(Seamos idiotas al servicio gratuito del imperio sionista yanqui)

¡Ataquemos a Chávez carajo!

Le estoy siguiendo el ritmo al son de última moda impuesto por los medios castrantes defensores del capitalismo asesino y explotador sionista.  A estas alturas de la vida nada me sorprende, pero si me llama la atención, que personeros y sectores que han logrado establecer un nivel  de participación política, que se creía, tenían  capacidad de comprensión sobre el enemigo que enfrentamos, del por que lo enfrentamos,  en que circunstancias lo enfrentamos y de lo urgente de enfrentarlo; de la noche a la mañana se tiran del autobús y lo mandan a parar para cambiar al chofer.

     Es curioso ver como algunos pierden el horizonte de la importancia de estar unificados en torno a un líder que garantiza la fortaleza de la acción en contra de la diabólica fuerza destructiva y devoradora de libertad e independencia de los pueblos; una fuerza que absorbe todas las vitalidades y riquezas de quienes son sometidos y luego botados sus bagazos. Llama poderosamente la atención que en los momentos cuando arrecia el ataque del imperio sionista asesino yanqui y sus aliados contra Venezuela y Cuba, algunos se dan a la tarea de descubrir defectos en el líder y se manifiestan a la vez, dispuestos a desplazarlo con un nuevo liderazgo de pacotilla, que les garantiza volver al pasado y revertir todo lo avanzado. Ya no cuenta el pueblo para esa gente, ahora cuentan son sus individualidades y la posibilidad de disfrutar de lo que obtuvieron a la sombra del líder.

    Apenas alguien hace una crítica al camarada presidente, inmediatamente se activa el coro de quienes supuestamente son aliados y compañeros de ruta, en algunos casos desvirtúan el sentido de la critica, la magnifican y se ensañan en calificativos y acusaciones desmedidas alejadas totalmente de la verdad, hacen tan bien su trabajo, que los serviles oposicionistas se quedan silentes, oyendo los falsos argumentos (dictador, represor, sordo, loco etc.) que desde las filas internas emiten unos disociados, contra quien les ha dado una razón y sentido para la lucha.  Es indudable el poder de engaño que posee el enemigo y el grado de disociación que puede convertir los sentimientos sanos originarios de una lucha por la libertad, en una faena de pelea estéril por mantener unos privilegios o algunos beneficios económicos obtenidos en posiciones burócratas.

   Desde el principio se sabía que la lucha por tener una patria, mantener la independencia, ser dueños de nuestros recursos, ser solidarios con nuestros hermanos pueblos oprimidos, no seria cosa fácil; quien así lo entendió se equivocó. La profundidad de la lucha que se emprendió en Venezuela a partir del año 1998, apunta a una destrucción gradual, pero total de los valores sociales, económicos, éticos y morales existentes hasta entonces, elementos que sustentan el capitalismo asesino. Esto implicaba, desechar las ilusiones y las apetencias de riquezas, de privilegios, de servirse del poder para hacer un cambio de personajes y no de estructuras.  Me parece que utilizar desde adentro los errores naturales del líder, que como cualquier ser humano no está exento de cometerlos, para hacer luego comparsas mediáticas y acusatorias de cosas que no son verdad. Siempre vivo haciendo referencia al Chile del gran Allende y de cómo desde adentro se ayudó al imperio y a la derecha fascista a destruir el sueño de libertad de esa nación, sumida hoy en la más injusta sociedad clasista y, represivo sistema político existente al servicio de quienes masacraron a ese pueblo.

    Con Chávez, sus errores y sus aciertos - que son más -  debemos jugarnos nuestra carta,  cualquier argumento o razón esgrimida que apunte a regresar a la barbarie del pasado es inaceptable bajo cualquier término. ¿Cómo carajo se le pide a un hombre que tiene su tiempo de sueño limitado a pocas horas, que debe atender tareas de suma importancia, que tenga tiempo para atendernos a todos?  Es buena y necesaria la crítica constructiva, pero siempre respetando la honorabilidad y buenas intenciones del criticado. De Chávez solo tienen motivos para querer destruirlo,  aquellos que estaban destruyendo al pueblo en el pasado, los que regalaron la patria a los barbaros saqueadores de riquezas y vidas, recibiendo a cambio limosnas y palmaditas malditas.

      Vean esta desagradable experiencia que viví el día lunes 29 de marzo del 2010: eran las 2:35 de la tarde, cuando un conocido profesor de IUTY, se acerca a una conversación que sostenía yo con un escuálido (de esos pocos con los que se puede hablar), en medio de la conversación, el profesor en un arranque de ira, empieza a decir unos calificativos contra el presidente, tan irracionales, como los que el combatía antes de tener el empleo en el tecnológico. Denigraba el ex camarada, de los salarios, del pago a destiempo, de los pocos beneficios, del autoritarismo, del regalo de nuestros recursos a otros países,  etc.  Me le quedo viendo sorprendido de su argumentación y le respondo, ¿cuanto ganaba él antes que Chávez fuera presidente?  ¿Cuanto tiempo estuvo desempleado desde que se graduó de ingeniero y cuanto ganaba? ¿Cuál era la deuda del estado con los educadores hasta 1999? ¿Cuál es ahora?, ¿Qué auto tenia antes y cual tiene ahora? ¿Cómo era su vivienda antes y como es ahora? Como el compañero sabe que lo conozco de tiempo atrás, sabe que no puede mentirme ni engañarme, hace mutis, baja la mirada y se retira del lugar, el mismo escuálido que estaba allí lo mira y reconoce la certeza del argumento; manifiesta su sorpresa y me comenta “ esta bien que yo que no recibo nada del estado y haya perdido mi teta del pasado copeyano, diga esas cosas, ¿pero que las diga un señor que levanto cabeza y obtuvo reconocimiento profesional con este gobierno?  Me parece muy mal”. Por supuesto que mi intención no fue humillar al profesor, es solo que a veces se nos olvida el pasado y nos convertimos en coro de la mentira;  entonces se hace necesario refrescar memorias para recapacitar. Esa es en realidad nuestra debilidad, la fragilidad de la memoria y la fortaleza de la maquinaria propagandística del enemigo.

   En estos momentos es de suma importancia convertirnos en millones de Hugos Chávez, convertirnos en oídos, ojos, bocas, letras y palabras de un macro organismo revolucionario. Con nuestras virtudes y defectos, pero con la razón como norte y la buena fe como guía. Esa es la única forma de ganar la batalla a la bestia diabólica Sion imperial yanqui.

 

javiermonagasmaita@yahoo.es



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Javier Monagas Maita


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