La oligarquía mafiosa española, la misma que durante más de tres década aplaudió los crímenes de Lesa Humanidad del “Caudillo de España por la gracia de Dios”, está tratando de enlodar al pueblo venezolano, a su revolución, a su líder Hugo Rafael Chávez Frías y de paso alimentando la cizaña para ver como dividen a nuestros países haciéndole el quite a la Secretaria de Estado Hilary Clinton. Y encima, piden respeto, con una arrogancia que pareciera que no han salido del Siglo XV y se creen los encomenderos de Suramérica.

La canalla hispana no coge pausa. La jauría mediática entró en acción y acentúa el discurso contra Venezuela, que por carambola va contra la ALBA y la naciente organización de Estados suramericanos y del Caribe, sin Estados Unidos ni Canadá. Es decir una organización de iguales, soberana libre de contaminación antidemocrática, invasora y expoliadora de pueblos.

Luego de tener la grosería un cantamañanas de la “Real Audiencia”, de irresponsablemente señalar al gobierno venezolano como socio de la ETA y las FARC y recibir la merecida respuesta por parte de nuestro Canciller Nicolás Maduro, sale la canalla en plan de Reina ofendida a pedir respeto para las instituciones españolas.

¿Quien es el primer grosero y falta de respeto en este caso? ¿Quien le ha dado la potestad al Juez Velazco para juzgar a distancia a nuestro pueblo, nuestro proceso libérrimamente democrático y soberano y a nuestro Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, única y exclusivamente , que por los pitazos interesados que le dan sus conexiones mafiosas al servicio del imperio?

Señores nosotros desde Venezuela jamás le hemos dado ninguna demostración de intromisión en sus asuntos, ni malquerencias, por el contrario los brazos de nuestra patria se ha abierto a todos los españoles que han escogido este terruño para hacer su vida, seguramente en mejores condiciones que las que le ofrece su patria de origen.

Nosotros vemos con absoluto respeto y amor revolucionario a todos los republicanos que sueñan con algún día quitarse la pesadilla de la herencia de Francisco Franco, legada a través de un Monarca, pero jamás hemos salido al mundo a despotricar contra su Rey, pese a las razones que nos ha dado, por falta de respeto hacia nuestra soberanía.

Ahora resulta que la agresora es Venezuela porque responde con dignidad ante las veleidades de sujetos sin moral para calificarnos a nosotros. Un trasnochado Eurodiputado del PP, organización fascista – franquista, sale por allí como buen bocaza, como todos los voceros de la derecha a aseverar que en nuestro gobierno hay etarras en cargos de importancia. ¿Desde cuando este señor Carlos Iturgaiz, si es que se le puede llamar señor, conoce a nuestro país y el funcionamiento de sus instituciones?

Eso es parte del discurso periodístico de la canalla mediática española y mundial, aderezado con la protesta del Consejo General del Poder Judicial, que también pide respeto para las instituciones españolas. Señores... si quieren respeto, amarren a sus locos, para que no irrespeten a los demás países, que si alguna vez en la historia fueron subyugados y espoliados por ustedes, hoy son libres, dignos y soberanos y exigen respeto a sus instituciones

Esa misma canalla, consecuente con su discurso apunta por otro flanco, el de la economía y la unidad férrea y solidaria, que en este campo desarrollan los países de Suramérica y el Caribe, con parámetros bien diferentes a los del capitalismo salvaje.

En este campo están ahora los señores “empresarios” catalogando a Venezuela y a Argentina, como países de alto riesgo para la inversión y ensalzan a Brasil. Pero aquí le respondemos, si son como los que compraron VIASA, que se queden con sus pesetas. Pa' la lecha que da la vaca, que se la chupe el ternero. Porque lo de VIASDA, fue un atraco. Esa comedia ya la conocemos y no somos tontos útiles de nadie. En Suramérica y el Caribe estamos blindados contra las cizañas, pese a los esfuerzos de la canalla mediática internacional. En estos días podemos ver como están intrigando también a cerca de la buena voluntad del presidente Leonel Fernández. Pero todo eso resbala sobre el blindaje que contra la calumnia, la maledicencia y las intrigas imperiales, han construidos los países de Suramérica y el Caribe, para enfrentar a las mafias y las oligarquías que siguen viviendo en el Siglo XV.

Periodista*

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