ayer con la compañía nada grata de Lincoln y Mario Díaz-Balart, dos otros congresistas mafiosos de la Florida, precisamente cuando se encuentren la capital hondureña una misión de avanzada de la Organización de Estados Americanos, OEA, que prepara la visita de una delegación de cancilleres.
Por su parte, los hermanos Díaz-Balart – cuyo padre fue ministro de la sangrienta dictadura cubana de Fulgencio Batista - consideraron que, con la actual dictadura, el pueblo hondureño “preserva su Constitución y la democracia".
Lincoln Díaz-Balart es ahijado del difunto dictador.
Ros-Lehtinen y los Díaz-Balart atacan constantemente en el Congreso a los gobiernos de América latina que desarrollan medidas progresistas.
Están estrechamente vinculados a los círculos terroristas de Miami cuyos planes asesinos comparten.
Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Diaz Balart, solicitaron la liberación del terrorista internacional Luis Posada Carriles, cuando se encontraba enjuiciado por terrorismo en Panamá, dirigiendo cartas a la presidenta panameña Mireya Moscoso en dos oportunidades.
Siguen manifestando su apoyo al torturador y asesino más conocido del continente.
Bajo Bush, predicaron una invasión militar yanqui de Cuba.
Fueron entre los pocos políticos en el mundo que apoyaron abiertamente la ocupación de Iraq. (Jean-Guy Allard)