La Escuela de las Américas y el gesto de la muerte

Alguien menos ignorante que yo, podrá ofrecer información sobre la acción social y humanitaria realizada por los Estados Unidos en América Latina. Podrán detallar: ¿Cuántos programas sociales mantiene en el mundo y más particularmente en América Latina? ¿Cuántos dólares invierte para mantener esos programas? ¿Cuántos pobres de América Latina han recibido atención?

Me formulé estas preguntas hace unos días y no he podido encontrar en mi memoria más información que un vago y remoto recuerdo de los años sesentas sobre un producto que en mi pueblo llamaban “leche de padre”. Este producto formaba parte de los “beneficios” alimenticios que para el momento ofrecía la denominada Alianza para el Progreso, surgida como una de las respuestas que el gobierno de los Estados Unidos asomaba para atenuar el impacto de la revolución cubana. Si la memoria no me falla, además de la “leche de padre”, que era horrible, ofrecían también “aceite de padre”. En verdad no recuerdo la razón por la cual en Margarita le dieron ese nombre a esos productos.

Frente a mi ignorancia y falta de datos, coloqué en un buscador las palabras “Programas sociales de los EEUU en América latina” y obtuve como respuesta, informaciones de programas sociales que desarrolla la India, Pakistán y aparece algunos datos sobre proyectos del Banco Mundial y en la misma nota se dice, que estos programas son vigilados por la U.S. Agency for International Development (USAID) y esas siglas ponen en duda el carácter social y humano de estas iniciativas

No encontrando ningún dato significativo hago otro intento por el lado educativo y coloco en un buscador de internet: “Programas educativos de los Estados Unidos en América Latina” y el buscador me reporta datos y fotos sobre varios programas con los cuales se han atendido a 15.000 docentes en varios países sobre el manejo del ingles y micro-becas en México y Haití. Como en el área educativa los datos fueron más abundantes, coloqué en el buscador “Escuelas de los Estados Unidos en América Latina” y apareció entre los datos reportados la famosa escuela de las Américas y a partir de este reporte, surgieron algunas reflexiones o situaciones que son importantes compartir por el sentido y significado que tienen.

No pude evitar recordar todos los cuestionamientos que la oposición venezolana ha formulado a los programas de asistencia que Venezuela mantiene con varios países de América y el Caribe. Para la oposición, estos programas de cooperación y solidaridad son una regaladera de real de Venezuela para comprar apoyos. Se cuestiona muy en el fondo el sentido de solidaridad y la posibilidad de salvar vidas u ofrecerle a miles de persona una mejor calidad de vida. No pude evitar recordar también el “montón” de preocupaciones que funcionarios de los Estados Unidos han manifestado sobre estas acciones y sobre el desempeño del gobierno venezolano. A los Estados Unidos le preocupa sobre manera que Venezuela pueda llevar a otros países la misión milagro, la misión “Yo si Puedo”, los servicios que ofrece el hospital cardiológico infantil y otros tantos esfuerzos. Puros gestos de solidaridad y humanidad.

Del lado de los Estados Unidos no hay efectivamente mucho que contabilizar en gestos humanitarios. Los gestos por el contrario son de naturaleza guerreristas, que se concretan con 1.000 bases militares regadas por los cinco continentes y más de 16 servicios de espionajes para servir a esos fines guerreristas. En el caso muy particular de América latina, es notorio el servicio de educar gorilas que los Estados Unidos han venido desarrollando a través de la Escuelas de las Américas. Por esa escuela pasaron todos los dictadores que los Estados Unidos colocaron en Bolivia, Uruguay, Chile, El Salvador, Panamá, Argentina, Ecuador, con una larga lista de desaparecidos y torturados.

El batallón 316 de Honduras que en 1987 hizo de las suyas con el escuadrón de la muerte, todos los jefes de este escuadrón de matones salieron de la escuela de las Américas. Más reciente en el tiempo, está la figura de la muerte de Roberto d´Aubuisson, famoso por ser el responsable de la muerte de los curas jesuitas en el Salvador

En la Escuela de la Américas que ahora porta otro nombre (Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica), también fueron “educados” Banzer y todos los dictadores Argentinos con el respectivo sello de la muerte. Los “buenos oficios” de los Estados Unidos en América Latina tienen el sello de sangre y de la muerte.

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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